Una hipoteca supone un compromiso financiero a largo plazo, por lo que es importante resolver ciertas dudas antes de contratarla.
Firmar una hipoteca supone un compromiso económico a largo plazo, en el que se debe tener presente que una parte de los ingresos mensuales durante los próximos años irán destinados a pagar las cuotas del préstamo. A continuación, te damos las preguntas y respuestas antes de pedir una hipoteca.
¿Cuánto dinero hay que tener ahorrado para pedir una hipoteca?
Por norma general, el banco ofrece financiación, como máximo, por el 80% del valor de compra o de tasación de la vivienda (el que sea menor). Es decir, que es necesario que el comprador tenga ahorrado, al menos, el 20% para que la operación sea factible, a lo que hay que sumar entre un 10% y un 15% adicional para hacer frente a otros gastos, como la notaría, los impuestos y los gastos de la hipoteca, entre los que están la tasación de la vivienda y la comisión de apertura. Banco Sabadell no aplica esta comisión a sus hipotecas.
¿Qué tipo de hipoteca me conviene más?
El tipo de interés en una hipoteca es el dinero adicional que hay que pagar al banco por el préstamo y afecta directamente a la cuota. Para conocer el impacto económico que tiene en una hipoteca se utiliza la tasa anual equivalente (TAE), que es la suma del tipo de interés nominal (TIN) del préstamo, de las comisiones y del plazo de la operación. Conociendo la TAE una persona puede saber la cuota que tendrá que pagar mensualmente por la hipoteca.
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De acuerdo al tipo de interés, existen tres tipos de hipotecas:
- Hipoteca fija. El interés se mantiene igual durante toda la vida del préstamo hipotecario. Esto significa, en la práctica, que no está sujeto a las variaciones del índice de referencia, que en España es habitualmente el euríbor.
- Hipoteca variable. La cuota sube o baja en función de la evolución del índice de referencia. Por regla general, una hipoteca a tipo fijo ofrece unos tipos de interés más elevados que las hipotecas a tipo variable y cuenta con un plazo más reducido. A cambio, ofrece seguridad porque es inalterable al mercado, mientras que una hipoteca a tipo variable está sujeta a los cambios que se produzcan en los mercados.
- Hipoteca mixta. Es una mezcla entre las dos hipotecas anteriores, ya que durante los primeros años del préstamo se aplica un tipo de interés fijo y, posteriormente, se pasa a uno variable. Es decir, que en la primera etapa de vida de esta hipoteca la cuota es siempre la misma y, pasado un tiempo, se aplica un tipo de interés variable, que se calcula sumando al índice de referencia un diferencial.
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¿Cuánto pagaré cada mes de cuota por la hipoteca?
La cuota es la cantidad de dinero mensual que el comprador de la vivienda tiene que pagar cada mes al banco para devolver el préstamo en su totalidad. Al dinero prestado hay que sumarle los intereses que aplica la hipoteca. Para establecer la cuota, se concreta un diferencial, que es un porcentaje fijo al que se le añade el euríbor en función de si la hipoteca es a tipo fijo o a tipo variable.
El principal criterio para que el banco fije la cuota es el de los ingresos mensuales del cliente. Los expertos recomiendan que el porcentaje de endeudamiento del hogar no supere el 30% de los ingresos mensuales. Por ejemplo, si una familia tiene unos ingresos mensuales de 3.000 euros, la cuota hipotecaria no debería superar los 900 euros. Si, además de la hipoteca, se tuvieran otras deudas, como la letra de un vehículo, se añadirían también a ese 30% que se considera endeudamiento del hogar para establecer las condiciones definitivas de la hipoteca.
¿Quién paga los gastos de contratar una hipoteca?
Según establece la Ley Hipotecaria, los bancos y el cliente deben repartirse los gastos asociados a una hipoteca del siguiente modo:
- El banco se ocupa de los costes de la gestoría, la notaría, el Registro de la Propiedad y el impuesto sobre actos jurídicos documentados (AJD).
- El cliente se hace cargo de los gastos de tasación y los aranceles notariales derivados de, por ejemplo, hacer una copia de la escritura de la hipoteca.
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¿Qué comisiones tiene una hipoteca?
Muchas hipotecas cuentan, por ejemplo, con una comisión de apertura que se suele abonar al inicio de la vida útil del préstamo. Además, en el caso de que se quiera realizar en el futuro una amortización parcial o total, es probable que el titular deba pagar un porcentaje del capital que se amortiza antes de tiempo. Estas comisiones suelen variar si se habla de una hipoteca a tipo fijo o de una a tipo variable.
¿Es necesario contar con un aval hipotecario?
Por norma general, no es necesario tener un aval hipotecario. Sin embargo, hay ocasiones en la que los ingresos mensuales y los ahorros no alcanzan para cumplir con todos los requisitos de la hipoteca, por lo que existe la posibilidad de aportar la figura de un avalista o de un hipotecante no deudor que se comprometa a pagar la deuda en caso de impago.
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