A través de un contrato de préstamo es posible conocer elementos como el plazo de devolución o la cuantía de los intereses a devolver.
Un contrato de préstamo es un acuerdo entre dos partes en el que una de ellas entrega un bien, habitualmente, dinero a la otra, que se compromete a devolverlo en un plazo establecido. Aunque lo más frecuente es que en un contrato de préstamo se formalice el pago de unos intereses por parte del prestatario, también es posible que no haya intereses, algo que se produce, por ejemplo, cuando el acuerdo se concreta entre familiares.
A continuación, vamos a analizar los elementos que contiene un contrato de préstamo y los diferentes tipos que existen.
¿Qué es un contrato de préstamo?
En un contrato de préstamo se regulan las condiciones a través de las que un prestamista acepta conceder un préstamo a un prestatario. Este documento concreta tanto la suma acordada o los bienes que se prestan como el compromiso que adquiere el deudor para devolver lo que se ha prestado junto a los intereses, si los hubiera, en el plazo acordado. En el caso de que el prestatario falleciera, la deuda del préstamo se transmite a sus herederos.
En España, el contrato de préstamo está regulado por el Código Civil (que desarrolla los tipos de contratos que existen), la Ley 2/2009 (en la que se recogen todos los elementos obligatorios que debe incluir un contrato de préstamo para ser legal) y la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios (que detalla los derechos y deberes de los prestamistas y de los prestatarios).
¿Cómo redactar un contrato de préstamo?
Cualquier contrato de préstamo, sea entre particulares o con un banco, debe estar redactado por escrito e incluir una serie de elementos obligatorios, como son:
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Información detallada sobre el prestamista y el prestatario.
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Importe que es prestado por el prestamista al prestatario.
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Intereses que el deudor debe pagar por el servicio de préstamo.
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Tipo de préstamo.
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Plazo de vencimiento para la devolución de lo prestado junto a los intereses, si los hubiera.
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Amortización del capital y, en general, las condiciones en las que el deudor debe devolver el dinero prestado.
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Comisiones derivadas de las operaciones de préstamo, si existieran.
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Condiciones de finalización del contrato en el caso de que se produzca un incumplimiento de las obligaciones.
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Tipos de contratos de préstamo
Es posible clasificar los contratos de préstamo de diferentes maneras. Estas son las principales:
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Según lo que se preste: existen los
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Contratos de préstamo simples (también llamados mutuos), en los que se entrega dinero o algún otro bien a condición de devolver algo semejante de la misma calidad (es decir, que no se devuelve lo mismo).
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Contratos de préstamo comodatos, en los que el prestatario disfruta de un bien no fungible (como una obra de arte) durante un tiempo y luego debe devolver exactamente lo mismo.
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Según los actores y el uso: están los
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Contratos de préstamo mercantiles, en donde el prestamista es un comerciante y el prestatario debe devolver en el tiempo acordado lo que se le ha prestado con o sin intereses (es el tipo de contrato de préstamo que utilizan los bancos).
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Contratos de préstamo civiles, que son los que formalizan entre particulares.
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Según se tenga que sumar algo añadido a lo prestado: se pueden clasificar en
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Contratos de préstamos con abono de intereses.
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Contratos de préstamo sin abono de intereses.
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¿Cómo hacer válido un contrato de préstamo?
Los préstamos mercantiles se formalizan ante notario, ya que se debe dejar constancia de las condiciones del contrato y de las partes que intervienen. En el caso de los contratos de préstamo entre particulares, si bien no es obligatorio acudir al notario (bastando un acuerdo verbal entre los actores participantes) sí que es aconsejable hacerlo de cara a evitar posibles reclamaciones o malentendidos en el futuro.
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Volviendo a los préstamos mercantiles, antes de conceder uno, el banco realiza un estudio de viabilidad y de solvencia para valorar la capacidad de pago del solicitante. En este estudio, se evalúan, entre otros hitos, los ingresos, las deudas pendientes, los saldos de las tarjetas y el patrimonio personal.
Además, antes de formalizar el contrato, con los documentos de la Información Normalizada Europea (INE) dispondrás de las condiciones del préstamo para que así puedas compararlas con otras ofertas antes de asumir cualquier obligación y tomar una decisión. También tendrás a tu disposición el contrato del préstamo para leerlo con total tranquilidad antes de firmarlo.
El INE es un documento que tiene una oferta específica, hecha a partir de los datos aportados en la solicitud y supeditada a la validación final de la operación. Recuerda que Banco Sabadell te ofrece diferentes préstamos y créditos diseñados para adaptarse a cada circunstancia. Para poder acceder a un préstamo de Banco Sabadell, debes cumplir con estas condiciones:
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Ser mayor de edad.
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Ser cliente con más de 6 meses de antigüedad.
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Tener residencia en España.
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Disponer del servicio de banca a distancia.
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