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Préstamos y financiación

Carencia de préstamo: qué es y cómo funciona

Carlos S. Ponz - 23/07/2024
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Un préstamo con carencia permite al prestatario incrementar su liquidez durante un plazo de tiempo determinado.

Hay ocasiones en que podemos necesitar dinero de manera urgente para poder responder a un gasto importante como, por ejemplo, acometer la reforma de la vivienda o pagar la matrícula del Máster que va a cursar nuestro hijo. Aunque solicitemos un préstamo, es posible que no contemos en ese momento con la liquidez suficiente para afrontar su devolución. En este tipo de situaciones, es posible negociar con el banco un préstamo con carencia en el que poder retrasar el pago de las cuotas durante un tiempo determinado.

Existen diferentes tipos de periodos de carencia en los préstamos que implican una serie de compromisos y de responsabilidades para el prestatario. A continuación, te explicamos en detalle qué es la carencia en un préstamo.

Banco Sabadell comercializa un amplio abanico de préstamos para que escojas aquel que mejor responda a tus necesidades y a tu situación económica.

¿Qué es un préstamo con carencia?

Por regla general, se puede pedir carencia en cualquier préstamo personal. El periodo de carencia permite al prestatario no abonar una parte o la totalidad de la cuota de un préstamo durante el plazo que se acuerde con el banco. 

Este periodo de carencia se pacta en la firma del contrato de préstamo, aunque es posible solicitarlo al banco más adelante si la situación económica del prestatario cambia de manera significativa.

Cómo funciona un préstamo con carencia

En un préstamo, una vez expire el periodo de carencia, el prestatario deberá abonar las cuotas fijadas para la devolución del préstamo aunque, también, tendrá que hacerse cargo del incremento de los intereses que se han generado por el tiempo transcurrido.

En general, puede fijarse un periodo de carencia en cualquier tipo de préstamo, tanto en un préstamo personal como en un préstamo hipotecario

Puede interesarte: Qué es el periodo de carencia en una hipoteca

Tipos de préstamos con carencia

Hay dos tipos de periodos de carencia en los préstamos:

  • Carencia parcial o de amortización, en el que, mientras dure el periodo de carencia, sólo hay que abonar como cuota los intereses del préstamo. Este tipo de periodo de carencia suele ser utilizado por personas que tienen que afrontar problemas financieros puntuales como una enfermedad temporal o una situación de desempleo.

  • Carencia total, en el que no se hace frente ni al capital ni a los intereses. El principal hándicap de esta modalidad de periodo de carencia es que, una vez expire, la cuantía de las cuotas será más elevada, lo que condicionará de manera más relevante la capacidad de endeudamiento del prestatario.

Ni en la amortización parcial ni en la total se amortiza capital del préstamo. Habitualmente, cualquiera de ellas puede extenderse durante un plazo que va desde los tres meses a los dos años.

¿Cómo se solicita un periodo de carencia?

Para pedir un periodo de carencia si ya llevamos abonando las cuotas del préstamo durante un tiempo hay que ponerse en contacto con el banco y solicitarlo formalmente. La entidad estudiará entonces nuestra situación financiera y decidirá si concede un periodo de carencia, de qué tipo y durante cuánto tiempo.

En el caso de una hipoteca, si el banco acepta, habrá que realizar una novación de hipoteca en la que se definirán los nuevos términos del préstamo hipotecario. En una novación hipotecaria, recuerda que el cliente tiene que pagar la tasación de la vivienda y la comisión por novación.

Existe otra vía para conseguir un periodo de carencia en un préstamo aunque sólo está reservada para los casos en los que la economía personal del prestatario se ha deteriorado de manera significativa. En ese caso, es posible acogerse al Código de Buenas Prácticas, de modo que el banco aplique un periodo de carencia. En el caso de una hipoteca, el cambio en el contrato hipotecario no conlleva ningún coste para el titular y permite, por ejemplo, que se alargue el plazo y que se aplique un tipo de interés más bajo, de manera que le resulte más fácil hacer frente a las cuotas.

¿Cómo se calcula el coste del periodo de carencia en un préstamo?

Para aproximarse al cálculo que tiene para el prestatario acogerse a un periodo de carencia, hay que diferenciar entre si se trata de una carencia parcial o total:

  • En un periodo de carencia parcial, hay que calcular primero los intereses que se tendrán que abonar durante el periodo de carencia y, más adelante, el coste de la cuota una vez expire. En este último, hay que tener en cuenta el capital solicitado, el tipo de interés y el número de cuotas.

  • En un periodo de carencia total, no es necesario calcular la cuota durante la carencia ya que no existe, pero sí la que se tendrá que abonar después, teniendo en cuenta también el capital pendiente, el tipo de interés y el número de cuotas.

Ejemplo práctico del coste de un periodo de carencia en un préstamo

Virginia ha solicitado al banco un préstamo de 15.000 euros que debe devolver en 8 años y que cuenta con un tipo de interés fijo del 2%.

Además, ha negociado un periodo de carencia parcial inicial de 12 meses. Después de realizar los cálculos correspondientes, Virginia deberá hacer frente a las siguientes cuotas:

  • Durante el primer año, la cuota mensual que tendrá que pagar será de 25 euros.

  • A partir del mes 13 en adelante, su cuota será de 191,51 euros.

En total, Virginia deberá devolver al banco 16.386,97 euros.

Si no tuviera ningún periodo de carencia y se mantuvieran las condiciones del préstamo, la cuota de Virginia sería de 169,21 euros y tendría que abonar al banco 16.244,45 euros.

Si tienes cualquier duda, puedes recurrir a un experto de Banco Sabadell para que te aconseje sin ningún compromiso. Puedes solicitar una cita con uno de nuestros especialistas financieros.

Fotografía de Towfiqu barbhuiya en Unplash
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