Analizar el mercado, conocer la urgencia que tiene por vender el propietario o saber cuál es la situación de la demanda inmobiliaria son algunas claves para intentar conseguir rebajar el precio de una vivienda. En general, cualquier propietario que tiene un inmueble a la venta suele estar dispuesto a escuchar ofertas siempre que se trate de compradores solventes que puedan tener acceso a financiación y que le realicen una propuesta económica acorde con sus expectativas.
A continuación, te ofrecemos algunas recomendaciones con las que intentar bajar el precio de tu futura vivienda durante el periodo de negociación.
¿Qué información es importante para intentar rebajar el precio de una vivienda?
Negociar en el mercado inmobiliario suele ser duro y habitualmente premia a quienes más información manejan y, sobre todo, a aquellos que mejor la utilizan.
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Precios de mercado. Prepárate bien, por ejemplo, rastreando la zona, mirando pisos similares y comparando precios. Los portales inmobiliarios permiten recibir alertas de nuevos pisos, guardar favoritos y hacerles un seguimiento para saber si sufren cambios en sus precios.
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Tiempo de venta. Es esencial saber cuánto tiempo lleva en venta. Aunque el tiempo que se tarda en comprar una casa depende de muchos factores, al principio del proceso es habitual que el vendedor pida el precio máximo. Pero, a medida que no se encuentra comprador, es mucho más fácil que se preste a aplicar una rebaja en el precio de la casa.
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Estado de la vivienda. Es clave solicitar en el Registro una nota simple. En ella encontrarás información que puede ser muy útil. Por ejemplo, si hay cargas sobre la vivienda: ¿sigue hipotecada?, ¿tiene alguna deuda pendiente? Asimismo, sabrás quién o quiénes son los dueños del inmueble. Todo ello te dará pistas para ver si puedes ajustar más o menos el precio.
¿Qué es importante tener en cuenta sobre la vivienda antes de pedir una rebaja?
Aprovecha las visitas para fijarte bien en posibles desperfectos en la vivienda (suelos, paredes, baños, etc.). Aunque cambiar la caldera, el aire acondicionado, hacer arreglos de fontanería o renovar la instalación eléctrica te pueda parecer una minucia en comparación con lo que vas a pagar por el piso, ese tipo de reformas al final suponen bastante dinero. Esas cuestiones te darán argumentos para ofrecerle al dueño menos dinero del que pide.
También ten en cuenta si el edificio o el barrio tienen carencias como pocos servicios de transporte o colegios, o si la finca solo tiene un ascensor. De todas formas, utiliza la psicología a la hora de señalar la cantidad de defectos que le encuentras o parecerá que realmente no tienes interés por la vivienda.
¿Por qué es clave tener un presupuesto antes de hacer una oferta por una casa?
Antes de negociar el precio de una vivienda, incluso antes de ponerte a buscar casa, es importante fijar tu presupuesto máximo. Has de saber que, en caso de solicitar una hipoteca, el banco te concederá, como máximo, el 80% del valor de la vivienda o de tasación (el que sea menor). A partir de aquí, es interesante realizar una simulación hipotecaria1 para saber qué precio te puedes permitir pagar por tu futura casa.
¿Negociar el precio de la vivienda con el propietario o con la inmobiliaria?
Es el propietario de la vivienda quien tomará la decisión final sobre el precio de compraventa. Es decir que, aunque el agente inmobiliario puede resultar una figura muy útil para conseguir información (saber si se han recibido otras ofertas o cuáles son sus prioridades), la decisión siempre la tomará el dueño de la casa. Además, el propietario de la vivienda siempre tendrá más necesidad y prisa en vender que una agencia inmobiliaria, que cuenta con otros muchos clientes.
¿Cómo hacer la mejor oferta de compra al propietario de una vivienda?
Al realizar una oferta, ofrece siempre algo menos de lo que estás dispuesto a dar. Es clave negociar con cierto margen de maniobra. Si, por ejemplo, estarías dispuesto a pagar 200.000, propón 190.000. Posiblemente el dueño suba algo la cifra inicial y así ambos quedareis contentos.
Y recuerda negociar siempre con buen ánimo. Hay compradores que jamás pensaron que lograrían una bajada del 30% y propietarios que creyeron que podrían vender muy por encima de lo que finalmente sacaron. En el precio de compraventa siempre hay una parte subjetiva que puede jugar en tu favor.
Fotografía de djedj en Pixabay