Comprar una segunda vivienda en la playa, en la montaña o en el campo es un sueño para muchos españoles. Una propiedad para disfrutar de las vacaciones sintiéndose como en casa o para alquilar y lograr un ingreso extra. Sin embargo, antes de dar el paso es importante analizar los gastos de compra y de mantenimiento, que a menudo se unen a los del hogar habitual, y tener en cuenta que la hipoteca de este tipo de viviendas tiene condiciones diferentes. ¿Cómo son las hipotecas para las segundas residencias?, ¿qué se debe tener en cuenta antes de pedir una hipoteca para comprar una segunda vivienda?
¿En qué se diferencian las hipotecas de segunda vivienda de las de primera vivienda?
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El porcentaje de financiación máximo
La diferencia fundamental es que el porcentaje de financiación máximo es menor. Mientras que en las hipotecas para primeras viviendas los bancos prestan, como máximo, el 80% del valor de tasación, en las segundas suelen ofrecer entre el 60% y el 70% de este valor.
Aunque, por norma general, no existe la posibilidad de encontrar una hipoteca de segunda vivienda con un 100% de financiación, puedes barajar otras opciones. Por ejemplo, en el caso de que tengas a algún conocido con una gran estabilidad económica, una alternativa válida es recurrir a un préstamo familiar o préstamo entre particulares, donde el porcentaje de financiación lo acordaréis entre ambas partes.
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Los plazos de amortización
Los plazos de amortización son más reducidos. A aquellos que piden su primera hipoteca suelen otorgarles plazos de hasta 30 años, pero cuando se trata de la segunda vivienda apenas se alcanzan los 20 o los 25 años. Esto implica que se pagarán intereses durante menos tiempo, lo que provocará que las cuotas sean más elevadas.
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El tipo de interés
Al igual que las de primera vivienda, estas hipotecas pueden ser a tipo variable (cuentan con un diferencial fijo más un índice de referencia, que en España suele ser el euríbor), a tipo fijo (la entidad que las concede siempre cobra el mismo interés) o a tipo mixto (se cobra un interés fijo durante un periodo de tiempo determinado para pasar a aplicar después un interés variable). Para descubrir qué préstamo hipotecario encaja mejor contigo, puedes hacer una simulación de tu hipoteca1.
Sin embargo, en el caso de las segundas residencias, la mayoría de las entidades suele aplicar un tipo de interés más elevado que en la primera vivienda.
Los requisitos
Para la compra de una segunda residencia los bancos suelen exigir unos mayores requisitos de solvencia, dadas las características de estas hipotecas (menor financiación y cuotas más altas). Además, es habitual que la entidad solicite una garantía adicional que, por ejemplo, puede ser la primera residencia en caso de que ya esté pagada. Asimismo, se incluyen los requisitos habituales al solicitar cualquier hipoteca (estabilidad laboral, ingresos recurrentes, historial crediticio, etc.).
¿Qué hay que tener en cuenta antes de pedir una segunda hipoteca?
Dado que los requisitos para solicitar una hipoteca para segunda vivienda son más estrictos, es recomendable tener en cuenta una serie de factores antes de solicitarla:
- Se necesita un volumen de ahorros mayor para poder hacer la compra, ya que el porcentaje de financiación es menor.
- Las cuotas mensuales son más elevadas, ya que se pagan intereses durante menos tiempo.
¿Puedo pedir una segunda hipoteca si todavía estoy pagando la primera?
Es más habitual de lo que piensas preguntarse: ¿cómo puedo comprar una segunda vivienda teniendo ya una hipoteca? ¡Tienes varias alternativas! Existe la posibilidad de pedir una hipoteca para comprar una segunda residencia aunque aún se esté pagando el préstamo de la vivienda habitual. Para ello, se puede recurrir a las siguientes opciones:
- Pagar dos cuotas simultáneamente. La opción más directa es pedir una hipoteca independiente a la que ya existe y pasar a pagar dos cuotas diferentes al mes, una por cada vivienda.
- Ampliar tu hipoteca para la segunda vivienda. Para ello será necesario realizar una novación hipotecaria para ampliar el dinero del préstamo y añadir la segunda vivienda como garantía adicional. Con esta opción, el propietario solo tiene que pagar una cuota mensual y los gastos son menores.
- Rehipotecar la vivienda habitual. Consiste en pedir una nueva hipoteca sobre la vivienda habitual que cancela la hipoteca anterior por un importe mayor. En este caso los gastos son mayores ya que hay que pagar la cancelación de la hipoteca anterior así como la constitución de la nueva.