A la hora de comprar una vivienda en pareja, es habitual que surja la pregunta de si es mejor pedir una hipoteca de manera individual o conjunta. En una hipoteca compartida, las dos personas asumen la titularidad del préstamo hipotecario y su funcionamiento es, en realidad, muy similar al de una hipoteca estándar, si bien conviene tener presente qué ocurre ante determinadas situaciones, como una separación o el fallecimiento de uno de los titulares. A continuación, compartimos las claves que hay que tener en cuenta si se quiere contratar una hipoteca y se está valorando hacerlo con una hipoteca estándar o con una hipoteca compartida.
Contratar una hipoteca en pareja
Al contratar una hipoteca en pareja existe la opción de asociarla a un único titular o vincular el préstamo a ambos miembros a través de lo que se conoce como hipoteca compartida. Al igual que lo que sucede con las hipotecas individuales, existen hipotecas compartidas fijas, variables o mixtas. Habitualmente, estas son contratadas por parejas que desean vivir juntas, aunque no exista ningún vínculo legal entre ellas, si bien también son propias de familiares, por ejemplo.
A través de un simulador de hipotecas1, es posible calcular cualquier hipoteca mixta, variable o fija, los gastos de la hipoteca y cuánto dinero podría financiar el banco.
¿Qué conviene analizar antes de contratar una hipoteca compartida?
Antes de contratar una hipoteca en pareja, es importante tener presente una serie de elementos:
- Compromiso financiero a largo plazo. De media, el plazo de devolución de un préstamo hipotecario en España es de 24 años. ¿Son conscientes las dos personas de la pareja del compromiso financiero a largo plazo que están adquiriendo?
- Solvencia económica. ¿Cuentan ambos con los ingresos suficientes para afrontar el pago de las cuotas?, ¿y los ahorros previos para completar la financiación de la nueva vivienda? Te ayudamos a
calcular qué casa se ajusta a tu salario para que puedas determinar un presupuesto acorde. - Perspectivas laborales. No solo hay que prestar atención a la situación económica actual, sino que también hay que tener en cuenta las perspectivas laborales y financieras de ambas personas. ¿Es posible que puedan despedir a uno de los miembros de la pareja en el futuro? ¿Seguirán los dos trabajando en el caso de que llegue algún hijo?
- Ahorro aportado. A la hora de comprar la vivienda, cada persona puede aportar la misma cantidad o una cuantía diferente, en función de los ahorros disponibles. ¿Cómo influye el ahorro que aporta cada miembro de la pareja en la compra de la vivienda al futuro pago de las cuotas de la hipoteca?
- Capacidad de endeudamiento. La capacidad de endeudamiento es el capital máximo que una persona puede endeudarse sin poner en riesgo su situación financiera. El Banco de España recomienda que la capacidad de endeudamiento nunca supere el 35% de los ingresos netos mensuales. ¿Han pensado los miembros de la pareja si será necesario endeudarse más en el futuro, por ejemplo, para comprar un coche o para realizar reformas en la vivienda?
- Gastos. Contratar una hipoteca supone para sus titulares los siguientes gastos: tasación de la vivienda, aranceles notariales, comisión de apertura y la posible contratación de productos vinculados, como un seguro de vida o de hogar. ¿Cómo se repartirán estos gastos dentro de la pareja si se tiene una hipoteca en común?
- Posibles eventualidades. ¿Qué ocurrirá con la hipoteca y con la titularidad de la casa en el caso de que la pareja se divorcie? ¿Y si uno de los dos fallece?
Además de hablar con la pareja para intentar responder a todas estas preguntas con realismo, puede suponer una ayuda muy importante contar con el apoyo de un especialista en hipotecas.
¿Qué ventajas y qué riesgos ofrece contratar una hipoteca en pareja?
Contratar una hipoteca con la pareja puede ofrecer una serie de ventajas, entre las que cabe destacar:
- Mayores probabilidades de concesión. Al existir más de un titular y compartir la devolución de la hipoteca, puede ocurrir que la solvencia económica sea más elevada, lo que incrementa las posibilidades de que el banco acepte la concesión del préstamo hipotecario.
- Menor riesgo de impago. Tener dos titulares favorece que se puedan seguir pagando las cuotas de la hipoteca, aunque uno de ellos se quede sin trabajar o vea reducidos sus ingresos de manera drástica.
- Incremento de la capacidad de endeudamiento. La suma de los ingresos de los titulares suele ser mayor que en el caso de una hipoteca con un único titular, lo que puede permitir solicitar más dinero al banco para financiar la adquisición de la vivienda.
En el extremo opuesto, existen algunos riesgos relativos a solicitar la hipoteca compartida, como, por ejemplo:
- Los dos titulares son responsables de pagar las cuotas. Si uno de los dos titulares no cumple con sus obligaciones financieras el otro deberá hacerse cargo para mantener el compromiso acordado con el banco.
- Las decisiones se toman conjuntamente. Todas las decisiones sobre la vivienda deberán tomarse en pareja, puesto que la titularidad de su hipoteca es compartida.
- Unidos por la hipoteca, aunque la relación se rompa. Aunque la pareja se separe la obligación de seguir abonando las cuotas de la hipoteca permanece, salvo que se decida cancelar el préstamo hipotecario o uno de los dos asuma su titularidad.
¿Cómo salir de una hipoteca compartida?
Al ser un compromiso financiero a largo plazo, es posible que, en un momento dado, un miembro de la pareja decida salir de la hipoteca, por ejemplo, si se ha producido un divorcio.
Existen tres alternativas para poder salir de una hipoteca compartida:
- Cancelar la hipoteca. Implica la venta de la vivienda para poder realizar la cancelación de la hipoteca. Aunque en esta operación no hay que pagar ningún impuesto, sí que tiene coste el pago al notario para redactar la escritura de cancelación y la eliminación de la carga hipotecaria en el Registro de la Propiedad. Es habitual que se contrate a una gestoría para realizar estos trámites.
- Uno de los titulares adquiere la totalidad de la vivienda. En ocasiones, uno de los propietarios decide comprar al otro su porcentaje de la vivienda y asumir la titularidad de la hipoteca. Este proceso se conoce como novación de hipoteca e implica para el único titular el pago de la nueva tasación de la vivienda y de la comisión por novación.
- Efectuar una extinción de condominio. Uno de los titulares cede su parte de la vivienda al otro titular. Implica el pago del notario, los honorarios del registrador y el impuesto sobre actos jurídicos documentados (IAJD).
Salir de una hipoteca conjunta en caso de fallecimiento
En el caso de que uno de los titulares de una hipoteca compartida fallezca, lo más frecuente es que, si eran pareja, el otro titular herede la titularidad sobre el préstamo hipotecario, quedándose, por lo tanto, como único titular. Si el fallecido hubiera dejado su parte como herencia a otra persona, lo más sencillo es intentar hablar con el banco y, a través de una novación de hipoteca, incluir a este nuevo titular en el préstamo hipotecario.
En definitiva, antes de tomar una decisión sobre contratar una hipoteca individual o en pareja es fundamental plantearse una serie de preguntas y evaluar la capacidad para responder con éxito al compromiso a largo plazo que supone un préstamo hipotecario.
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