Los dos principales actores en un préstamo son el prestamista y el prestatario. El primero es quién presta el dinero, habitualmente el banco, mientras que el prestatario es el que lo solicita, es decir, el cliente. Cada una de estas figuras tiene una serie de derechos y obligaciones que vamos a explicar a continuación y que son clave a la hora de contratar un préstamo o un crédito.
¿Quién es el prestamista y cómo se regula su papel?
El prestamista es la persona física o jurídica que presta el dinero a un tercero, con la condición de que, más adelante, se le devuelva junto a unos intereses previamente pactados y que se reflejan en el contrato del préstamo. En este documento también se recogen tanto el tipo de interés que se aplicará como las penalizaciones en el caso de que se produzca un retraso o un incumplimiento en el abono de las cuotas.
Por regla general, el prestamista suele ser el banco y guarda una serie de características, como son:
- Disponer de los recursos financieros suficientes para ofrecer un préstamo a un tercero.
- Poder evaluar el riesgo asociado a la operación analizando la solvencia económica del prestatario.
- Fijar las condiciones del préstamo (como el plazo de devolución o el tipo de interés) que se recogen en el contrato del mismo.
- Administrar la recaudación de las cuotas hasta completar la devolución del préstamo y de los intereses.
¿Quién es el prestatario?
El prestatario es la persona o entidad que solicita un préstamo, normalmente, a un banco.
Principales obligaciones y derechos del prestatario
Su principal responsabilidad es la de devolver el capital que ha recibido junto a los intereses pactados con el prestamista a través de una serie de cuotas periódicas fijadas a lo largo de un plazo de devolución.
Entre los derechos del prestatario está el tener la capacidad de amortizar el préstamo parcial o totalmente si así lo desea.
¿Quién es el prestatario de una hipoteca?
En el caso de una hipoteca, al ser también un préstamo solo que con un plazo de devolución mayor y con una cuantía económica más elevada, el prestatario también es quién solicita la financiación, en este caso, para adquirir una vivienda. La garantía en una hipoteca es el propio inmueble, algo que marca la diferencia también del resto de préstamos que existen.
Aunque es poco frecuente, en ocasiones el titular de una hipoteca no es quien ostenta también la propiedad de la vivienda. En cualquier caso, el titular de la hipoteca, es decir, el prestatario es quien tiene la obligación de abonar el pago del préstamo hipotecario.
Diferencias entre el prestamista y el prestatario, ¿cómo es el contrato?
En el contrato de préstamo se recogen todas las condiciones por las que se deben regir tanto el prestamista como el prestatario, así como el rol de cada uno en el caso de que se produzca alguna incidencia relevante como, por ejemplo, el incumplimiento en el abono de las cuotas. Por ello, en dicho documento deben detallarse por escrito elementos como la cantidad de dinero prestada, el tipo de interés que se aplica, el plazo de devolución del préstamo o las condiciones para que se pueda llevar a cabo una amortización.
Para que tenga validez legal, el contrato de préstamo debe estar firmado por prestamista y prestatario.
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