Una hipoteca mixta aplica al principio un tipo de interés fijo y, más adelante, uno variable.
Una hipoteca es un producto de financiación diseñado específicamente para la adquisición de una vivienda. El criterio más utilizado para diferenciar entre los distintos tipos de hipotecas que existen es el tipo de interés. En virtud del tipo de interés, existen hipotecas a tipo fijo (en las que el interés no varía durante todo el contrato hipotecario), a tipo variable (referenciadas a un índice al que se le aplica un diferencial y cuyas cuotas varían en función de la evolución de este indicador) y mixtas (que aplican un tipo de interés fijo durante los primeros años del préstamo y, posteriormente, se pasa a uno variable).
Características de una hipoteca mixta
Por regla general, una hipoteca suele cubrir hasta un máximo del 80% del precio de la compraventa o del valor de la tasación del inmueble (el menor de los dos). Además, la cuota mensual que abonaremos normalmente no superará el 40% de nuestros ingresos totales.
Una hipoteca mixta es una mezcla entre una hipoteca fija y una hipoteca a tipo variable. Durante los primeros años, la cuota se mantiene sin cambios debido a que el tipo de interés no varía, pero, más adelante, la hipoteca se referencia a un índice (en España, lo habitual es que sea el Euríbor), por lo que las cuotas varían según su evolución.
En una hipoteca, hay que tres elementos que son clave para concretar las cuotas a pagar:
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Tipo de interés nominal (TIN), que es el tipo de interés que el banco establece al prestar una cantidad de dinero, pero sin hacer referencia al resto de gastos de una operación hipotecaria.
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Tasa anual equivalente (TAE), que, a diferencia del TIN, que sólo recoge el precio que el banco cobra por prestarnos el dinero, tiene en cuenta los gastos y comisiones asociados al préstamo hipotecario.
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Euríbor, que es el tipo europeo de oferta interbancaria (Euro InterBank Offered Rate, según sus siglas en inglés) y que indica el precio al que las entidades bancarias europeas se prestan dinero entre sí. Este tipo suele revisarse cada seis meses o cada 12 meses y, en función de si sube o baja, lo hará también la cuota mensual de las hipotecas a tipo variable o mixtas.
Ventajas de una hipoteca mixta
Al ser una mezcla entre las hipotecas a tipo y las hipotecas a tipo variable, las hipotecas mixtas ofrecen ventajas de ambas. Durante los primeros años, al aplicarse un tipo de interés fijo, una hipoteca mixta ofrece seguridad al propietario ya que la cuota que tiene que pagar es inalterable al mercado. Más adelante, cuando pasa a un tipo de interés variable, la cuota que habrá que pagar estará sujeta a los cambios que se produzcan en los mercados, por lo que en un contexto de Euríbor a la baja podría producirse una reducción significativa en la cuantía de la cuota mensual.
Además, una hipoteca mixta suele tener un tipo de interés menor en los primeros años que en el caso de las hipotecas fijas. Esto contribuye a aportar una mayor tranquilidad al cliente, en especial, durante el comienzo del préstamo hipotecario.
Por el contrario, el principal riesgo de una hipoteca mixta es no conocer cuál será el tipo de interés que se pagará cuando se aplique el índice de referencia (habitualmente, el Euríbor) más un diferencial, dado que la situación en el mercado podría haber cambiado en relación a cuando se suscribió el préstamo hipotecario.
Qué tipo de hipoteca elegir
El principal criterio a la hora de elegir un tipo de hipoteca es el de la tolerancia al riesgo del comprador de una vivienda, junto a sus propias preferencias. Además, otros factores como su edad o los ingresos mensuales de los que dispone son también relevantes.
Por regla general, las hipotecas a tipo fijo son las preferidas por las personas más conservadoras o por aquellas que cuentan con el inmueble sobre el que se ejecuta el préstamo hipotecario alquilado. De este modo, mantienen su rentabilidad estable. En el caso de las hipotecas variables, son idóneas para los clientes más jóvenes, que, con frecuencia, están más dispuestos a asumir mayores riesgos. Por su parte, las hipotecas mixtas, al ser las más flexibles, están indicadas para aquellos compradores que tienen pensado amortizar de manera anticipada la hipoteca.
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