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Préstamos y financiación

Para qué sirve un préstamo con garantía hipotecaria

Carlos S.Ponz  - 26/09/2024
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Un préstamo con garantía hipotecaria permite a su titular acceder a financiación bancaria poniendo como garantía de pago una vivienda de su propiedad. De este modo, probablemente se podrá acceder a mayor dinero que en el caso de otros préstamos, aunque para solicitarlo es necesario cumplir con ciertos requisitos. A continuación, te explicamos en detalle las claves de un préstamo con garantía hipotecaria y cómo pedirlo.

¿Qué es un préstamo con garantía hipotecaria?

Un préstamo con garantía hipotecaria es un producto de financiación en el que la persona que lo solicita ofrece como garantía de pago un inmueble que sea de su propiedad y que esté pagado, como mínimo, al 80%. Gracias a ello, se aporta una mayor seguridad a la operación lo que, habitualmente, permite al titular acceder a una cantidad de dinero mayor con un tipo de interés más beneficioso que en el caso de otros préstamos. Conoce con detalle los préstamos de Banco Sabadell

Diferencia entre hipoteca y préstamo con garantía hipotecaria

La principal diferencia entre una hipoteca y un préstamo con garantía hipotecaria es que, mientras una hipoteca es, en sí misma, la principal garantía para asegurar que se devolverá la deuda contraída para financiar la compra de una vivienda, en un préstamo con garantía hipotecaria la garantía para obtener el dinero se fundamenta sobre un inmueble.

Además, el capital que se acuerde en un préstamo con garantía hipotecaria no tiene por qué destinarse a la adquisición de ninguna vivienda, sino que el titular puede usarlo para otros fines, como si de otro tipo de préstamo se tratase. 

Puede interesarte: ¿En qué se diferencia un préstamo al consumo de una hipoteca?

¿Qué ventajas ofrecen los préstamos con garantía hipotecaria?

Los préstamos con garantía hipotecaria ofrecen una serie de ventajas, como son:

  • Posibilidad de acceder a una financiación más elevada que en el caso de otros préstamos y a un tipo de interés más bajo.

  • Flexibilidad para el titular en el uso del capital.

  • Periodo de devolución algo mayor que en el caso de los préstamos convencionales.

  • Continuar utilizando el inmueble que se ha fijado como aval.

¿Quién puede solicitar un préstamo con garantía hipotecaria?

Puede solicitar un préstamo con garantía hipotecaria cualquier persona que disponga de un inmueble a su nombre, si bien están pensado para aquellos que no pueden tener la posibilidad de acceder a la financiación que requieren por otras vías. Este es el caso de, por ejemplo, alguien que se encuentre en situación de desempleo o cuyos datos estén incluidos en los ficheros de morosos, como en el Registro de Aceptaciones Impagadas (RAI) o la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito (ASNEF).

¿Qué requisitos y condiciones tiene?

Los principales requisitos para solicitar un préstamo con garantía hipotecaria son:

  • Ser mayor de edad.

  • Tener, al menos, el 80% de la propiedad de un inmueble y que éste tenga el valor suficiente como para respaldar el préstamo.

  • Disponer de la capacidad de pago suficiente para, por lo menos, permitir el abono de las cuotas.

  • Aportar la documentación necesaria tanto sobre el solicitante (identificación, extracto bancario, informe de vida laboral) como en relación a la vivienda que se utilizará como aval (informe de tasación, escritura, nota simple del Registro de la Propiedad, último recibo del Impuesto sobre Bienes Inmuebles [IBI]).

¿Cómo solicitar un préstamo con garantía hipotecaria?

Para pedir un préstamo con garantía hipotecaria es necesario presentar una solicitud al banco. Antes de conceder el préstamo, la entidad llevará a cabo un estudio de viabilidad y de solvencia económica del solicitante.

Como paso previo a formalizarse el préstamo, el futuro prestatario recibirá la Información Normalizada Europea (INE) que contiene las condiciones del préstamo incluyendo una oferta específica hecha a partir de los datos aportados en la solicitud y supeditada a la validación final de la operación. El solicitante también obtendrá el contrato de préstamo, en el que se recogen todos los detalles relativos al préstamo, como el plazo de devolución del dinero y el abono de los intereses.

Recuerda que Banco Sabadell comercializa un amplio abanico de préstamos para que escojas el que mejor responda a tus necesidades. Si lo necesitas, en cualquier momento puedes solicitar una cita con un gestor especialista de Banco Sabadell aquí.

Fotografía de Freepik

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Ahorro, inversión y jubilación   - 25/04/2025

5 errores que hay que evitar para disfrutar de la jubilación Banco Sabadell, Publicidad

Planificar la jubilación es clave para poder disfrutar en el futuro de un retiro profesional tranquilo y sin sobresaltos. Para evitar cometer errores que tengan un impacto económico en la jubilación es fundamental realizar una adecuada planificación financiera según los objetivos marcados. A continuación, vamos a analizar algunos de los errores más habituales que se deben evitar para disfrutar de una jubilación tranquila y satisfactoria.

¿Cuáles son los errores que conviene evitar para disfrutar de la jubilación?

Realizar una adecuada planificación de la jubilación es clave para garantizar la estabilidad financiera del futuro. Algunos errores comunes son no empezar a ahorrar a tiempo o no diversificar ingresos. Aquí algunos ejemplos: 

1. No planificar financieramente la jubilación

Los expertos recomiendan empezar a ahorrar y a invertir de manera constante lo antes posible, ya que de este modo se contará con un mayor margen de tiempo para favorecer el ahorro para la jubilación. Además, se suele recomendar diversificar las fuentes de ingreso, combinando el ahorro con otros productos con los que intentar obtener rentabilidad, como por ejemplo, los planes de pensiones.

No planificar financieramente la jubilación puede ocasionar una mayor dificultad para que una persona pueda mantener su nivel de vida una vez afronte el retiro profesional. Además, es posible que esto provoque que tenga que reducir algunos de sus gastos o que, en el peor de los gastos, tenga que desprenderse de parte de su patrimonio.

2. Comenzar a ahorrar tarde

Es frecuente que se empiece a ahorrar demasiado tarde pensando que la jubilación queda muy lejos. La experiencia dice que cuanto antes se comience, mayor será el colchón y menores las preocupaciones que nos persigan o puedan surgir en un retiro que, ante todo, debería ser calmado. Existen diferentes productos de ahorro diseñados de manera específica para planificar económicamente la jubilación.

Preparar económicamente la jubilación cuanto antes permite ahorrar poco a poco y con constancia, a través de aportaciones periódicas. Además, ofrece un mayor margen de tiempo para poder utilizar el ‘poder’ del interés compuesto, es decir, de generar intereses a través de la inversión de las plusvalías que se generen. Finalmente, también aporta al ahorrador un mayor margen para diversificar en diferentes productos de inversión, como depósitos o fondos de inversión.

3. No tener en cuenta la inflación

La inflación puede erosionar el poder adquisitivo de los ahorros, sobre todo en el largo plazo, por lo que no considerar la tasa de inflación al planificar la jubilación puede hacer que, en el futuro, el dinero ahorrado haya perdido valor si no se ha hecho nada con él. Existen productos financieros que suelen replicar mejor a largo plazo el comportamiento de la inflación, como los fondos de inversión, así como la propia inversión en acciones.

Tradicionalmente, los precios en el sector inmobiliario también han sabido recoger el aumento de la inflación con el paso del tiempo, por lo que puede ser una buena decisión invertir en la compra de una vivienda y financiarla a través de una hipoteca pensando en complementar económicamente la jubilación el día de mañana.

4. No pensar en las distintas etapas de la vida para adaptar el plan de ahorro

La capacidad de ahorro de una persona cambia a lo largo de su vida en virtud de cómo evolucionan sus ingresos y, también, sus gastos. Por ello, es oportuno que las perspectivas de ahorro de cara a la jubilación se adapten a cada situación personal, sin perder de vista los objetivos económicos marcados para el largo plazo.

Por regla general, una vez se entra en el mundo laboral las personas afrontan diferentes etapas desde el punto de vista financiero:

  • Inicial hasta los 30 a 35 años. Los ingresos suelen ser bajos, aunque a medida que el salario crece estos aumentan. Por el contrario, los gastos también se estabilizan ya que la persona acaba de emanciparse y habitualmente vive sola.
  • Desde los 35 hasta los 55 años. Es una etapa clave ya que es frecuente que sea el momento de decidir la adquisición de una vivienda y formar una familia. La mayor parte de los gastos se destinarán tanto a cubrir las necesidades de la economía doméstica como a abonar las cuotas del préstamo hipotecario.
  • Desde los 55 años hasta la jubilación. Es la etapa de la consolidación profesional. Los ingresos se han estabilizado y el volumen de gastos se reduce, en ocasiones, sensiblemente, debido a que los hijos se emancipan. Es probable que se incremente el nivel de ahorro de manera relevante, teniendo presente que el retiro profesional está cercano.

5. No contar con los gastos de salud

A medida que se envejece, los gastos relacionados con la salud tienden a aumentar. Sin embargo, existen personas que los subestiman, es decir, que no tienen en cuenta el coste de los tratamientos médicos, los medicamentos o de la posible necesidad de asistencia o cuidado a largo plazo. Todos ellos pueden suponer un gasto significativo que no sea posible cubrir con el ingreso de la pensión de jubilación.

Además, es importante considerar tener un seguro de salud adecuado y, si es posible, contar con un fondo especial para gastos médicos. También puede ser una buena idea llevar un estilo de vida saludable, hacer chequeos regulares y mantenerse activo físicamente. Dejar estos aspectos al azar puede generar una gran incertidumbre y estrés durante la jubilación.

Fotografía de Vlad Sargu en Unsplash


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