Al solicitar financiación al banco para adquirir una segunda residencia, hay que tener en cuenta que los requisitos cambian respecto a los de la hipoteca de la primera vivienda. Además de pedir una nueva hipoteca, también es posible modificar las condiciones de la que ya se tiene activa.
Comprar una segunda residencia para pasar las vacaciones o con el objetivo de alquilarla y obtener unos ingresos extra es el deseo de muchas personas. Antes de realizar esta operación es importante contar con toda la información acerca de cómo financiar la compra de una segunda vivienda, ya que las hipotecas para segundas residencias cuentan con unas características diferentes. A continuación, te explicamos las claves para pedir una hipoteca para una segunda casa.
Qué es una hipoteca para una segunda vivienda
Una hipoteca para una segunda vivienda sirve para financiar la compra de un inmueble adicional a la residencia habitual del propietario, como, por ejemplo, un apartamento en la playa o un inmueble destinado al alquiler.
Habitualmente, esta hipoteca se concede cuando el titular ya tiene otra en ‘activo’ para su vivienda habitual. Por ello, cuenta con algunos requisitos y condiciones diferentes que es importante conocer antes de solicitarla.
Qué condiciones tiene una hipoteca para una segunda vivienda
Entre las particularidades de estas hipotecas, cabe destacar:
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Porcentaje de financiación
La mayoría de los bancos ofrece financiación por, como máximo, el 80% del valor del inmueble o de tasación -el que sea menor-. En el caso de las hipotecas para segundas residencias, la financiación suele situarse entre el 60% y el 70% del valor de la vivienda o de tasación, lo que exige al comprador disponer de un ahorro previo de en torno al 50% del coste total de la segunda vivienda. Esto es así porque, al igual que en el caso de una vivienda habitual, hay que sumar entre un 10% y un 15% adicional para pagar los impuestos, los gastos administrativos así como los propios que se deriven de la hipoteca.
Las hipotecas de Banco Sabadell, que no cuentan con comisión de apertura, financian hasta el 80% del valor del inmueble o de tasación -el que sea menor- en la compra de tu primera vivienda o hasta el 70% si se trata de tu segunda residencia.
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Plazo de amortización
Para la contratación de una primera hipoteca, el plazo de amortización del préstamo puede ser de hasta 30 años. Sin embargo, para una segunda residencia, el periodo para devolver el capital prestado alcanza, como máximo, los 20 o los 25 años.
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Tipos de interés
En el caso de los préstamos hipotecarios para segundas residencias, los tipos de interés suelen ser más elevados que cuando se contrata una primera hipoteca. Aquí también será posible elegir entre una hipoteca a tipo fijo o una a tipo variable, algo que dependerá del perfil del comprador y de sus necesidades personales.
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Requisitos de solvencia
Una hipoteca para comprar una segunda vivienda conlleva mayores requisitos de solvencia que los exigidos para adquirir una primera residencia. Esto es así porque estos préstamos hipotecarios cuentan con periodos de amortización más cortos y, por lo tanto, las cuotas suelen ser más elevadas. La entidad puede solicitar, además, una garantía adicional, que puede ser la propia vivienda en la que reside el comprador.
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