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Tipos de viviendas, ¿cuáles son sus características?

Carlos S. Ponz, Publicidad - Wed Aug 07 12:11:14 CEST 2024
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Conocer cada tipo de vivienda es importante ya que condiciona su precio de venta y los impuestos que habrá que pagar por ella.

Existen muchos tipos de vivienda, desde viviendas libres de primera o de segunda mano a viviendas de protección oficial (VPO). A continuación, vamos a analizar los principales tipos de viviendas que hay y las características de cada uno de ellos.

¿Qué tipos de viviendas hay?

Según quién posea su titularidad y de acuerdo con la libertad de venta o de alquiler que exista, es posible hablar de viviendas libres o de vivienda protegidas.

¿Qué es una vivienda libre?

Las viviendas libres son aquellas que pertenecen a empresas o particulares y que al construirse no han recibido ningún tipo de ayuda del sector público, por lo que su precio de venta se rige por la ley de la oferta y la demanda.

Dentro de las viviendas libres, hay viviendas de obra nueva y de segunda mano.

  • Viviendas libres de obra nueva. Tienen la ventaja de que el comprador puede entrar a vivir directamente en el piso o en la casa, ya que, por norma general, no será necesario realizar reformas y las instalaciones, los materiales y el propio diseño son más actuales, eficientes y de más calidad que en un inmueble de segunda mano. 

¿Qué impuestos tiene una vivienda de obra nueva? 

Este tipo de vivienda está gravada con el impuesto sobre el valor añadido (IVA), que supone un 10% (salvo en Canarias, donde se aplica el impuesto general indirecto canario -IGIC-, cuyo tipo es del 6,5%). 

¿Cuánto cuesta una vivienda de obra nueva? 

El precio acostumbra a ser más elevado (sobre todo si la compra no se realiza sobre plano) y a no ser negociable. Además, también habrá que pagar el impuesto sobre actos jurídicos documentados (IAJD), que está transferido a las comunidades autónomas y varía del 0,5% al 1,5% sobre el valor de referencia.

  • Viviendas libres de segunda mano. Pese a que a menudo requieren realizar reformas, suelen permitir revalorizar de forma considerable el inmueble.

¿Qué impuestos tiene una vivienda de segunda mano? 

Estas viviendas se gravan por el impuesto sobre transmisiones patrimoniales (ITP), que se sitúa entre el 4% y el 10% sobre su precio y que se abona a la comunidad autónoma donde se ubica la vivienda. 

¿Cuánto cuesta una vivienda de segunda mano? 

El precio suele ser inferior y negociable en comparación con el de los inmuebles de obra nueva.

​​​​​Puede interesarte: ¿Comprar una casa de obra nueva o de segunda mano?

¿Qué es una vivienda protegida?

Las viviendas protegidas o VPO cuentan con financiación pública. Su precio, por tanto, es más asequible que el de las viviendas libres, ya sean de obra nueva o de segunda mano. Las VPO cumplen unas características específicas, como las dimensiones, que oscilan entre los 70 y los 90 metros cuadrados, y el precio máximo de venta o de renta, calculado e impuesto por la Administración a través de la “calificación provisional”, que se otorga antes del proyecto, y la “calificación definitiva”, llevada a cabo tras su finalización.

¿Cuánto cuesta una vivienda de protección oficial? 

Entre las ventajas de una vivienda de protección oficial se encuentran un precio más bajo y la posibilidad de beneficiarse de las ayudas financieras que proporcionan las comunidades autónomas.

Requisitos para acceder a una vivienda de protección oficial 

Una vivienda de protección oficial debe destinarse al domicilio habitual del comprador y no puede venderse libremente hasta que no haya pasado un plazo marcado por la Administración correspondiente, que suele situarse en torno a los 10 años. Además, otros requisitos que hay que tener en cuenta son: 

  • Ser mayor de edad.

  • Ingresos. Los ingresos de los compradores o inquilinos no deben superar unos máximos establecidos por la Administración. El indicador público de renta de efectos múltiples (IPREM) es un índice empleado en España como referencia para la concesión de ayudas, subvenciones o el subsidio de desempleo. En 2024, el ingreso máximo de los solicitantes corresponde a 7.200 euros al año en 12 pagas ó 8.400 euros en 14 pagas. Según donde se encuentre el solicitante, para acceder a una vivienda de protección oficial no se podrá superar el límite de rentas establecido, que suele ubicarse entre el 2,5 y 5,5 veces el IPREM.

  • No tener una vivienda libre en propiedad.

  • Registro. Estar inscritos en un registro público de demandantes de VPO, gestionado por cada región. 

  • Empadronamiento. Estar empadronado en la ciudad donde se ubica la vivienda a la que se quiere acceder.

  • Ayudas. No haber conseguido ayuda en financiación pública de viviendas en los últimos 10 años.

  • Primera concesión. No haber recibido una concesión de una VPO con anterioridad, a no ser que se demuestre que se trata de una vivienda inapropiada para las circunstancias familiares o personales.

Tipos de vivienda de protección oficial 

Dentro de las VPO, existen las viviendas protegidas de régimen especial, reservadas a personas con ingresos familiares anuales que no superen en 2,5 veces el salario mínimo interprofesional. También existen las promociones públicas autoconstruidas o viviendas promovidas, cuya construcción está impulsada por el propio beneficiario, que generalmente debe ser propietario del solar en el que se edificará la vivienda.

Por otro lado, cabe hablar de las viviendas de precio tasado (VPT), que no han sido calificadas como viviendas protegidas, son nuevas o usadas, con más de un año desde su construcción y a las que se puede acceder con préstamos específicos cualificados, ayudas y subvenciones.

Otros tipos de viviendas protegidas 

Además de las VPO, a nivel estatal se encuentran otros tipos de viviendas protegidas, como son:

  • Viviendas de protección pública (VPP). Pertenecen a la Administración Pública, organismos o empresas públicas que se encargan de comprar el suelo, financiar las obras y comercializar los inmuebles. Se caracterizan por tener un régimen de protección para venta, uso propio o arrendamiento que se extiende durante 15 años.

  • Viviendas de protección pública básica (VPPB). Son iguales que las VPP salvo por la particularidad de que tienen un régimen de protección de 20 años, aunque se pueden vender antes si se cumple un precio máximo de venta legal. 

  • Viviendas de protección pública de precio limitado (VPPL). Tienen un régimen de protección de 20 años aunque es posible solicitar su desclasificación voluntaria a partir de los 15 años desde su clasificación definitiva. Su precio de venta o de alquiler está limitado por la Administración.

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Fotografía de Grant Lemons en Pexels

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Hipoteca verde: ¿cómo funciona y cómo se solicita una hipoteca “eco”? Carlos S. Ponz

Una hipoteca verde se diferencia del resto de préstamos hipotecarios en que requiere que la vivienda a la que financia cumpla con una serie de criterios de sostenibilidad y de eficiencia energética. Te contamos todo sobre las hipotecas verdes a continuación. 

¿Qué es una hipoteca verde o ecológica?

Una hipoteca verde o ecológica es un préstamo hipotecario que permite financiar la adquisición de una vivienda que cumple con unos determinados criterios de eficiencia energética y sostenibilidad ambiental. 

Entre las ventajas que aporta una vivienda así cabe destacar:

  • Menor gasto en electricidad, promoviendo el ahorro a largo plazo.

  • Mayor valor de la vivienda en el mercado.

  • Posibles beneficios fiscales, según la legislación vigente.

  • Cumplimiento con la normativa existente en materia de sostenibilidad.

  • Contribuir a la preservación del planeta.

Principales características de las hipotecas verdes

Las hipotecas verdes tienen una serie de características que las diferencian de las hipotecas tradicionales, como son:

  • Financiar viviendas que cumplen con unos estándares de eficiencia energética, como mejores aislamientos en la vivienda, un sistema de calefacción más eficiente o el uso de paneles solares para el autoconsumo.

  • Promover una serie de certificaciones oficiales que acrediten que el inmueble cumple con unos determinados estándares medioambientales.

  • Poder optar, según el caso, a unas condiciones más favorables, como contar con una tasación elevada asociada a un buen porcentaje de financiación.

¿Cómo funciona una hipoteca verde?

Desde el punto de vista de su titular, una hipoteca verde funciona igual que una hipoteca tradicional, ya que hay que abonar unas cuotas periódicas a través de las que se va devolviendo parte del capital prestado y de los intereses. Normalmente, una hipoteca cubre hasta un máximo del 80% del precio de la compraventa o del valor de la tasación del inmueble (el menor de los dos). La cuota mensual que abona el titular no debe superar el 35% de sus ingresos totales para no sobrepasar su capacidad de endeudamiento.

¿Cómo tramitar una hipoteca “eco”?

Tramitar una hipoteca verde es un proceso que no difiere en gran medida de solicitar una hipoteca tradicional, por lo que es importante prestar atención a las cosas que tienes que saber antes de pedir una hipoteca. Con todo, hay que tener presente que sí que se exigen unos requisitos diferentes.  

Requisitos que debe cumplir el solicitante

Para solicitar una hipoteca verde hay que cumplir con una serie de requisitos específicos, como pueden ser:

  • Aislamiento térmico de alta calidad en paredes, techos y ventanas.

  • Sistemas de iluminación LED.

  • Sistemas de calefacción y agua caliente eficientes.

  • Electrodomésticos con etiquetado A ó B.

  • Uso de energías renovables, por ejemplo, a través de paneles solares o de aerogeneradores.

Aunque independientemente de si se cumplen estos requisitos o no, lo recomendable es ponerse en contacto con el banco para solicitar asesoramiento sobre el tipo de hipoteca más recomendable según cada caso. El banco realizará entonces un estudio para analizar la solvencia del solicitante, teniendo en cuenta, entre otros factores, que:

  • No hay que destinar más del 35% de los ingresos mensuales al pago de la cuota hipotecaria.

  • Contar con una cantidad ahorrada de, como mínimo, el 20% del precio total de la vivienda.

  • Disponer de entre el 10% y el 15% del valor total para los gastos asociados a la compra de la vivienda (la notaría, los impuestos y los gastos de la hipoteca, entre los que están la tasación de la vivienda y la comisión de apertura. Banco Sabadell no aplica en la actualidad esta comisión a sus hipotecas).

Proceso de tramitación

Junto a la petición al banco, el solicitante debe entregar: 

  • Documento Nacional de Identidad (DNI) o Número de Identificación Fiscal (NIF).

  • Histórico de la vida laboral.

  • Justificante del precio de compraventa de la vivienda.

  • Las dos últimas nóminas.

  • La declaración de la Renta (si es trabajador por cuenta ajena) o, si es profesional autónomo, la declaración de la renta de los dos últimos ejercicios, los pagos trimestrales del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) del año en curso y los recibos de pago a la Seguridad Social más recientes.

Si el banco, una vez analizada la solicitud, decide ir hacia adelante enviará al solicitante la Ficha de Información Precontractual (FIPRE) que, aunque tiene carácter meramente informativo, incluye las características básicas de la hipoteca y del tipo de interés, ya sea fijo, mixto o variable

Si la persona interesada en suscribir la hipoteca quiere continuar con el proceso de solicitud de la hipoteca tras analizar la FIPRE, el banco preparará la Ficha Europea de Información Normalizada (FEIN), que sí que tiene carácter vinculante. También recibirá la Ficha de Advertencias Estandarizadas (FiAE), en la que, entre otra información, se reflejan las consecuencias legales si se produce un incumplimiento del contrato.

Alternativas a una hipoteca verde

Además de las hipotecas verdes también existen los préstamos verdes, que son préstamos que se destinan a financiar iniciativas sostenibles que tengan un impacto positivo en el medio ambiente. 

Hay que tener en cuenta que, al igual que los préstamos convencionales, los préstamos verdes suelen ser de una cuantía menor que las hipotecas, pero si lo que quieres es, por ejemplo, hacer una reforma para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad de tu vivienda, puedes optar por este tipo de préstamos. 

Fotografía de Freepik


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Inscribir una vivienda en el Registro de la Propiedad: ¿cómo hacerlo? Carlos S. Ponz

Entre los trámites que conviene realizar al comprar una casa está el de su inscripción en el Registro de la Propiedad de la vivienda. Algo que, aunque en principio no es obligatorio, es clave para, entre otras cosas, dejar constancia sobre si el inmueble soporta alguna carga. A continuación, te explicamos por qué es importante inscribir una vivienda en el Registro de la Propiedad y los pasos que hay que seguir para hacerlo.

¿Qué es el Registro de la Propiedad? 

El Registro de la Propiedad es una institución del Estado que tiene entre sus cometidos el de recoger oficialmente cualquier inscripción, contrato o resolución judicial o administrativa que afecte a una propiedad inmobiliaria. Por ejemplo, cuando se produce una compraventa de una vivienda, permite inscribir información relativa a quién es el propietario y los derechos y cargas que recaen sobre ella. 

Una de las finalidades más importantes del Registro de la Propiedad es dar seguridad a las operaciones que se realizan en el mercado inmobiliario, ya que al estar registradas se da como cierto lo que dice el Registro. Es decir, que no otorga la titularidad sobre un inmueble, pero sí la hace pública.

¿Cómo se registra una vivienda en el Registro de la Propiedad? 

Documentación necesaria para inscribir una vivienda en el Registro de la Propiedad

Antes de realizar la inscripción de una vivienda en el Registro de la Propiedad, es importante que el propietario reúna la siguiente documentación:

  • Copia autorizada de la escritura pública de la compraventa firmada por el notario.
  • Liquidación de los impuestos correspondientes a la compraventa del inmueble, para demostrar que está libre de cargas.
  • Acreditación de la comunicación de la transmisión al Ayuntamiento.
  • Recibo más reciente del impuesto sobre bienes inmuebles (IBI).

Con esta documentación, ya es posible acudir a la oficina del Registro de la Propiedad para inscribir la vivienda. Este trámite conlleva un coste económico y se puede realizar personalmente o delegarlo en una gestoría.

Los expertos del Registro de la Propiedad analizarán toda la documentación que ha presentado el propietario y, en un plazo máximo de 15 días hábiles, confirmará el cambio en el derecho de propiedad del inmueble.

¿Es obligatorio inscribir una vivienda en el Registro de la Propiedad?

La inscripción de los inmuebles en el Registro es voluntaria, pero al hacerlo se obtiene una mayor seguridad jurídica en las operaciones. Sólo es de obligatorio cumplimiento en el caso de querer solicitar una hipoteca, ya que el banco requiere el registro del inmueble dado que es la única garantía del préstamo hipotecario.

¿Cuánto tiempo tengo para inscribir una vivienda en el Registro de la Propiedad? 

Al ser un trámite opcional, el propietario puede inscribir su vivienda en el Registro de la Propiedad cuando desee o, directamente, no hacerlo. Eso sí, a la hora de solicitar una hipoteca para financiar la compra del inmueble, es obligatorio realizar la inscripción en el Registro para formalizar la hipoteca. Este gasto es uno de los que corresponde al banco, de acuerdo a la Ley Hipotecaria de 2019.

¿Cuánto cuesta inscribir una vivienda?

El coste de inscribir una vivienda en el Registro de la Propiedad suele rondar entre los 50 y los 300 euros, ya que se calcula en función de un porcentaje del valor del inmueble (entre el 0,05% y el 0,20% del precio de compraventa). 

Fotografía de Freepik

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Ahorro, inversión y jubilación   - 22/11/2024

Así puedes calcular cómo será tu pensión de jubilación Carlos S. Ponz

Calcular la pensión de jubilación que una persona recibirá al retirarse es clave para conocer si podrá mantener su nivel de vida o si será necesario complementarla con algunos productos destinados al ahorro como, por ejemplo, un plan de pensiones. Para ello existen dos elementos clave: su salario y el número de años que haya cotizado a la Seguridad Social. A continuación, te explicamos cómo utilizarlos para saber la cuantía de tu pensión de jubilación.

¿Cómo calcular la pensión de jubilación?

A través del salario es posible determinar la base reguladora de una pensión de jubilación. La base reguladora de la pensión es el mecanismo que se utiliza legalmente para estimar la cuantía económica que tendrá una pensión de jubilación en el futuro. ¿Cómo calcular la base reguladora?  Hay que sumar las últimas 300 cotizaciones a la Seguridad Social de una persona (que son las cotizaciones de los últimos 25 años) y dividir el resultado entre 350.

A continuación, hay que aplicar un porcentaje de ajuste a la pensión de jubilación que se corresponde con los años cotizados. Hasta el año 2026, es necesario haber cotizado 36 años y 6 meses como mínimo para tener derecho a percibir el 100% de la base reguladora de la pensión. Si no se alcanza ese mínimo, los derechos de acceso quedan así:

  • Los primeros 15 años de cotización dan derecho al 50 % de la base reguladora.
  • Desde ese momento, por cada mes adicional cotizado durante los primeros 49 meses, al 50% anterior se añadirá un 0,21%.
  • A partir del mes 50, para cada uno de los meses siguientes, se le añadirá un 0,19%.

Tabla para calcular la pensión según los años cotizados

En 2024, esta es la tabla para calcular la pensión de jubilación según los años cotizados:

  • 15 años cotizados: 50% de la base reguladora.
  • 16 años cotizados: 52,52% de la base reguladora.
  • 17 años cotizados: 55,04% de la base reguladora.
  • 18 años cotizados: 57,56% de la base reguladora.
  • 19 años cotizados: 60,08% de la base reguladora.
  • 20 años cotizados: 62,38% de la base reguladora.
  • 21 años cotizados: 64,66% de la base reguladora.
  • 22 años cotizados: 66,94% de la base reguladora.
  • 23 años cotizados: 69,22% de la base reguladora.
  • 24 años cotizados: 71,50% de la base reguladora.
  • 25 años cotizados: 73,78% de la base reguladora.
  • 26 años cotizados: 76,06% de la base reguladora.
  • 27 años cotizados: 78,34% de la base reguladora.
  • 28 años cotizados: 80,62% de la base reguladora.
  • 29 años cotizados: 82,90% de la base reguladora.
  • 30 años cotizados: 85,18% de la base reguladora.
  • 31 años cotizados: 87,46% de la base reguladora.
  • 32 años cotizados: 89,74% de la base reguladora.
  • 33 años cotizados: 92,02% de la base reguladora.
  • 34 años cotizados: 94,30% de la base reguladora.
  • 35 años cotizados: 96,58% de la base reguladora.
  • 36 años y 6 meses o más cotizados: 100% de la base reguladora

Ejemplo para calcular la pensión

José ha trabajado durante 35 años. Su salario promedio durante los últimos 25 años ha sido de 2.000 euros, por lo que el cálculo de su base reguladora es:

(2.000 x 300) / 350 = 1.714,28 euros.

Sobre esta cifra hay que realizar la correspondiente reducción teniendo en cuenta que le quedaría un año y seis meses para alcanzar los 36 años y seis meses que le permitirían recibir el 100% de su base reguladora. A José habría que aplicarle entonces un coeficiente del 96,58%. De este modo, su pensión de jubilación final sería:

(1,714,28 x 96,58) / 100 = 1.655,65 euros.

Aunque en 2024 la edad legal para la jubilación ordinaria es de 66 años y seis meses, en 2025 se situará en 66 años y ocho meses, y en 2027 llegará hasta los 67 años. Para todos estos años, es necesario haber cotizado, al menos, 15 años para optar a una pensión pública de jubilación, dos de ellos comprendidos dentro de los 15 años previos a la jubilación.

Opciones para complementar la pensión de jubilación

Aunque para intentar favorecer el ahorro para la jubilación, el producto más conocido suele ser el plan de pensiones individual, existen otros que también están destinados a ese fin, como por ejemplo:

Cada uno de ellos tiene sus peculiaridades y ofrece una deducción fiscal diferente, por lo que antes de contratarlos lo más oportuno es solicitar asesoramiento profesional.

Fotografía de Antoine Dautry en Unsplash

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