El seguro de salud permite ayudar a cubrir los costes médicos gracias a la cobertura sanitaria asignada a la póliza. De este modo, el asegurado y su familia están protegidos ante la posibilidad de sufrir una dolencia o enfermedad, contribuyendo a aportarles tranquilidad ante los problemas relacionados con la salud. A continuación, analizamos todo lo que puede incluir un seguro de salud y qué posibles recomendaciones seguir para escoger el que mejor se ajuste a las necesidades de cada persona.
¿En qué consiste un seguro de salud?
El
¿Qué suele cubrir un seguro de salud?
Por regla general, un seguro de salud cubre una amplia gama de servicios médicos. Entre las coberturas más comunes de un seguro de salud suelen encontrarse:
- Asistencia Primaria. Con médicos generales, pediatras o enfermería.
- Especialidades médicas. Como dermatología, ginecología o cardiología.
- Pruebas diagnósticas. Análisis clínicos, ecografías y radiografías, entre otros.
- Intervenciones quirúrgicas. Pueden variar según cada póliza.
- Hospitalización. Es decir, tener que ser hospitalizado en caso de necesidad.
- Urgencias. Atención en caso de urgencias médicas.
¿Qué tipos de seguros de salud existen?
Los seguros de salud se clasifican normalmente en función de su cobertura. Por regla general, cada seguro incluye un cuadro médico, que es una lista de profesionales, clínicas y hospitales con los que la aseguradora tiene un acuerdo para ofrecer servicios médicos a sus asegurados. Es decir, es la red de centros y servicios sanitarios que la compañía ha concertado para la asistencia. El número de profesionales del cuadro médico, su despliegue en el territorio, las especialidades que se ofrecen o los centros propios que incluye el cuadro médico son elementos relevantes a la hora de analizar un seguro de salud y contratarlo.
Según la cobertura que ofrecen, los seguros de salud se diferencian entre aquellos que ofrecen hospitalización e intervenciones quirúrgicas y aquellos que no lo ofrecen. Hecha esta distinción es posible hablar de:
- Seguro sin copago. Es una póliza de salud donde el asegurado paga una cuota fija y no tiene que abonar ningún importe adicional por el uso de los servicios médicos cubiertos por la póliza, con independencia de la frecuencia con la que los utilice.
- Seguro con copago. Es una póliza de salud en la que, además de la cuota, el asegurado paga una cantidad fija cada vez que utiliza un servicio médico específico, como una consulta o una prueba diagnóstica.
- Seguro de reembolso de gastos. Reembolsa los gastos médicos en los que se incurren en servicios médicos de libre elección. Permite al asegurado elegir cualquier médico o centro de salud, incluso si no están en la lista de la aseguradora, y luego solicitar el reembolso de los gastos médicos. El dinero que devuelve la aseguradora es un porcentaje sobre el total y está estipulado en la póliza.
Además de estos seguros de salud, hay otros que cabe citar aparte debido a su tipología especial. Muchas pólizas de salud ofrecen coberturas complementarias, como servicios de seguro dental o asistencia en el extranjero.
También existen
¿Qué tener en cuenta antes de elegir un seguro de salud?
Antes de contratar un
- Estado de salud. La aseguradora evalúa el riesgo basándose en la salud del solicitante e impacta directamente tanto en las condiciones como en el precio del seguro.
- Coberturas. Antes de suscribir una póliza de salud hay que verificar que incluya las prestaciones médicas que se vayan a necesitar como, por ejemplo, atención primaria, consultas con especialistas o pruebas diagnósticas. Toda esta información debe aparecer en el contrato del seguro.
- Medicina digital. Muchos seguros de salud incluyen servicios de medicina digital, que aporta numerosos beneficios como acceso rápido a atención médica, seguimiento remoto de la salud y mayor comodidad en la gestión de la información médica.
- Cuadro Médico. Una póliza de salud permite al asegurado acudir a otros centros de salud y profesionales sanitarios del cuadro médico. Es importante revisar que los médicos habituales o especialidades que se puedan necesitar estén incluidos en el cuadro médico. Cuanto más extenso sea el cuadro médico al alcance, más alternativas se tendrá para escoger centro y profesional.
- Periodo de carencia. El período de carencia es el tiempo que transcurre desde la contratación de un seguro de salud hasta que el asegurado puede utilizar ciertas coberturas y servicios, como pruebas diagnósticas complejas o intervenciones quirúrgicas. En ocasiones, algunos seguros de salud tienen periodos de carencia para la utilización de determinados servicios.
- Exclusiones. En un seguro de salud, es importante conocer qué son las preexistencias, que se refieren a cualquier enfermedad, lesión o condición médica que el asegurado ya tenía antes de contratar la póliza. Estas condiciones preexistentes pueden afectar la cobertura y las condiciones del seguro, y es crucial declararlas al contratar la póliza. Algunos seguros pueden tener exclusiones para enfermedades que ya se han diagnosticado al asegurado antes de contratar la póliza.
- Hospitalización. Un seguro de salud con cobertura de hospitalización protege financieramente ante los gastos asociados con una estancia hospitalaria, incluyendo alojamiento, comidas, transporte y medicamentos no cubiertos por la seguridad social. Además, puede ofrecer beneficios adicionales como atención a domicilio o asistencia para tratamientos posteriores.
- Atención al cliente. También es importante que la aseguradora ofrezca una atención personalizada que, por ejemplo, permite tramitar con mayor eficiencia las autorizaciones o resolver cualquier duda.
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