Comprar una vivienda es una de las decisiones más importantes que se toman a lo largo de la vida debido a la gran inversión que supone. Por ello, antes de solicitar financiación e intentar contratar una hipoteca hay que informarse correctamente sobre los diferentes tipos de préstamos hipotecarios que existen y conocer cuál es la solvencia económica del futuro propietario.
¿Cuál es mi solvencia económica?
A la hora de solicitar una hipoteca es primordial hacer un análisis presente y un cálculo futuro de las cuentas del comprador. El tipo de vivienda que vamos a comprar estará determinado por la situación económica y la estabilidad laboral, dos aspectos determinantes para conocer
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No destinar más del 30% de los ingresos mensuales al pago de la cuota hipotecaria.
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Contar con una cantidad ahorrada de, como mínimo, el 20% del precio total de la vivienda.
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Disponer de entre el 10% y el 15% del valor total para los gastos asociados a la compra de la vivienda (la notaría, los impuestos y los gastos de la hipoteca, entre los que están la tasación de la vivienda y la comisión de apertura. Banco Sabadell no aplica esta comisión a sus hipotecas).
Tipos de hipoteca
Antes de contratar una hipoteca hay tres aspectos fundamentales a tener en cuenta: el capital, el interés y el plazo. El capital es el dinero que la entidad bancaria presta al comprador; el interés, que puede ser fijo o variable, es el porcentaje que se debe pagar al banco por el dinero prestado; y el plazo es el tiempo en el que se firma que se devolverá el capital prestado más los intereses.
Las hipotecas se pueden clasificar atendiendo a distintos factores, pero el criterio más común es dividirlas en función del tipo de interés. Así, existen:
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Hipoteca fija. El interés se mantiene igual durante toda la vida del préstamo hipotecario. Esto significa, en la práctica, que no está sujeto a las variaciones del índice de referencia, que en España es habitualmente el euríbor. Por regla general, una hipoteca a tipo fijo ofrece unos tipos de interés más elevados que las hipotecas a tipo variable y cuenta con un plazo más reducido.
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Hipoteca variable. La cuota sube o baja en función de la evolución del índice de referencia. A diferencia de la hipoteca fija, que ofrece seguridad porque es inalterable al mercado, la hipoteca variable está sujeta a cambios que se produzcan en los mercados.
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Hipoteca mixta. Es una mezcla entre las dos hipotecas anteriores, ya que durante los primeros años del préstamo se aplica un tipo de interés fijo y, posteriormente, se pasa a uno variable. En la primera etapa de vida de esta hipoteca la cuota es siempre la misma y, pasado un tiempo, se aplica un tipo de interés variable, que se calcula sumando al índice de referencia un diferencial. Puedes analizar las opciones disponibles con el simulador hipotecario para estimar cuotas y plazos de forma precisa.
Ventajas e inconvenientes de cada hipoteca
Cada hipoteca tiene sus ventajas y sus inconvenientes según varios factores como la solvencia económica del futuro propietario, el importe y el plazo de amortización del préstamo. Para elegir qué tipo de hipoteca encaja mejor con las necesidades del propietario, lo más adecuado es dejarse aconsejar por los expertos, ser conscientes de la situación financiera y del proyecto de vida particular, siendo realistas y teniendo siempre en mente que un préstamo hipotecario es un compromiso a largo plazo.
1 El resultado de esta simulación será de carácter publicitario y orientativo basado en datos provisionales. Para elaborarla, nos basaremos en las condiciones actuales del mercado y en los datos que nos facilites a través de las próximas pantallas. Si deseas solicitar una hipoteca una vez veas el resultado de tu simulación, deberás contactar con nosotros para obtener más información y recibir tu oferta personalizada.
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