Una de las claves para que una persona pueda llegar a fin de mes es gestionar las finanzas activamente y de manera efectiva. Una gestión financiera efectiva ayuda a controlar los gastos y permite planificar mejor las decisiones económicas más importantes que habrá que tomar en el futuro. A continuación, explicamos algunas claves para llegar a fin de mes a través de diferentes estrategias y ejemplos prácticos.
Cómo llegar a fin de mes con un presupuesto ajustado
Llegar a fin de mes con un presupuesto ajustado puede ser difícil pero, si además se pretende ahorrar para alcanzar ciertos objetivos a largo plazo, implica planificación y constancia. Es decir, hay que gestionar activamente las finanzas personales, poniendo en marcha estrategias concretas que permitan maximizar los recursos de los que dispone una persona y, por lo tanto, mejoren la situación de las cuentas bancarias y de los ahorros.
Entre los trucos para llegar a fin de mes con un presupuesto ajustado, cabe destacar:
- Analizar los gastos. Implica hacer un registro detallado de todos los gastos que se tengan, tanto los gastos fijos (como el alquiler o la comunidad de propietarios), como los gastos periódicos (los suministros de la luz, el agua o el gas) y los gastos imprescindibles (comida o ropa). Además, hay que ser objetivo en el cómputo de los gastos superfluos, como los destinados al ocio, y tener en cuenta que pueden producirse gastos inesperados, como que se estropee el coche o se rompa un electrodoméstico.
- Crear un presupuesto. Es conveniente, a partir de los ingresos mensuales que se tengan, establecer un presupuesto, en el que se recojan también los gastos y se incluya un apartado para el compromiso de ahorro que se desee establecer.
- Comparar precios e identificar promociones y descuentos. Para optimizar lo mejor posible los gastos que se tienen cada mes, por ejemplo, en comida o ropa, puede ser una buena idea utilizar comparadores de productos en Internet o entrar en diferentes marketplaces para intentar abaratar la lista de la compra.
- Priorizar los gastos. Es muy útil evaluar qué gastos son realmente esenciales y cuáles pueden posponerse para el futuro o eliminarse. De esta manera, el presupuesto mensual se aliviará hasta que se incrementen los ingresos, lo que permitirá estar más cerca de cumplir con el compromiso de ahorro fijado.
Estrategias para administrar el dinero y llegar a fin de mes
Existen algunas estrategias de ahorro que pueden facilitar una mejor gestión de las finanzas personales. Entre ellas, cabe destacar:
- Regla del 50-30-20. Su principal objetivo es ahorrar al mes un 20% de los ingresos. Para lograrlo, hay que dedicar el 50% para los gastos básicos e imprescindibles y un 30% para los gastos ocasionales.
- El reto de las 52 semanas. Se basa en intentar ahorrar una cantidad específica de dinero cada semana durante un año. Esta cantidad se incrementa de manera progresiva hasta alcanzar la más alta durante la última semana del año.
- Método Bullet Journal. Por medio de un registro de todos los gastos se favorece una mejor consecución de los objetivos de ahorro, estableciendo revisiones periódicas y fijando pequeños desafíos por el camino.
- Técnicas de ahorro para jóvenes. Entre las estrategias para este grupo de edad cabe destacar el método del redondeo. Se basa en redondear por arriba todo gasto que se tenga. La diferencia se destina al ahorro. Es decir, que si compramos una revista por 1,80 €, los 0,20 restantes hasta los 2 € se destinarán al ahorro.
Cómo llegar a fin de mes con 1.000 euros: caso práctico
Incluso ingresando 1.000 € al mes es posible llegar a fin de mes y ahorrar. Vamos a verlo con un ejemplo práctico:
Antonio ha decidido que quiere ahorrar 200 € cada mes, a pesar de que sus ingresos son bajos. Para lograrlo, fija un presupuesto con los gastos esenciales que tiene:
- Alquiler del piso que comparte con dos amigos: 400 €.
- Comida: 200 €.
- Transporte: 50 €.
- Otros gastos esenciales (luz, agua, teléfono móvil): 100 €.
Si quiere ahorrar 200 € al mes, Antonio comprueba que le quedan 50 € para gastos de ocio, aunque también tiene presente que es posible que pueda surgirle algún gasto imprevisto, por lo que decide guardar la mitad de ese dinero cada mes como fondo de emergencia.
Consejos para una mejor administración del dinero
Además de las estrategias para favorecer una mejor gestión de las finanzas, existen herramientas pensadas para ayudar a ahorrar. Es el caso de, por ejemplo, la app del banco, en la que es posible realizar aportaciones económicas automáticas cada vez que se cumplan pequeños hitos, como que llueva en una ciudad que escoja el usuario. Este método de ahorro se basa en que las pequeñas aportaciones que se realizan suponen poco en el día a día de una persona pero, a largo plazo, es posible que lleguen a constituir una cantidad importante.
La app del banco también favorece un mayor ahorro personal a través de una cuenta online gracias a que, por ejemplo, permite organizar y entender mejor el patrón de gastos, da la opción de poder establecer un presupuesto clasificado por partidas de gasto (ocio, alimentación, ropa…) o contribuye a un ahorro sistemático, por ejemplo, automatizando los redondeos en los gastos o reteniendo un pequeño porcentaje cada vez que se produzca un ingreso en la cuenta corriente.
También existen productos financieros que contribuyen a mejorar el ahorro de una persona. Es el caso de, por ejemplo, una cuenta de ahorro, que es una solución de ahorro inteligente en la que el titular puede ahorrar a su ritmo y tener el dinero siempre disponible.
Junto a estas recomendaciones, existen otras que permiten una mejor gestión del dinero, como son:
- Establecer una cantidad fija de ahorro para cada mes.
- Reducir los gastos no esenciales.
- Intentar generar ingresos adicionales, por ejemplo, a través de nuevos trabajos esporádicos o por medio de productos como el citado de la cuenta de ahorro.
- Constituir un fondo de emergencia que permita poder afrontar gastos inesperados que se puedan llegar a producir sin tener que recurrir a financiación externa.
A través de estos consejos, puede ser posible mejorar la gestión de las finanzas personales incluso en los periodos del año en donde crece el volumen de los gastos, como es el caso de la temida cuesta de enero.
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