Cuando se recibe una herencia es posible que se necesite cierta liquidez para, por ejemplo, abonar las deudas pendientes del fallecido o pagar ciertos impuestos, como el impuesto de sucesiones. Para disponer del capital necesario, existen productos como los préstamos con garantía hipotecaria que ofrecen la posibilidad de, por ejemplo, poner una vivienda que se va a heredar como garantía. A continuación, explicamos en qué consiste un préstamo con garantía hipotecaria, qué requisitos hay que cumplir para solicitar uno y cuándo conviene hacerlo.
¿Qué es un préstamo con garantía hipotecaria?
Un préstamo con garantía hipotecaria es un tipo de préstamo en el que el solicitante ofrece como aval una vivienda en propiedad o una propiedad heredada. En caso de impago, el banco podrá ejecutar la garantía, es decir, quedarse con el inmueble para recuperar el dinero prestado.
Este tipo de préstamo es habitual en situaciones en las que se necesita una liquidez elevada de forma inmediata, como por ejemplo:
- Aceptar una herencia.
- Emprender un negocio.
- Hacer frente a deudas o imprevistos importantes.
¿Para qué sirve un préstamo con garantía hipotecaria en una herencia?
En ocasiones, aceptar una herencia conlleva una serie de gastos importantes para los herederos como, además de los gastos burocráticos de formalización de la herencia, el pago del Impuesto de Sucesiones o tener que responder ante las deudas en activo que tenía la persona fallecida.
Un préstamo con garantía hipotecaria para herencias permite cubrir estos gastos sin tener que vender la vivienda heredada, ofreciendo al heredero una solución para preservar el patrimonio familiar y cumplir con sus obligaciones fiscales.
Ventajas de un préstamo con garantía hipotecaria
Un préstamo con garantía hipotecaria ofrece dos ventajas principales a su titular:
- Conservar la propiedad inmobiliaria que se ha heredado, ya que no tiene que venderla para cubrir los gastos relacionados con la herencia.
- Posibilidad de obtener unas condiciones de financiación ventajosas, dado que algunos préstamos con garantía hipotecaria suelen ofrecer tipos de interés más bajos que otros tipos de préstamos.
Requisitos para pedir un préstamo con garantía hipotecaria
Para poder solicitar un préstamo con garantía hipotecaria hay que cumplir con las condiciones generales que se piden en cualquier préstamo, como por ejemplo:
- Tener más de 18 años.
- Poseer la residencia en España, aunque se tenga nacionalidad extranjera.
- En ocasiones, algunos bancos piden que se sea cliente con más de seis meses de antigüedad.
- Contar con una cierta solvencia económica. que permita demostrar que se podrá devolver el dinero prestado, como ingresos estables y no tener otras deudas en activo.
Además, hay que cumplir con una serie de requisitos específicos para optar a un préstamo con garantía hipotecaria, como son:
- Aportar la propiedad heredada como garantía y que esté libre de cargas.
- Entregar una copia del título de propiedad del inmueble heredado.
- Confirmar la aceptación de la herencia mediante un certificado notarial.
¿Cuándo es conveniente recurrir a un préstamo con garantía hipotecaria en una herencia?
Pedir un préstamo con garantía hipotecaria puede ser recomendable cuando, tras evaluar los costes de aceptar una herencia, el heredero no dispone de liquidez suficiente. Esto puede ocurrir si:
- El importe a pagar por el Impuesto de Sucesiones es elevado.
- La herencia incluye deudas de la persona fallecida, que también deben ser asumidas por el heredero.
- Los trámites de aceptación implican un desembolso superior al ahorro disponible del heredero.
En algunos casos, el coste total puede superar el valor de los bienes heredados, lo que supone un riesgo para la estabilidad financiera del beneficiario. Por ello, es fundamental planificar bien la aceptación de una herencia y estudiar todas las implicaciones económicas antes de tomar una decisión.
Claves para calcular el Impuesto de Sucesiones
Además, es especialmente importante tener en cuenta lo que habrá que pagar del Impuesto de Sucesiones, ya que su regulación es competencia regional y varía según la comunidad autónoma. Para calcularlo, se deben tener en cuenta:
- El valor real de los bienes heredados en el momento de la aceptación.
- Las deudas y cargas deducibles que reducen la base imponible.
- La cuota tributaria autonómica y posibles bonificaciones o reducciones fiscales.
- El coeficiente multiplicador, que se aplica según el grado de parentesco y el patrimonio preexistente del heredero (puede ir del 1 al 2,4).
Fotografía de Andrew Medhat en Unsplash