Para financiar la compra de bienes y de servicios, el banco ofrece diferentes productos, como préstamos al consumo o hipotecas.
A la hora de realizar un desembolso económico importante, es habitual recurrir a la financiación ajena. En el caso de, por ejemplo, la compra de una vivienda, que posiblemente es la decisión económica más importante que tomaremos a lo largo de nuestra vida, es frecuente solicitar una hipoteca al banco. En cuanto a los préstamos al consumo, se suele recurrir a ellos para cubrir gastos diversos, como por ejemplo, la compra de un coche, un viaje, la reforma de una vivienda, los estudios de los hijos o, incluso, para hacer frente a desembolsos imprevistos.
En qué consiste una hipoteca y qué tipos existen
Por su parte, una hipoteca es el producto de financiación diseñado específicamente para la adquisición de un inmueble. De hecho, su principal aval es la propia vivienda cuya compra está financiando. Habitualmente, una hipoteca puede cubrir hasta el 80% del precio de la compraventa o del valor de la tasación del inmueble (el menor de los dos).
Es decir, que es necesario que el comprador tenga ahorrado, al menos, el 20% para que la operación sea factible, a lo que hay que sumar entre un 10% y un 15% adicional para hacer frente a otros gastos, como la notaría, los impuestos, y los gastos de la hipoteca, como la tasación de la vivienda y la comisión de apertura. Los expertos recomiendan que el porcentaje de endeudamiento del hogar no supere el 30% de los ingresos mensuales.
Para elegir la hipoteca que mejor se adapte a nuestras necesidades hay que analizar principalmente tres elementos:
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Tipo de interés nominal (TIN), que es el tipo de interés que el banco establece al prestar una cantidad de dinero, pero sin hacer referencia al resto de gastos de una operación hipotecaria.
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Tasa anual equivalente (TAE), que, a diferencia del TIN, que sólo recoge el precio que el banco cobra por prestarnos el dinero, tiene en cuenta los gastos y comisiones asociados al préstamo hipotecario.
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Euríbor, que es el tipo europeo de oferta interbancaria (Euro InterBank Offered Rate, según sus siglas en inglés) y que indica el precio al que las entidades bancarias europeas se prestan dinero entre sí. Este tipo se revisa cada seis meses o cada 12 meses y, en función de si sube o baja, lo hará también la cuota mensual de las hipotecas a tipo variable.
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En función del tipo de interés, existen tres tipos de hipotecas:
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Hipoteca a tipo fijo, en la que el interés no varía durante todo el contrato hipotecario y, por tanto, la cuota mensual se mantiene sin cambios.
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Hipoteca a tipo variable, referenciada a un índice, que en España suele ser el euríbor, y cuyas cuotas varían en función de la evolución de este indicador, que se revisa cada seis o 12 meses.
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Hipoteca mixta, es una mezcla entre las dos hipotecas anteriores, ya que durante los primeros años del préstamo se aplica un tipo de interés fijo y, posteriormente, se pasa a uno variable.
Para qué sirven los préstamos al consumo
Un préstamo al consumo es una cantidad de dinero que el banco otorga a una persona, denominada prestataria, con la obligación de devolverlo en un plazo determinado junto con los intereses correspondientes.
Se suele recurrir a un préstamo al consumo para financiar gastos que, aunque son importantes, no suponen para su titular un compromiso económico a largo plazo, como es el caso de una hipoteca.
Para acceder a un préstamo al consumo es necesario cumplir con estas condiciones:
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Ser mayor de edad.
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Algunas entidades piden ser clientes con más de 6 meses de antigüedad.
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Tener residencia en España.
Antes de conceder un préstamo al consumo, el banco realiza con carácter previo un estudio de viabilidad y de solvencia económica para valorar la capacidad de pago del solicitante. El Banco de España recomienda que la capacidad de endeudamiento de una persona no supere el 35% de sus ingresos netos mensuales.
Un préstamo al consumo es un tipo de préstamo personal, aunque existen otros como los préstamos para jóvenes e, incluso, específicos para estudiar; préstamos rápidos, préstamos sin intereses, préstamos sin domiciliar nómina, préstamos para la compra de un terreno y préstamos preconcedidos.
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