Cada trabajador y cada empresa cotizan a la Seguridad Social para mantener, entre otros servicios, la sanidad pública y poder acceder, llegado el caso, a recibir prestaciones económicas en momentos en que pueda resultar necesario, como la pensión pública tras la jubilación o por causa de incapacidad temporal. Estas cotizaciones se recogen en la nómina de cada empleado dentro de una partida que se conoce como contingencias comunes. A continuación, explicamos en qué consisten y cómo se calculan.
¿Por qué son importantes las contingencias comunes?
Saber leer una nómina es importante ya que es posible entender los diferentes conceptos que influyen en la retribución de una persona. Entre todas las cotizaciones que un trabajador realiza a la Seguridad Social y que aparecen reflejadas en su nómina, la más importante en cuanto a su importe es la de las contingencias comunes.
Para un empleado por cuenta ajena, una parte de estas cotizaciones las aporta el trabajador y, la otra, el empresario. En el caso de los profesionales autónomos, asumen ellos por completo todas las cotizaciones.
El abono de las contingencias comunes en una nómina permite a un trabajador poder acceder a una serie de coberturas en los momentos en los que no puede trabajar. Entre ellas, cabe destacar:
- Incapacidad temporal. El empleado recibe una compensación económica durante el tiempo en que se encuentra de baja, desde el cuarto día de incapacidad en adelante. Por ejemplo, en el caso de enfermedad o por un accidente no laboral.
- Incapacidad permanente. Si el trabajador queda incapacitado de manera permanente para realizar su actividad profesional habitual recibirá una prestación económica.
- Asistencia sanitaria y farmacéutica. Permite el acceso a los servicios de la sanidad pública para contribuir a la recuperación del empleado, así como a favorecerse de una subvención parcial en el pago de los medicamentos que pueda necesitar.
- Pensión pública de jubilación. Cuando finaliza la vida laboral de una persona, el pago de las contingencias comunes a lo largo de su carrera profesional le permite acceder a una pensión pública de jubilación.
Además, el abono de las contingencias comunes por parte de los trabajadores permite asegurar a otras personas la percepción de las pensiones de orfandad y de viudedad.
Contingencias comunes en la nómina: cómo se calculan
Dentro de una nómina se encuentran las contingencias comunes, las contingencias profesionales, las horas extras y otras, como la formación profesional o el Fondo de Garantía Salarial (FOGASA). Para calcular cualquiera de ellas basta con aplicar a la base de cotización del trabajador diferentes porcentajes para cada una de estas cotizaciones.
Base de cotización para contingencias comunes en la nómina
Para calcular la base de cotización por contingencias comunes en una nómina hay que sumar el sueldo base, los complementos salariales y la parte proporcional de las pagas extras. A la cantidad resultante hay que aplicarle el porcentaje establecido según el régimen de la Seguridad Social al que pertenezca el trabajador.
Por regla general, un trabajador por cuenta ajena tiene que aportar el 4,70% de su base de cotización a la Seguridad Social para contingencias comunes, mientras que su empresa contribuirá con el 23,60%. En el caso de un profesional autónomo, la cotización por contingencias comunes asciende al 28,30% de su base de cotización.
Vamos a calcular como ejemplo la prestación por contingencias comunes de un trabajador por cuenta ajena que ha sufrido una incapacidad temporal que le impide desempeñar su trabajo habitual durante 25 días. Durante esta incapacidad temporal, la Seguridad Social abonará un porcentaje de su base de cotización, que va cambiando según el tiempo que esté de baja.
Este trabajador tiene un salario bruto de 3.000 euros mensuales. Su base de cotización coincide con su salario bruto, lo que significa que cada día recibe 100 euros por su trabajo (3.000 euros / 30 días). La prestación que recibirá por su incapacidad temporal se reparte de la siguiente manera:
- Día 1 al 3. No percibe prestación.
- Día 4 al 20. El trabajador cobra el 60% de la base de cotización diaria, es decir, cobrará 60 euros cada día (100 euros × 60%). Al ser 17 días, percibe 1.020 euros.
- Día 21 en adelante. El trabajador cobra el 75% de la base de cotización diaria. Al tener que estar 5 días más de baja hasta llegar a los 25 días, percibe 375 euros [(100 euros × 75%) × 5].
A lo largo de su periodo de incapacidad temporal, el trabajador ha percibido un total de 1.395 euros (1.020€ + 375€). Este dinero se ingresará en su cuenta bancaria para que pueda disponer de él cuando lo necesite. Tener la nómina domiciliada en la nueva cuenta bancaria online es muy sencillo y puede ayudar a la gestión de las finanzas personales.
Diferencia entre contingencias comunes y contingencias profesionales
La principal diferencia entre las contingencias comunes y las profesionales es que las contingencias comunes cubren, entre otras cosas, las prestaciones de incapacidad laboral que se deriven de enfermedades comunes o accidentes no relacionados con el trabajo. En cambio, las contingencias profesionales permiten generar prestaciones en caso de que el trabajador sufra una enfermedad profesional o un accidente laboral.
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