Cuando se pide un préstamo al banco, es frecuente que se requiera un aval a la persona que lo solicita como garantía de que el banco cobrará el dinero acordado. Aunque lo más habitual es que el solicitante del préstamo ofrezca su garantía personal, en ocasiones lo que se pone como aval es un activo físico o financiero que pertenece a la persona que pide la financiación o a alguien de su confianza. Este procedimiento recibe el nombre de pignoración. A continuación, te explicamos qué es un préstamo pignorado y qué ventajas ofrece a la persona que lo solicita.
¿Por qué pignorar un bien? Ventajas y desventajas
Por regla general, el banco solicita la pignoración de un préstamo como garantía de que el dinero prestado vaya a devolverse, aunque lo hace sólo en ocasiones puntuales. Normalmente, para que un préstamo pueda aprobarse, además de valorar elementos como la solvencia del solicitante, su capacidad de endeudamiento o su historial de pagos, el banco puede pedir la presentación de un aval, que suele consistir en la propia garantía personal del cliente.
En cambio, existen casos en los que para que sea posible conseguir la financiación deseada, se recurre a un préstamo pignorado. Es importante tener presente que un aval no es lo mismo que una pignoración, que es algo mucho más excepcional. En un aval, una persona se compromete a pagar si el deudor no es capaz de cumplir con sus compromisos de pago, lo que significa que, en el peor de los casos, se podría llegar a embargar los bienes del avalista. En cambio, en una pignoración, la garantía recae sólo en el activo pignorado, lo que significa que, llegado el caso, el acreedor podrá embargar ese bien pero no reclamar la deuda a otra persona.
Los motivos principales para pignorar un préstamo son dos: el volumen de ingresos del solicitante no es suficiente para evitar que el endeudamiento por el pago de las cuotas del préstamo y de otras posibles deudas sobrepase el máximo recomendable del 30% (que es la capacidad de endeudamiento límite recomendada para acceder a financiación bancaria); o el avalista no ofrece los requisitos exigidos por el banco.
En este tipo de situaciones, el banco puede solicitar al cliente una garantía adicional para aprobar el préstamo a través de una pignoración. En ella, se pone a disposición del banco un activo físico o financiero propiedad del solicitante o de una tercera persona, que pueda ser convertible en dinero en caso de impago. Entre los bienes que más frecuentemente se ponen como garantía en un préstamo pignorado están las viviendas, los locales comerciales, ciertos vehículos o productos financieros como depósitos o fondos de inversión.
¿Qué características tiene un préstamo pignorado?
Las características más frecuentes de un préstamo pignorado son:
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El activo pignorado no puede ser utilizado por el propietario hasta que no haya devuelto el préstamo. La única excepción son los activos financieros, cuyos rendimientos sí pueden ser percibidos por el titular durante el tiempo que dure la pignoración.
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El porcentaje máximo de financiación que suele ofrecer el banco es de entre el 60% y el 80% del valor del activo depositado como garantía.
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El plazo de devolución del préstamo se fija en función de la cantidad de dinero prestada, aunque suele situarse entre uno y ocho años.
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En caso de que el solicitante del préstamo deje de cumplir con las condiciones de devolución pactadas, el banco podrá ejercer su derecho a quedarse con el bien pignorado. Si se trata de un bien físico, como una vivienda o un vehículo, la entidad lo puede poner en subasta pública para intentar recuperar el dinero prestado. En cambio, si lo que se ha pignorado es un activo financiero, como unas acciones, el banco tiene la potestad de venderlas para cobrar su deuda.
¿Qué ventajas ofrece un préstamo pignorado?
La pignoración de un préstamo ofrece una serie de ventajas para la persona que lo solicita, entre las que cabe citar:
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Gastos. Los gastos de un préstamo pignorado pueden ser menores que los de otros préstamos.
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Tipos de interés. Los tipos de interés que cobra el banco por la pignoración pueden ser menores que en otros préstamos.
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Comisiones. En un préstamo pignorado, el banco no cobra comisiones por amortización o cancelación anticipada.
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Activos financieros. Si lo que se pignora es un activo financiero, como unas acciones o un fondo de inversión, su rentabilidad no formará parte del acuerdo. Esto significa que el titular podrá cobrar dividendos.
¿Cuáles son los requisitos para pedir un préstamo pignorado?
Antes de solicitar un préstamo pignorado, hay que cumplir con ciertas condiciones; como ocurre habitualmente con cualquier otra petición, estos son los elementos a tener en cuenta al solicitar un préstamo:
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Ser mayor de edad.
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Algunas entidades piden ser cliente con más de 6 meses de antigüedad.
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Tener residencia en España.
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Disponer del servicio de banca a distancia. Si todavía no tienes una cuenta con nosotros, hazte cliente aquí de Banco Sabadell.