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¿Cuánto tiempo se tarda en firmar una hipoteca?

Araceli Ochando, Publicidad - Wed Jan 10 09:43:59 CET 2024
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Para calcular cuánto tiempo se tarda en firmar una hipoteca es importante tener claras todas las fases que implica la solicitud y la concesión de un préstamo de estas características. Además, contar con el asesoramiento de la entidad bancaria durante todo el proceso es clave y ayudará a que la operación concluya con éxito.

1. Solicitar una hipoteca

El primer paso es contactar con el banco para obtener información sobre su oferta hipotecaria. Además, el asesoramiento del especialista de la entidad puede ser clave a la hora de calcular cuánto se puede llegar a pagar por la vivienda.

En esta fase, el futuro propietario debe tener en cuenta que antes de contratar una hipoteca es importante prestar atención a tres aspectos clave:

  • Tipos de interés: es el precio que se paga a la entidad bancaria por el dinero prestado. Existen dos conceptos principales: el tipo de interés nominal (TIN), que es un porcentaje fijado por el banco y la tasa anual equivalente (TAE), que es el valor más utilizado para comparar hipotecas, ya que tiene en cuenta otros gastos asociados a la hipoteca, como las comisiones.
  • Cuota mensual: es la cantidad mensual que el titular deberá pagar al banco por su hipoteca, más los intereses. La cuantía de esta cuota dependerá del capital total del préstamo, del tipo de interés y del plazo de amortización. Los expertos recomiendan que una persona destine, como máximo, un 30% de sus ingresos mensuales al pago de la hipoteca.
  • Plazo de amortización: es el periodo en el que se tiene que devolver al banco el dinero prestado. Por norma general, este plazo es de entre 20 y 30 años.

En el momento de solicitar una hipoteca, es necesario que la persona interesada en contratar el préstamo entregue una serie de documentación que hay que presentar antes de formalizar una hipoteca con la entidad bancaria. El objetivo de esta información es comprobar si el futuro propietario cumple con los requisitos de solvencia económica para hacer frente a este préstamo. Tenerla preparada antes de la solicitud de la hipoteca agilizará los tiempos.

2. Analizar la información de la hipoteca

Una vez que se ha solicitado la hipoteca y el banco ha aprobado la concesión de este préstamo, la entidad envía al futuro propietario toda la información relativa a la hipoteca. Esta información está compuesta por las conocidas fichas de la hipoteca que contienen todo lo necesario para que el titular estudie y comprenda todos los términos del contrato que va a firmar.

El periodo de tiempo que transcurre desde que el banco aprueba la solicitud hasta que envía la información al futuro comprador es de aproximadamente 15 días, en los que se analiza la solvencia económica del solicitante y se aprueba el préstamo.

3. Firmar el acta notarial

Cuando el titular del préstamo haya analizado toda la información y resuelto todas sus dudas de la mano del gestor de la entidad, debe acudir a la notaría para firmar el acta notarial. En esta ocasión, solo están presentes la persona que solicita la hipoteca y el notario. Con la firma de este documento, el notario da fe de que el comprador de la vivienda entiende todos los términos del contrato. Según la Ley Hipotecaria aprobada en 2019, existe un plazo mínimo de 10 días entre que el futuro titular recibe la documentación y el momento de la firma de la escritura.

4. Firmar la hipoteca

Una vez que se ha firmado el acta notarial, el titular acude una segunda vez al notario, en esta ocasión para firmar la hipoteca. En este momento intervienen el demandante del préstamo, el banco, el notario, el gestor y el avalista (una figura opcional).

Cuando la hipoteca ya se ha firmado, esta puede tardar en registrarse unos 15 días laborables. Este periodo de tiempo será mayor o menor en función, por ejemplo, de la carga de trabajo que exista en esos momentos en el Registro de la Propiedad en el que se realice el trámite o del Catastro, que también interviene en el cambio de titularidad de la vivienda.

En cualquier caso, hay que tener en cuenta que la duración de las diferentes fases es aproximada y depende de diversos factores como el tipo de hipoteca o de inmueble. Este proceso puede ser complicado, por lo que contar con el asesoramiento de la entidad bancaria resulta fundamental para escoger la opción que más se adapte a las condiciones de cada caso y que la operación concluya con éxito. Si aún no has contratado tu hipoteca puedes utilizar nuestro simulador de gastos de la hipoteca1 para averiguar cuál sería tu cuota en función de las condiciones que elijas.

1 El resultado de esta simulación será de carácter publicitario y orientativo basado en datos provisionales. Para elaborarla, nos basaremos en las condiciones actuales del mercado y en los datos que nos facilites a través de las próximas pantallas. Si deseas solicitar una hipoteca una vez veas el resultado de tu simulación, deberás contactar con nosotros para obtener más información y recibir tu oferta personalizada.

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Ahorro, inversión y jubilación   - 25/04/2025

5 errores que hay que evitar para disfrutar de la jubilación Banco Sabadell, Publicidad

Planificar la jubilación es clave para poder disfrutar en el futuro de un retiro profesional tranquilo y sin sobresaltos. Para evitar cometer errores que tengan un impacto económico en la jubilación es fundamental realizar una adecuada planificación financiera según los objetivos marcados. A continuación, vamos a analizar algunos de los errores más habituales que se deben evitar para disfrutar de una jubilación tranquila y satisfactoria.

¿Cuáles son los errores que conviene evitar para disfrutar de la jubilación?

Realizar una adecuada planificación de la jubilación es clave para garantizar la estabilidad financiera del futuro. Algunos errores comunes son no empezar a ahorrar a tiempo o no diversificar ingresos. Aquí algunos ejemplos: 

1. No planificar financieramente la jubilación

Los expertos recomiendan empezar a ahorrar y a invertir de manera constante lo antes posible, ya que de este modo se contará con un mayor margen de tiempo para favorecer el ahorro para la jubilación. Además, se suele recomendar diversificar las fuentes de ingreso, combinando el ahorro con otros productos con los que intentar obtener rentabilidad, como por ejemplo, los planes de pensiones.

No planificar financieramente la jubilación puede ocasionar una mayor dificultad para que una persona pueda mantener su nivel de vida una vez afronte el retiro profesional. Además, es posible que esto provoque que tenga que reducir algunos de sus gastos o que, en el peor de los gastos, tenga que desprenderse de parte de su patrimonio.

2. Comenzar a ahorrar tarde

Es frecuente que se empiece a ahorrar demasiado tarde pensando que la jubilación queda muy lejos. La experiencia dice que cuanto antes se comience, mayor será el colchón y menores las preocupaciones que nos persigan o puedan surgir en un retiro que, ante todo, debería ser calmado. Existen diferentes productos de ahorro diseñados de manera específica para planificar económicamente la jubilación.

Preparar económicamente la jubilación cuanto antes permite ahorrar poco a poco y con constancia, a través de aportaciones periódicas. Además, ofrece un mayor margen de tiempo para poder utilizar el ‘poder’ del interés compuesto, es decir, de generar intereses a través de la inversión de las plusvalías que se generen. Finalmente, también aporta al ahorrador un mayor margen para diversificar en diferentes productos de inversión, como depósitos o fondos de inversión.

3. No tener en cuenta la inflación

La inflación puede erosionar el poder adquisitivo de los ahorros, sobre todo en el largo plazo, por lo que no considerar la tasa de inflación al planificar la jubilación puede hacer que, en el futuro, el dinero ahorrado haya perdido valor si no se ha hecho nada con él. Existen productos financieros que suelen replicar mejor a largo plazo el comportamiento de la inflación, como los fondos de inversión, así como la propia inversión en acciones.

Tradicionalmente, los precios en el sector inmobiliario también han sabido recoger el aumento de la inflación con el paso del tiempo, por lo que puede ser una buena decisión invertir en la compra de una vivienda y financiarla a través de una hipoteca pensando en complementar económicamente la jubilación el día de mañana.

4. No pensar en las distintas etapas de la vida para adaptar el plan de ahorro

La capacidad de ahorro de una persona cambia a lo largo de su vida en virtud de cómo evolucionan sus ingresos y, también, sus gastos. Por ello, es oportuno que las perspectivas de ahorro de cara a la jubilación se adapten a cada situación personal, sin perder de vista los objetivos económicos marcados para el largo plazo.

Por regla general, una vez se entra en el mundo laboral las personas afrontan diferentes etapas desde el punto de vista financiero:

  • Inicial hasta los 30 a 35 años. Los ingresos suelen ser bajos, aunque a medida que el salario crece estos aumentan. Por el contrario, los gastos también se estabilizan ya que la persona acaba de emanciparse y habitualmente vive sola.
  • Desde los 35 hasta los 55 años. Es una etapa clave ya que es frecuente que sea el momento de decidir la adquisición de una vivienda y formar una familia. La mayor parte de los gastos se destinarán tanto a cubrir las necesidades de la economía doméstica como a abonar las cuotas del préstamo hipotecario.
  • Desde los 55 años hasta la jubilación. Es la etapa de la consolidación profesional. Los ingresos se han estabilizado y el volumen de gastos se reduce, en ocasiones, sensiblemente, debido a que los hijos se emancipan. Es probable que se incremente el nivel de ahorro de manera relevante, teniendo presente que el retiro profesional está cercano.

5. No contar con los gastos de salud

A medida que se envejece, los gastos relacionados con la salud tienden a aumentar. Sin embargo, existen personas que los subestiman, es decir, que no tienen en cuenta el coste de los tratamientos médicos, los medicamentos o de la posible necesidad de asistencia o cuidado a largo plazo. Todos ellos pueden suponer un gasto significativo que no sea posible cubrir con el ingreso de la pensión de jubilación.

Además, es importante considerar tener un seguro de salud adecuado y, si es posible, contar con un fondo especial para gastos médicos. También puede ser una buena idea llevar un estilo de vida saludable, hacer chequeos regulares y mantenerse activo físicamente. Dejar estos aspectos al azar puede generar una gran incertidumbre y estrés durante la jubilación.

Fotografía de Vlad Sargu en Unsplash


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