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Si cambio de banco, ¿qué pasa con los recibos domiciliados?

Publicidad - 04/06/2024
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En la actualidad, la gestión de nuestras finanzas personales requiere de flexibilidad y dinamismo. En ocasiones, nos encontramos en la necesidad de cambiar de entidad bancaria, una decisión que puede generar dudas en cuanto a la gestión de los recibos domiciliados en la cuenta antigua.

Sin embargo, con una planificación adecuada y siguiendo los pasos correctos, este proceso puede ser más sencillo de lo que imaginas.

¿Qué es un recibo domiciliado?

Antes de profundizar en los detalles sobre cómo gestionar el cambio de tus recibos domiciliados a tu nueva cuenta bancaria, es importante entender qué es exactamente un recibo domiciliado.

Un recibo domiciliado, también conocido como domiciliación bancaria o pago domiciliado, es un acuerdo entre un cliente y un proveedor de servicios que autoriza al proveedor a retirar automáticamente fondos de la cuenta bancaria del cliente para pagar facturas u otros cargos recurrentes. Estos pagos pueden incluir facturas de servicios públicos como electricidad, agua y gas, pagos de préstamos o hipotecas, suscripciones a servicios de telecomunicaciones, seguros, cuotas de membresía y mucho más.

El recibo domiciliado proporciona una forma conveniente y sin complicaciones de pagar facturas regulares, ya que elimina la necesidad de recordar fechas de vencimiento, emitir cheques o realizar transferencias bancarias manualmente. Una vez establecido, el pago del recibo se realiza automáticamente según el calendario acordado entre el cliente y el proveedor de servicios.

Además, existen algunas cuentas en las que, al domiciliar tus recibos, la entidad bancaria te devuelve un porcentaje de tu factura como, por ejemplo, en la cuenta online sin nómina y sin comisiones¹, en la que podrás disfrutar de ciertas ventajas al realizar la domiciliación de tus facturas de luz y gas².

¿Por qué cambiar de banco?

Las razones para cambiar de banco son diversas. Algunas de las más comunes incluyen:

  • Comisiones bancarias: buscar un banco que ofrezca mejores condiciones y comisiones más bajas.

  • Productos y servicios: encontrar una entidad que se adapte mejor a tus necesidades financieras específicas, por ejemplo, no todos los bancos ofrecen una cartera de productos completa (hipotecas, préstamos, inversión, etc.).

  • Atención al cliente: preferir un banco que ofrezca un servicio de atención al cliente más personalizado y eficiente.

  • Cercanía: cambiar a un banco que tenga oficinas o cajeros automáticos más cerca de tu lugar de residencia o trabajo.

  • Experiencia negativa: es habitual querer cambiar de banco debido a una mala experiencia con la entidad actual.

¿Cómo gestionar el cambio de la domiciliación bancaria de tus recibos?

Una vez elegido el nuevo banco, es normal preguntarse cómo domiciliar un recibo y qué pasos seguir para lograrlo. Para ello, es importante gestionar el cambio de tus recibos domiciliados de forma eficiente para evitar inconvenientes:

  1. Haz un listado con todos los recibos que quieres domiciliar: una de las opciones para realizar el primer paso es consultar a través de tu banca online el listado de recibos domiciliados.

  2. Contacta con cada proveedor: ponte en contacto con cada uno de los proveedores de los servicios que tienes domiciliados (electricidad, agua, teléfono, gimnasio, etc.) e infórmales del cambio de cuenta bancaria. Proporciona los datos de tu nueva cuenta para que actualicen la información de cobro. Actualmente, la mayoría de estos proveedores tienen la opción de cambiar tus datos de facturación a través de su página web o app.

  3. Confirma el cambio: verifica con cada proveedor que el cambio de domiciliación se ha realizado correctamente y revisa el primer mes que todos los recibos se están pagando desde la nueva cuenta bancaria.

  4. Cancela tu cuenta antigua: para este último paso, es imprescindible que te esperes un tiempo para asegurarte que no queda ningún recibo por cambiar ni ninguna deuda por pagar desde tu cuenta vieja. Una vez confirmado, ¡ya puedes cancelarla!

Muchos bancos ofrecen herramientas y recursos para facilitar el proceso de cambio de cuentas. Estos pueden incluir servicios de asistencia personalizada, formularios predefinidos para notificar a tus proveedores sobre tu cambio de cuenta, y consejos útiles para gestionar el proceso de manera eficiente. 

Puede interesarte: Solicitud de cambio de domiciliación de recibos de Banco Sabadell ¡y olvídate de las complicaciones asociadas a este proceso!

Consejos adicionales para domiciliar tus recibos con éxito

  • Realiza el cambio con tiempo: no esperes al último momento para gestionar el cambio de recibos domiciliados. Es recomendable hacerlo con al menos un mes de antelación.

  • Guarda los comprobantes: conserva los comprobantes de las solicitudes de cambio de domiciliación que realices con tu antiguo banco y/o con los proveedores.

  • Organízate: crea una lista con todos los proveedores de los servicios que tienes domiciliados y los datos de cada uno (nombre, número de cuenta, importe del recibo, etc.).

  • Contacta con tu nuevo banco si tienes dudas: si tienes alguna pregunta durante el proceso de cambio de recibos domiciliados, no dudes en contactar con tu nuevo banco para que te brinden asistencia.

Cambiar de banco y domiciliar los pagos no tiene por qué ser un proceso complicado. Siguiendo estos pasos y consejos, podrás gestionar el cambio de tus recibos domiciliados de forma sencilla y eficiente, asegurándote de que tus pagos se realicen sin problemas en tu nueva cuenta bancaria.

¹ Sin comisiones de administración y mantenimiento. Condiciones de rentabilidad para las altas entre el 3 de mayo de 2024 hasta el 31 de mayo de 2024. Ejemplo representativo calculado para el periodo del 31/05/2024 al 31/05/2025 para un saldo medio mensual conjunto de la Cuenta Online y de la/s Cuenta/s Ahorro asociadas de 20.000 €: TAE 3,062 % calculada teniendo en cuenta el TIN del 6,0 % durante los tres primeros meses y para los meses restantes el TIN del 2,0 %, que corresponde a la actual remuneración de la cuenta exclusivamente, y puede variar según las condiciones de mercado. Intereses liquidados en el año: 601,64 €. Liquidación mensual. Consulta el detalle de la promoción aquí.

² Devolución del 3 % del importe de los recibos a nombre de los titulares cargados en la cuenta durante cada trimestre natural y que correspondan a compañías de suministro de electricidad y/o gas. El abono se efectuará trimestralmente, como máximo el día 15 (o el día hábil anterior) del mes natural siguiente a la finalización del trimestre natural en el que se haya efectuado el cargo de los recibos. De acuerdo con la normativa del impuesto sobre la renta de las personas físicas, el importe resultante de aplicar la devolución del 3 % de los recibos se considera rendimiento de capital mobiliario sujeto a retención al tipo del 19 % actualmente vigente.

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Ahorro, inversión y jubilación   - 25/04/2025

5 errores que hay que evitar para disfrutar de la jubilación Banco Sabadell, Publicidad

Planificar la jubilación es clave para poder disfrutar en el futuro de un retiro profesional tranquilo y sin sobresaltos. Para evitar cometer errores que tengan un impacto económico en la jubilación es fundamental realizar una adecuada planificación financiera según los objetivos marcados. A continuación, vamos a analizar algunos de los errores más habituales que se deben evitar para disfrutar de una jubilación tranquila y satisfactoria.

¿Cuáles son los errores que conviene evitar para disfrutar de la jubilación?

Realizar una adecuada planificación de la jubilación es clave para garantizar la estabilidad financiera del futuro. Algunos errores comunes son no empezar a ahorrar a tiempo o no diversificar ingresos. Aquí algunos ejemplos: 

1. No planificar financieramente la jubilación

Los expertos recomiendan empezar a ahorrar y a invertir de manera constante lo antes posible, ya que de este modo se contará con un mayor margen de tiempo para favorecer el ahorro para la jubilación. Además, se suele recomendar diversificar las fuentes de ingreso, combinando el ahorro con otros productos con los que intentar obtener rentabilidad, como por ejemplo, los planes de pensiones.

No planificar financieramente la jubilación puede ocasionar una mayor dificultad para que una persona pueda mantener su nivel de vida una vez afronte el retiro profesional. Además, es posible que esto provoque que tenga que reducir algunos de sus gastos o que, en el peor de los gastos, tenga que desprenderse de parte de su patrimonio.

2. Comenzar a ahorrar tarde

Es frecuente que se empiece a ahorrar demasiado tarde pensando que la jubilación queda muy lejos. La experiencia dice que cuanto antes se comience, mayor será el colchón y menores las preocupaciones que nos persigan o puedan surgir en un retiro que, ante todo, debería ser calmado. Existen diferentes productos de ahorro diseñados de manera específica para planificar económicamente la jubilación.

Preparar económicamente la jubilación cuanto antes permite ahorrar poco a poco y con constancia, a través de aportaciones periódicas. Además, ofrece un mayor margen de tiempo para poder utilizar el ‘poder’ del interés compuesto, es decir, de generar intereses a través de la inversión de las plusvalías que se generen. Finalmente, también aporta al ahorrador un mayor margen para diversificar en diferentes productos de inversión, como depósitos o fondos de inversión.

3. No tener en cuenta la inflación

La inflación puede erosionar el poder adquisitivo de los ahorros, sobre todo en el largo plazo, por lo que no considerar la tasa de inflación al planificar la jubilación puede hacer que, en el futuro, el dinero ahorrado haya perdido valor si no se ha hecho nada con él. Existen productos financieros que suelen replicar mejor a largo plazo el comportamiento de la inflación, como los fondos de inversión, así como la propia inversión en acciones.

Tradicionalmente, los precios en el sector inmobiliario también han sabido recoger el aumento de la inflación con el paso del tiempo, por lo que puede ser una buena decisión invertir en la compra de una vivienda y financiarla a través de una hipoteca pensando en complementar económicamente la jubilación el día de mañana.

4. No pensar en las distintas etapas de la vida para adaptar el plan de ahorro

La capacidad de ahorro de una persona cambia a lo largo de su vida en virtud de cómo evolucionan sus ingresos y, también, sus gastos. Por ello, es oportuno que las perspectivas de ahorro de cara a la jubilación se adapten a cada situación personal, sin perder de vista los objetivos económicos marcados para el largo plazo.

Por regla general, una vez se entra en el mundo laboral las personas afrontan diferentes etapas desde el punto de vista financiero:

  • Inicial hasta los 30 a 35 años. Los ingresos suelen ser bajos, aunque a medida que el salario crece estos aumentan. Por el contrario, los gastos también se estabilizan ya que la persona acaba de emanciparse y habitualmente vive sola.
  • Desde los 35 hasta los 55 años. Es una etapa clave ya que es frecuente que sea el momento de decidir la adquisición de una vivienda y formar una familia. La mayor parte de los gastos se destinarán tanto a cubrir las necesidades de la economía doméstica como a abonar las cuotas del préstamo hipotecario.
  • Desde los 55 años hasta la jubilación. Es la etapa de la consolidación profesional. Los ingresos se han estabilizado y el volumen de gastos se reduce, en ocasiones, sensiblemente, debido a que los hijos se emancipan. Es probable que se incremente el nivel de ahorro de manera relevante, teniendo presente que el retiro profesional está cercano.

5. No contar con los gastos de salud

A medida que se envejece, los gastos relacionados con la salud tienden a aumentar. Sin embargo, existen personas que los subestiman, es decir, que no tienen en cuenta el coste de los tratamientos médicos, los medicamentos o de la posible necesidad de asistencia o cuidado a largo plazo. Todos ellos pueden suponer un gasto significativo que no sea posible cubrir con el ingreso de la pensión de jubilación.

Además, es importante considerar tener un seguro de salud adecuado y, si es posible, contar con un fondo especial para gastos médicos. También puede ser una buena idea llevar un estilo de vida saludable, hacer chequeos regulares y mantenerse activo físicamente. Dejar estos aspectos al azar puede generar una gran incertidumbre y estrés durante la jubilación.

Fotografía de Vlad Sargu en Unsplash


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