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Requisitos de una hipoteca para segunda vivienda

Carlos S. Ponz - Mon Apr 08 09:43:59 CEST 2024
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El propietario debe cumplir con ciertos requisitos para acceder a una hipoteca de segunda vivienda, como tener una situación económica solvente.

Una hipoteca para una segunda vivienda permite financiar la adquisición de una nueva residencia, aunque sus condiciones y requisitos son diferentes respecto a los préstamos hipotecarios destinados a la vivienda habitual. Al representar un mayor riesgo para la solvencia económica del titular, el banco suele conceder menor financiación, durante menos tiempo y a un tipo de interés más elevado.

Diferencias entre una primera y una segunda hipoteca

Entre las principales características que distinguen a una hipoteca para segunda residencia de otra para vivienda habitual cabe destacar:

  • Menor financiación. Los bancos suelen conceder préstamos hipotecarios para vivienda habitual que cubren hasta el 80% del precio de compraventa del inmueble o del valor de la tasación. Sin embargo, en las hipotecas para segunda residencia este porcentaje de financiación cae hasta el 60%, aunque Banco Sabadell puede llegar a conceder el 70%. Esto implica para el titular contar con mayor capital ahorrado para cubrir la diferencia y los gastos asociados a la compraventa.

  • Plazo de devolución más bajo y cuotas mayores. En una hipoteca para vivienda habitual, es frecuente que el plazo de devolución del capital junto a los intereses puede extenderse hasta los 30 años. Esto no sucede en las hipotecas para segunda residencia en las que el plazo máximo de devolución no supera los 25 años. De este modo, las cuotas en este tipo de préstamos hipotecarios suelen ser más elevadas.

  • Tipo de interés más alto. Es frecuente que el banco ponga tipos de interés mayores en las hipotecas para segunda vivienda, lo que también influye en la cuantía de las cuotas. Algo clave si tenemos en cuenta que los expertos recomiendan que el porcentaje de ingresos mensuales para el pago del préstamo hipotecario debe ser, cómo máximo, del 30% o del 35%, y no superar en ningún caso el 40%.

Puede interesarte: Cómo calcular los intereses de la hipoteca

Requisitos de una hipoteca para segunda vivienda

Además de cumplir con los requisitos habituales para cualquier préstamo hipotecario, en el caso de las hipotecas para segunda vivienda el titular debe cumplir con algunos añadidos, entre ellos:

  • Situación laboral estable e ingresos elevados. Al disponer de un plazo de devolución menor y aplicar un tipo de interés más elevado, el banco pide al titular unos ingresos mayores para conceder una hipoteca de segunda vivienda. Ten en cuenta que, al ser las cuotas más altas, el esfuerzo para dedicar como máximo un 30% de los ingresos al pago de la hipoteca será también mayor.

  • Más ahorro previo. Si el banco solo concede financiación para cubrir hasta el 70% del precio de compraventa o del valor de la tasación del inmueble, quiere decir que debemos tener ahorrado previamente en torno al 30% restante más un 15% extra que suelen sumar el resto de los gastos asociados. En total, hay que tener ahorrado cerca de la mitad de lo que cuesta la segunda vivienda antes de proceder a su adquisición.

  • Conocer para qué se utilizará el inmueble. Aunque este tipo de hipotecas se asocia habitualmente a segundas residencias también puede tratarse de una segunda hipoteca sobre la vivienda habitual. Por ello, el banco pregunta siempre al futuro propietario cuál es el destino del dinero que va a conceder. Además de existir un mayor riesgo, las segundas viviendas suelen estar fuera de las grandes ciudades, donde los precios son más bajos, de modo que, si la entidad tuviera que embargar el inmueble, le costaría mayor esfuerzo venderla.

¿Puedo conseguir una nueva hipoteca si ya tengo una?

En el caso de tener una hipoteca activa, es posible pedir al banco financiación para adquirir una segunda residencia, aunque el propietario tiene diferentes alternativas:

  • Solicitar una segunda hipoteca. El titular deberá pagar al mes dos cuotas, pero la suma de ambas no debe superar el 30- 35% de sus ingresos mensuales.

  • Ampliar su hipoteca. El banco ampliará el capital del préstamo hipotecario, de manera que solo habrá que pagar una cuota al mes, eso sí, mayor que la cuantía que tenía anteriormente.

  • Constituir una nueva hipoteca. Consiste en pactar con el banco una cancelación de la hipoteca en vigor para fijar una nueva que incluya la financiación para las dos viviendas. El titular deberá pagar también una única cuota.

Tanto si buscas financiación para la que será tu vivienda habitual como si la quieres para una segunda residencia, ten presente que las hipotecas de Banco Sabadell se adaptan a tus necesidades como propietario.

Puedes solicitar cuando quieras una cita con uno de nuestros especialistas.

Fotografía de nattanan23 de Pixabay
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Ahorro, inversión y jubilación   - Fri Apr 25 13:02:27 CEST 2025

5 errores que hay que evitar para disfrutar de la jubilación Banco Sabadell, Publicidad

Planificar la jubilación es clave para poder disfrutar en el futuro de un retiro profesional tranquilo y sin sobresaltos. Para evitar cometer errores que tengan un impacto económico en la jubilación es fundamental realizar una adecuada planificación financiera según los objetivos marcados. A continuación, vamos a analizar algunos de los errores más habituales que se deben evitar para disfrutar de una jubilación tranquila y satisfactoria.

¿Cuáles son los errores que conviene evitar para disfrutar de la jubilación?

Realizar una adecuada planificación de la jubilación es clave para garantizar la estabilidad financiera del futuro. Algunos errores comunes son no empezar a ahorrar a tiempo o no diversificar ingresos. Aquí algunos ejemplos: 

1. No planificar financieramente la jubilación

Los expertos recomiendan empezar a ahorrar y a invertir de manera constante lo antes posible, ya que de este modo se contará con un mayor margen de tiempo para favorecer el ahorro para la jubilación. Además, se suele recomendar diversificar las fuentes de ingreso, combinando el ahorro con otros productos con los que intentar obtener rentabilidad, como por ejemplo, los planes de pensiones.

No planificar financieramente la jubilación puede ocasionar una mayor dificultad para que una persona pueda mantener su nivel de vida una vez afronte el retiro profesional. Además, es posible que esto provoque que tenga que reducir algunos de sus gastos o que, en el peor de los gastos, tenga que desprenderse de parte de su patrimonio.

2. Comenzar a ahorrar tarde

Es frecuente que se empiece a ahorrar demasiado tarde pensando que la jubilación queda muy lejos. La experiencia dice que cuanto antes se comience, mayor será el colchón y menores las preocupaciones que nos persigan o puedan surgir en un retiro que, ante todo, debería ser calmado. Existen diferentes productos de ahorro diseñados de manera específica para planificar económicamente la jubilación.

Preparar económicamente la jubilación cuanto antes permite ahorrar poco a poco y con constancia, a través de aportaciones periódicas. Además, ofrece un mayor margen de tiempo para poder utilizar el ‘poder’ del interés compuesto, es decir, de generar intereses a través de la inversión de las plusvalías que se generen. Finalmente, también aporta al ahorrador un mayor margen para diversificar en diferentes productos de inversión, como depósitos o fondos de inversión.

3. No tener en cuenta la inflación

La inflación puede erosionar el poder adquisitivo de los ahorros, sobre todo en el largo plazo, por lo que no considerar la tasa de inflación al planificar la jubilación puede hacer que, en el futuro, el dinero ahorrado haya perdido valor si no se ha hecho nada con él. Existen productos financieros que suelen replicar mejor a largo plazo el comportamiento de la inflación, como los fondos de inversión, así como la propia inversión en acciones.

Tradicionalmente, los precios en el sector inmobiliario también han sabido recoger el aumento de la inflación con el paso del tiempo, por lo que puede ser una buena decisión invertir en la compra de una vivienda y financiarla a través de una hipoteca pensando en complementar económicamente la jubilación el día de mañana.

4. No pensar en las distintas etapas de la vida para adaptar el plan de ahorro

La capacidad de ahorro de una persona cambia a lo largo de su vida en virtud de cómo evolucionan sus ingresos y, también, sus gastos. Por ello, es oportuno que las perspectivas de ahorro de cara a la jubilación se adapten a cada situación personal, sin perder de vista los objetivos económicos marcados para el largo plazo.

Por regla general, una vez se entra en el mundo laboral las personas afrontan diferentes etapas desde el punto de vista financiero:

  • Inicial hasta los 30 a 35 años. Los ingresos suelen ser bajos, aunque a medida que el salario crece estos aumentan. Por el contrario, los gastos también se estabilizan ya que la persona acaba de emanciparse y habitualmente vive sola.
  • Desde los 35 hasta los 55 años. Es una etapa clave ya que es frecuente que sea el momento de decidir la adquisición de una vivienda y formar una familia. La mayor parte de los gastos se destinarán tanto a cubrir las necesidades de la economía doméstica como a abonar las cuotas del préstamo hipotecario.
  • Desde los 55 años hasta la jubilación. Es la etapa de la consolidación profesional. Los ingresos se han estabilizado y el volumen de gastos se reduce, en ocasiones, sensiblemente, debido a que los hijos se emancipan. Es probable que se incremente el nivel de ahorro de manera relevante, teniendo presente que el retiro profesional está cercano.

5. No contar con los gastos de salud

A medida que se envejece, los gastos relacionados con la salud tienden a aumentar. Sin embargo, existen personas que los subestiman, es decir, que no tienen en cuenta el coste de los tratamientos médicos, los medicamentos o de la posible necesidad de asistencia o cuidado a largo plazo. Todos ellos pueden suponer un gasto significativo que no sea posible cubrir con el ingreso de la pensión de jubilación.

Además, es importante considerar tener un seguro de salud adecuado y, si es posible, contar con un fondo especial para gastos médicos. También puede ser una buena idea llevar un estilo de vida saludable, hacer chequeos regulares y mantenerse activo físicamente. Dejar estos aspectos al azar puede generar una gran incertidumbre y estrés durante la jubilación.

Fotografía de Vlad Sargu en Unsplash


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