matricula-
Conoce nuestros productos para Particulares
Cuentas bancarias Tarjetas bancarias Hipotecas Préstamos y créditos Ahorro Inversión Jubilación Seguros Renting Coches
Hazte cliente y crea tu cuenta1 en menos de 10 minutos con tu móvil
Abre tu cuenta online
1 Consulta el documento informativo de las comisiones
Buscador de oficinas Pide cita Correos Cash
Centro de ayuda Contacto Seguridad

Más Sabadell

La información que necesitas para ayudarte a tomar las mejores decisiones financieras. Porque queremos crecer juntos, tanto a nivel personal como profesional.

Tu hogar, tu coche y tus seguros   - 23/11/2024

Hipoteca verde: ¿cómo funciona y cómo se solicita una hipoteca “eco”? Carlos S. Ponz

Una hipoteca verde se diferencia del resto de préstamos hipotecarios en que requiere que la vivienda a la que financia cumpla con una serie de criterios de sostenibilidad y de eficiencia energética. Te contamos todo sobre las hipotecas verdes a continuación. 

¿Qué es una hipoteca verde o ecológica?

Una hipoteca verde o ecológica es un préstamo hipotecario que permite financiar la adquisición de una vivienda que cumple con unos determinados criterios de eficiencia energética y sostenibilidad ambiental. 

Entre las ventajas que aporta una vivienda así cabe destacar:

  • Menor gasto en electricidad, promoviendo el ahorro a largo plazo.

  • Mayor valor de la vivienda en el mercado.

  • Posibles beneficios fiscales, según la legislación vigente.

  • Cumplimiento con la normativa existente en materia de sostenibilidad.

  • Contribuir a la preservación del planeta.

Principales características de las hipotecas verdes

Las hipotecas verdes tienen una serie de características que las diferencian de las hipotecas tradicionales, como son:

  • Financiar viviendas que cumplen con unos estándares de eficiencia energética, como mejores aislamientos en la vivienda, un sistema de calefacción más eficiente o el uso de paneles solares para el autoconsumo.

  • Promover una serie de certificaciones oficiales que acrediten que el inmueble cumple con unos determinados estándares medioambientales.

  • Poder optar, según el caso, a unas condiciones más favorables, como contar con una tasación elevada asociada a un buen porcentaje de financiación.

¿Cómo funciona una hipoteca verde?

Desde el punto de vista de su titular, una hipoteca verde funciona igual que una hipoteca tradicional, ya que hay que abonar unas cuotas periódicas a través de las que se va devolviendo parte del capital prestado y de los intereses. Normalmente, una hipoteca cubre hasta un máximo del 80% del precio de la compraventa o del valor de la tasación del inmueble (el menor de los dos). La cuota mensual que abona el titular no debe superar el 35% de sus ingresos totales para no sobrepasar su capacidad de endeudamiento.

¿Cómo tramitar una hipoteca “eco”?

Tramitar una hipoteca verde es un proceso que no difiere en gran medida de solicitar una hipoteca tradicional, por lo que es importante prestar atención a las cosas que tienes que saber antes de pedir una hipoteca. Con todo, hay que tener presente que sí que se exigen unos requisitos diferentes.  

Requisitos que debe cumplir el solicitante

Para solicitar una hipoteca verde hay que cumplir con una serie de requisitos específicos, como pueden ser:

  • Aislamiento térmico de alta calidad en paredes, techos y ventanas.

  • Sistemas de iluminación LED.

  • Sistemas de calefacción y agua caliente eficientes.

  • Electrodomésticos con etiquetado A ó B.

  • Uso de energías renovables, por ejemplo, a través de paneles solares o de aerogeneradores.

Aunque independientemente de si se cumplen estos requisitos o no, lo recomendable es ponerse en contacto con el banco para solicitar asesoramiento sobre el tipo de hipoteca más recomendable según cada caso. El banco realizará entonces un estudio para analizar la solvencia del solicitante, teniendo en cuenta, entre otros factores, que:

  • No hay que destinar más del 35% de los ingresos mensuales al pago de la cuota hipotecaria.

  • Contar con una cantidad ahorrada de, como mínimo, el 20% del precio total de la vivienda.

  • Disponer de entre el 10% y el 15% del valor total para los gastos asociados a la compra de la vivienda (la notaría, los impuestos y los gastos de la hipoteca, entre los que están la tasación de la vivienda y la comisión de apertura. Banco Sabadell no aplica en la actualidad esta comisión a sus hipotecas).

Proceso de tramitación

Junto a la petición al banco, el solicitante debe entregar: 

  • Documento Nacional de Identidad (DNI) o Número de Identificación Fiscal (NIF).

  • Histórico de la vida laboral.

  • Justificante del precio de compraventa de la vivienda.

  • Las dos últimas nóminas.

  • La declaración de la Renta (si es trabajador por cuenta ajena) o, si es profesional autónomo, la declaración de la renta de los dos últimos ejercicios, los pagos trimestrales del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) del año en curso y los recibos de pago a la Seguridad Social más recientes.

Si el banco, una vez analizada la solicitud, decide ir hacia adelante enviará al solicitante la Ficha de Información Precontractual (FIPRE) que, aunque tiene carácter meramente informativo, incluye las características básicas de la hipoteca y del tipo de interés, ya sea fijo, mixto o variable

Si la persona interesada en suscribir la hipoteca quiere continuar con el proceso de solicitud de la hipoteca tras analizar la FIPRE, el banco preparará la Ficha Europea de Información Normalizada (FEIN), que sí que tiene carácter vinculante. También recibirá la Ficha de Advertencias Estandarizadas (FiAE), en la que, entre otra información, se reflejan las consecuencias legales si se produce un incumplimiento del contrato.

Alternativas a una hipoteca verde

Además de las hipotecas verdes también existen los préstamos verdes, que son préstamos que se destinan a financiar iniciativas sostenibles que tengan un impacto positivo en el medio ambiente. 

Hay que tener en cuenta que, al igual que los préstamos convencionales, los préstamos verdes suelen ser de una cuantía menor que las hipotecas, pero si lo que quieres es, por ejemplo, hacer una reforma para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad de tu vivienda, puedes optar por este tipo de préstamos. 

Fotografía de Freepik


Leer artículo

Lo último
Tu hogar, tu coche y tus seguros   - 23/11/2024

Inscribir una vivienda en el Registro de la Propiedad: ¿cómo hacerlo? Carlos S. Ponz

Entre los trámites que conviene realizar al comprar una casa está el de su inscripción en el Registro de la Propiedad de la vivienda. Algo que, aunque en principio no es obligatorio, es clave para, entre otras cosas, dejar constancia sobre si el inmueble soporta alguna carga. A continuación, te explicamos por qué es importante inscribir una vivienda en el Registro de la Propiedad y los pasos que hay que seguir para hacerlo.

¿Qué es el Registro de la Propiedad? 

El Registro de la Propiedad es una institución del Estado que tiene entre sus cometidos el de recoger oficialmente cualquier inscripción, contrato o resolución judicial o administrativa que afecte a una propiedad inmobiliaria. Por ejemplo, cuando se produce una compraventa de una vivienda, permite inscribir información relativa a quién es el propietario y los derechos y cargas que recaen sobre ella. 

Una de las finalidades más importantes del Registro de la Propiedad es dar seguridad a las operaciones que se realizan en el mercado inmobiliario, ya que al estar registradas se da como cierto lo que dice el Registro. Es decir, que no otorga la titularidad sobre un inmueble, pero sí la hace pública.

¿Cómo se registra una vivienda en el Registro de la Propiedad? 

Documentación necesaria para inscribir una vivienda en el Registro de la Propiedad

Antes de realizar la inscripción de una vivienda en el Registro de la Propiedad, es importante que el propietario reúna la siguiente documentación:

  • Copia autorizada de la escritura pública de la compraventa firmada por el notario.
  • Liquidación de los impuestos correspondientes a la compraventa del inmueble, para demostrar que está libre de cargas.
  • Acreditación de la comunicación de la transmisión al Ayuntamiento.
  • Recibo más reciente del impuesto sobre bienes inmuebles (IBI).

Con esta documentación, ya es posible acudir a la oficina del Registro de la Propiedad para inscribir la vivienda. Este trámite conlleva un coste económico y se puede realizar personalmente o delegarlo en una gestoría.

Los expertos del Registro de la Propiedad analizarán toda la documentación que ha presentado el propietario y, en un plazo máximo de 15 días hábiles, confirmará el cambio en el derecho de propiedad del inmueble.

¿Es obligatorio inscribir una vivienda en el Registro de la Propiedad?

La inscripción de los inmuebles en el Registro es voluntaria, pero al hacerlo se obtiene una mayor seguridad jurídica en las operaciones. Sólo es de obligatorio cumplimiento en el caso de querer solicitar una hipoteca, ya que el banco requiere el registro del inmueble dado que es la única garantía del préstamo hipotecario.

¿Cuánto tiempo tengo para inscribir una vivienda en el Registro de la Propiedad? 

Al ser un trámite opcional, el propietario puede inscribir su vivienda en el Registro de la Propiedad cuando desee o, directamente, no hacerlo. Eso sí, a la hora de solicitar una hipoteca para financiar la compra del inmueble, es obligatorio realizar la inscripción en el Registro para formalizar la hipoteca. Este gasto es uno de los que corresponde al banco, de acuerdo a la Ley Hipotecaria de 2019.

¿Cuánto cuesta inscribir una vivienda?

El coste de inscribir una vivienda en el Registro de la Propiedad suele rondar entre los 50 y los 300 euros, ya que se calcula en función de un porcentaje del valor del inmueble (entre el 0,05% y el 0,20% del precio de compraventa). 

Fotografía de Freepik

Leer artículo
Ahorro, inversión y jubilación   - 22/11/2024

Así puedes calcular cómo será tu pensión de jubilación Carlos S. Ponz

Calcular la pensión de jubilación que una persona recibirá al retirarse es clave para conocer si podrá mantener su nivel de vida o si será necesario complementarla con algunos productos destinados al ahorro como, por ejemplo, un plan de pensiones. Para ello existen dos elementos clave: su salario y el número de años que haya cotizado a la Seguridad Social. A continuación, te explicamos cómo utilizarlos para saber la cuantía de tu pensión de jubilación.

¿Cómo calcular la pensión de jubilación?

A través del salario es posible determinar la base reguladora de una pensión de jubilación. La base reguladora de la pensión es el mecanismo que se utiliza legalmente para estimar la cuantía económica que tendrá una pensión de jubilación en el futuro. ¿Cómo calcular la base reguladora?  Hay que sumar las últimas 300 cotizaciones a la Seguridad Social de una persona (que son las cotizaciones de los últimos 25 años) y dividir el resultado entre 350.

A continuación, hay que aplicar un porcentaje de ajuste a la pensión de jubilación que se corresponde con los años cotizados. Hasta el año 2026, es necesario haber cotizado 36 años y 6 meses como mínimo para tener derecho a percibir el 100% de la base reguladora de la pensión. Si no se alcanza ese mínimo, los derechos de acceso quedan así:

  • Los primeros 15 años de cotización dan derecho al 50 % de la base reguladora.
  • Desde ese momento, por cada mes adicional cotizado durante los primeros 49 meses, al 50% anterior se añadirá un 0,21%.
  • A partir del mes 50, para cada uno de los meses siguientes, se le añadirá un 0,19%.

Tabla para calcular la pensión según los años cotizados

En 2024, esta es la tabla para calcular la pensión de jubilación según los años cotizados:

  • 15 años cotizados: 50% de la base reguladora.
  • 16 años cotizados: 52,52% de la base reguladora.
  • 17 años cotizados: 55,04% de la base reguladora.
  • 18 años cotizados: 57,56% de la base reguladora.
  • 19 años cotizados: 60,08% de la base reguladora.
  • 20 años cotizados: 62,38% de la base reguladora.
  • 21 años cotizados: 64,66% de la base reguladora.
  • 22 años cotizados: 66,94% de la base reguladora.
  • 23 años cotizados: 69,22% de la base reguladora.
  • 24 años cotizados: 71,50% de la base reguladora.
  • 25 años cotizados: 73,78% de la base reguladora.
  • 26 años cotizados: 76,06% de la base reguladora.
  • 27 años cotizados: 78,34% de la base reguladora.
  • 28 años cotizados: 80,62% de la base reguladora.
  • 29 años cotizados: 82,90% de la base reguladora.
  • 30 años cotizados: 85,18% de la base reguladora.
  • 31 años cotizados: 87,46% de la base reguladora.
  • 32 años cotizados: 89,74% de la base reguladora.
  • 33 años cotizados: 92,02% de la base reguladora.
  • 34 años cotizados: 94,30% de la base reguladora.
  • 35 años cotizados: 96,58% de la base reguladora.
  • 36 años y 6 meses o más cotizados: 100% de la base reguladora

Ejemplo para calcular la pensión

José ha trabajado durante 35 años. Su salario promedio durante los últimos 25 años ha sido de 2.000 euros, por lo que el cálculo de su base reguladora es:

(2.000 x 300) / 350 = 1.714,28 euros.

Sobre esta cifra hay que realizar la correspondiente reducción teniendo en cuenta que le quedaría un año y seis meses para alcanzar los 36 años y seis meses que le permitirían recibir el 100% de su base reguladora. A José habría que aplicarle entonces un coeficiente del 96,58%. De este modo, su pensión de jubilación final sería:

(1,714,28 x 96,58) / 100 = 1.655,65 euros.

Aunque en 2024 la edad legal para la jubilación ordinaria es de 66 años y seis meses, en 2025 se situará en 66 años y ocho meses, y en 2027 llegará hasta los 67 años. Para todos estos años, es necesario haber cotizado, al menos, 15 años para optar a una pensión pública de jubilación, dos de ellos comprendidos dentro de los 15 años previos a la jubilación.

Opciones para complementar la pensión de jubilación

Aunque para intentar favorecer el ahorro para la jubilación, el producto más conocido suele ser el plan de pensiones individual, existen otros que también están destinados a ese fin, como por ejemplo:

Cada uno de ellos tiene sus peculiaridades y ofrece una deducción fiscal diferente, por lo que antes de contratarlos lo más oportuno es solicitar asesoramiento profesional.

Fotografía de Antoine Dautry en Unsplash

Leer artículo
Cuentas y tarjetas   - 19/11/2024

¿Cómo ingresar un cheque en mi cuenta bancaria? ¿Y en el cajero automático? Carlos S. Ponz

Un cheque es un documento que un emisor extiende a un beneficiario indicando la cantidad de dinero que este último puede retirar de la cuenta bancaria del emisor. Puede cobrarse un cheque directamente en efectivo (sin ningún coste para el portador siempre que el dinero se retire en una oficina o cajero automático del banco al que pertenece la cuenta bancaria del emisor) o ingresar en otra cuenta. A continuación, te explicamos todas las claves para ingresar un cheque bancario.

¿Cómo ingresar un cheque en una cuenta online

De acuerdo con la Ley Cambiaria y del Cheque, el plazo para el cobro de un cheque emitido en España es de 15 días desde su fecha de emisión. En el caso de que se desee ingresar en una cuenta bancaria online, simplemente hay que acceder a ella a través del servicio de banca digital y pinchar en la opción de Cuentas y Cheques.

A continuación, habrá que rellenar una serie de datos, como el número de cuenta bancaria que incorpora el cheque (en el caso de España, las cuentas bancarias tienen 24 dígitos), el importe del cheque y su fecha de emisión. Una vez revisados los datos, el cliente debe proceder a su firma digital y la operación se habrá completado. 

¿Cómo ingresar un cheque en la sucursal del banco?

Para cobrar un cheque en efectivo en la sucursal del banco, es necesario presentar el documento nacional de identidad (DNI) y tener a mano, si es necesario, el número de la cuenta bancaria en la que se quiere ingresar el dinero del cheque. Existen varias formas de encontrar el IBAN de una cuenta bancaria.

Además, a la hora de acudir con el cheque a una oficina bancaria el Banco de España realiza una serie de advertencias:

  • Ninguna sucursal distinta a la indicada en el cheque tiene la obligación legal de pagarlo en efectivo. Por ello, es recomendable cobrarlo en la misma sucursal de la entidad bancaria que figura como librada.
  • El portador de un cheque siempre debe identificarse si pretende cobrarlo en efectivo si tiene un importe igual o superior a 1.000 euros o si el banco considera que hay indicios de blanqueo de capitales.
  • Si el cheque incluye en su anverso la leyenda “Para ingresar en cuenta”, el portador está obligado a cobrarlo mediante ingreso en su cuenta bancaria y no mediante efectivo.
  • Si el cheque está cruzado (es decir, incluye dos barras paralelas en su anverso) y el portador no es cliente del banco, también debe cobrarlo mediante ingreso en una cuenta bancaria.

¿Se puede ingresar un cheque por el cajero? ¿Cómo hacerlo? 

Para ingresar un cheque a través de un cajero automático, lo primero es acudir a un cajero del banco. Después de introducir los datos de acceso, hay que buscar el icono de ‘Otras operaciones’ y pinchar en la opción en la que se permita depositar un cheque.

En ese momento, el cajero solicitará que se introduzca el cheque por una ranura y, a continuación, pedirá que se confirme la cantidad que aparece escrita en el cheque. El cliente puede decidir entonces retirar el dinero en efectivo o ingresarlo en su cuenta, aunque hay que tener en cuenta que puede tardar hasta tres días en reflejarse en la cuenta el ingreso de efectivo del cheque, ya que es el tiempo máximo que permite la ley para que los bancos implicados recojan esta operación. 

La principal ventaja de ingresar un cheque a través de un cajero automático es que puede efectuarse en cualquier momento, por ejemplo, fuera del horario de oficina. Encuentra tu oficina o cajero de Banco Sabadell más cercano.

¿Cuánto cobran por ingresar un cheque de otro banco? Comisiones asociadas

Si se va a ingresar un cheque en un banco diferente del que está emitido el cheque, es posible que el portador debe abonar una comisión por negociación o compensación, que es un porcentaje del importe del cheque, con un mínimo por operación.

En cualquier caso, antes de cobrar esta comisión, el banco está obligado a informar al portador del cheque.

Fotografía de Freepik


Leer artículo
Préstamos y financiación   - 18/11/2024

¿Quién es el prestamista y quién el prestatario? Diferencias clave Carlos S.Ponz

Los dos principales actores en un préstamo son el prestamista y el prestatario. El primero es quién presta el dinero, habitualmente el banco, mientras que el prestatario es el que lo solicita, es decir, el cliente. Cada una de estas figuras tiene una serie de derechos y obligaciones que vamos a explicar a continuación y que son clave a la hora de contratar un préstamo o un crédito.

¿Quién es el prestamista y cómo se regula su papel? 

El prestamista es la persona física o jurídica que presta el dinero a un tercero, con la condición de que, más adelante, se le devuelva junto a unos intereses previamente pactados y que se reflejan en el contrato del préstamo. En este documento también se recogen tanto el tipo de interés que se aplicará como las penalizaciones en el caso de que se produzca un retraso o un incumplimiento en el abono de las cuotas.

Por regla general, el prestamista suele ser el banco y guarda una serie de características, como son:

  • Disponer de los recursos financieros suficientes para ofrecer un préstamo a un tercero.
  • Poder evaluar el riesgo asociado a la operación analizando la solvencia económica del prestatario.
  • Fijar las condiciones del préstamo (como el plazo de devolución o el tipo de interés) que se recogen en el contrato del mismo.
  • Administrar la recaudación de las cuotas hasta completar la devolución del préstamo y de los intereses.

¿Quién es el prestatario? 

El prestatario es la persona o entidad que solicita un préstamo, normalmente, a un banco. 

Principales obligaciones y derechos del prestatario 

Su principal responsabilidad es la de devolver el capital que ha recibido junto a los intereses pactados con el prestamista a través de una serie de cuotas periódicas fijadas a lo largo de un plazo de devolución.

Entre los derechos del prestatario está el tener la capacidad de amortizar el préstamo parcial o totalmente si así lo desea.

¿Quién es el prestatario de una hipoteca?

En el caso de una hipoteca, al ser también un préstamo solo que con un plazo de devolución mayor y con una cuantía económica más elevada, el prestatario también es quién solicita la financiación, en este caso, para adquirir una vivienda. La garantía en una hipoteca es el propio inmueble, algo que marca la diferencia también del resto de préstamos que existen.

Aunque es poco frecuente, en ocasiones el titular de una hipoteca no es quien ostenta también la propiedad de la vivienda. En cualquier caso, el titular de la hipoteca, es decir, el prestatario es quien tiene la obligación de abonar el pago del préstamo hipotecario.

Diferencias entre el prestamista y el prestatario, ¿cómo es el contrato? 

En el contrato de préstamo se recogen todas las condiciones por las que se deben regir tanto el prestamista como el prestatario, así como el rol de cada uno en el caso de que se produzca alguna incidencia relevante como, por ejemplo, el incumplimiento en el abono de las cuotas. Por ello, en dicho documento deben detallarse por escrito elementos como la cantidad de dinero prestada, el tipo de interés que se aplica, el plazo de devolución del préstamo o las condiciones para que se pueda llevar a cabo una amortización.

Para que tenga validez legal, el contrato de préstamo debe estar firmado por prestamista y prestatario.

Fotografía de Freepik


Leer artículo
Cuentas y tarjetas   - Mon Nov 18 13:29:33 CET 2024

Diferencias entre cuenta corriente y cuenta de ahorro ¿cuál elegir? Carlos S. Ponz

Entre los diferentes tipos de cuentas bancarias que existen se encuentran las cuentas corrientes y las cuentas de ahorro. Aunque ambas comparten una serie de características, como que permiten a sus titulares disponer en cualquier momento de su dinero, también presentan algunas diferencias. A continuación, te las contamos para que aprendas a sacar el máximo partido a cada una.

¿Qué es una cuenta corriente? 

Una cuenta corriente es un tipo de depósito bancario que permite a su titular tanto guardar su dinero como poder llevar a cabo distintas operaciones financieras. Normalmente, las cuentas corrientes están asociadas a una tarjeta de débito o de crédito que facilitan los pagos y poder disponer de dinero en todo momento. 

Además, a través de una cuenta corriente es posible realizar domiciliaciones bancarias que sirven, por ejemplo, para abonar pagos periódicos, como las cuotas de un préstamo, o los gastos habituales, como la luz o el teléfono.

Principales características de las cuentas corrientes 

Entre las características principales de una cuenta corriente cabe destacar:

  • Depósito a la vista. Su titular tiene derecho al desembolso inmediato de su dinero cuando lo desee.
  • Servicio de caja. Una cuenta corriente permite ingresar y domiciliar recibos, atender movimientos de dinero y gestionar el cobro de las cuotas de otros productos bancarios.
  • Tarjetas bancarias. Es posible asociar tarjetas de débito y de crédito a una cuenta corriente.
  • Operativa online. Una cuenta corriente online puede ser gestionada por su titular a través de la app o de la página web del banco.
  • Titularidad. Las cuentas corrientes pueden tener uno o varios titulares y ser usadas por más de una persona.
  • Remuneración. Además, una cuenta corriente puede ser remunerada, es decir, puede aportar una rentabilidad por el dinero que deposites en ella.

¿Qué es una cuenta de ahorro? 

Una cuenta de ahorro ofrece a su titular la posibilidad de ahorrar a su ritmo a la vez que, como en el caso de una cuenta corriente, tiene el dinero siempre disponible. Su objetivo es, gracias a reglas y rutinas de ahorro, construir a lo largo del tiempo un colchón económico que aporte seguridad y estabilidad a su titular, de manera que pueda estar más cerca de cumplir con los objetivos financieros que se haya marcado. 

Es decir, que, a través de una cuenta de ahorro, es posible generar capital por el dinero depositado gracias a los intereses. Descubre más detalles sobre qué es una cuenta de ahorro y para qué sirve.

Principales características de las cuentas de ahorro

Entre las características de una cuenta de ahorro se encuentran:

  • Disponibilidad del dinero. El titular puede hacer uso parcial o total de su dinero en cualquier momento.
  • Planificación. El titular puede crear diversas rutinas de ahorro personalizadas cuando quiera.
  • Seguimiento de los gastos y del ahorro. A través de la app es posible hacer un seguimiento de los gastos y del dinero ahorrado e, incluso, recibir recomendaciones de productos o de rutinas de ahorro personalizadas.

Tanto las cuentas corrientes como las cuentas de ahorro están protegidas por el Fondo de Garantía de Depósitos.

Requisitos para abrir una cuenta corriente o una cuenta de ahorro

Tener una cuenta corriente y una cuenta de ahorro no solo es compatible, sino que además es muy recomendable. De hecho, existen rutinas de ahorro, como la del redondeo automático de las compras, que permite establecer redondeos de los gastos en la cuenta corriente, ingresando la diferencia de manera automática en la cuenta de ahorro. De este modo, es mucho más sencillo lograr los objetivos de ahorro casi sin esfuerzo. 

Esta combinación de una cuenta corriente junto con una de ahorro funciona tan bien que incluso al darte de alta online como nuevo cliente se ofrecen ambas de manera conjunta para poder aprovechar al máximo las ventajas de cada cuenta.   

Es posible hacerte con estas cuentas a través de internet en pocos minutos. Los requisitos para la apertura son: 

  • Tener más de 18 años.
  • Ser residente en España y estar en posesión del Documento Nacional de Identidad (DNI) o la tarjeta de residente (NIE).       
  • Disponer de un domicilio físico y estar en condiciones de acreditarlo.
  • Contar con un número de móvil o un correo electrónico para que el banco pueda ponerse en contacto si es necesario.        
  • Firmar el contrato de la cuenta.

Diferencias entre cuenta corriente y cuenta de ahorro 

Las principales diferencias entre una cuenta corriente y una cuenta de ahorro son:

  • Acceso al dinero. Aunque ambas permiten la retirada de efectivo en cualquier momento, hacerlo en una cuenta de ahorro podría limitar parte de la rentabilidad que ofrece.
  • Intereses. Una cuenta corriente no suele generar intereses, mientras que una cuenta de ahorro podría hacerlo, según las condiciones que ofrezca. Sin embargo, tal y como hemos comentado, hay excepciones de cuentas corrientes remuneradas. 
  • Operativa. Una cuenta corriente está diseñada para llevar a cabo las transacciones diarias del titular en tanto que en una cuenta de ahorro el principal objetivo es la generación de ahorro en el largo plazo. Por ello, ofrece a su titular una amplia gama de rutinas para fomentar el ahorro.

Cuenta corriente o cuenta de ahorro, ¿cuál es mejor?

Elegir entre una cuenta corriente y una cuenta de ahorro depende de las necesidades de cada cliente. Por ejemplo, si lo que se precisa es mejorar la operativa diaria en la gestión de las finanzas personales, posiblemente sea adecuado contratar una cuenta corriente. Sin embargo, si lo que se desea es focalizarse en el ahorro a largo plazo, quizá sea una buena idea apostar por una cuenta de ahorro.

En cualquier caso, lo más recomendable es contar con ambas cuentas y aprovechar al máximo las ventajas particulares de cada una. 

Fotografía de Freepik


Leer artículo
Cuentas y tarjetas   - 18/11/2024

Cómo leer una nómina (y saber que está bien) Carlos S. Ponz

Una nómina es algo así como una factura que deja constancia de la relación laboral entre un empleado y su empresa. En una nómina se detallan los conceptos económicos y contables que determinan el salario líquido a percibir por el profesional, de manera que, más adelante, pueda basarse en ellos para, por ejemplo, presentar su declaración de la Renta. A continuación, te contamos los elementos que se incluyen en una nómina y cómo leerlos para extraer información que sea relevante.

Los elementos básicos de una nómina

Los elementos principales de una nómina se dividen en los siguientes apartados:

  • Datos de encabezado. En este apartado se recoge la información básica de la empresa y del trabajador. En cuanto a la empresa, se encuentra su nombre, el domicilio o razón social, el código de la Seguridad Social y el código de identificación fiscal (CIF). Por parte del trabajador, la información que se incluye es su nombre y apellidos, el documento nacional de identidad (DNI), el código de la Seguridad Social, su categoría profesional y la antigüedad. Con carácter general, también se refleja el periodo de liquidación al que se refiere la nómina.
  • Devengos. Los devengos se refieren a todos aquellos ingresos que recibe el empleado, tanto salariales como no salariales. Entre los devengos salariales se encuentran:
    • Salario de base. Refleja el total de todas las remuneraciones o devengos que ha recibido el profesional por el trabajo realizado.
    • Complementos salariales: Son las cantidades extraordinarias percibidas por el empleado, por ejemplo, si recibe una remuneración extra por haber alcanzado unos determinados objetivos por su trabajo en la empresa.
    • Horas extraordinarias. Son las horas que realiza un empleado por encima de su horario laboral.
    • Gratificaciones extraordinarias. En España existen dos pagas extras obligatorias (en Navidad y la que dicte el convenio), aunque en ocasiones es posible prorratearlas a lo largo de las nóminas de todo el año.
    • Salario en especie. El sueldo percibido como retribución en especie o flexible está exento del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF). Dentro de esta categoría podría entrar, por ejemplo, el seguro médico privado o los tickets restaurante.

Por su parte, en cuanto a los devengos no salariales, existen:

  • Indemnizaciones y suplidos. Entre ellos, se encuentran los gastos que ha adelantado el trabajador para realizar su desempeño profesional, como coger un taxi o pagar una comida con un cliente.
  • Prestaciones e indemnizaciones a la Seguridad Social: Incluyen las prestaciones por despido, suspensión o traslado, y los gastos pagados por la empresa por incapacidad o desempleo.
  • Deducciones y retenciones. Incluye lo que se tiene que abonar por el salario del trabajador en concepto de IRPF. En función del salario y de las circunstancias de cada trabajador se puede escoger un tipo de IRPF, aunque en la declaración de la Renta se regularizará según los tipos que estén vigentes en ese momento. Entre las principales deducciones se encuentran:
     
    • Contingencias comunes. Supone el 4,7% de los devengos salariales sin tener en cuenta las horas extras.
    • Desempleo. Para los trabajadores con contrato general el tipo que se aplica es del 1,55%, para aquellos con contrato de duración determinada a tiempo completo o parcial es del 1,60%.
    • Formación profesional. Se aplica un 0,10% sobre la base de cotización.
    • Horas extraordinarias por fuerza mayor. El porcentaje que se aplica depende de la categoría profesional del trabajador.
    • Horas extraordinarias sin fuerza mayor: Tienen una deducción del 4,7%.
  • Líquido a percibir. Incluye el sueldo neto, es decir, la cantidad que percibirá como ingreso en su cuenta corriente el trabajador por su desempeño profesional. Para calcularlo hay que realizar la resta entre el total devengado y el total de las deducciones.
  • Lugar de emisión, firma y sello de la empresa. La firma del trabajador no es necesaria si el pago de la nómina se realiza a través de su cuenta bancaria. Existen cuentas nómina especialmente diseñadas en las que se ofrecen facilidades para la gestión financiera a cambio de domiciliar la nómina. 

¿Cómo reclamar el recibo de nómina?

Habitualmente, se lleva a cabo una reclamación de la nómina cuando el trabajador estima que no se le ha pagado la cantidad acordada, por ejemplo, si piensa que no se han computado correctamente las horas extra que ha realizado o porque cree que hay deducciones erróneas.

Los pasos a seguir para reclamar una nómina en caso de pensar que es incorrecta son:

  • Documentación. Hay que recopilar toda la documentación que pueda sostener la reclamación, como el registro de horas trabajadas o el contrato de trabajo.
  • Notificación. Antes de iniciar cualquier otro trámite, es conveniente que el trabajador informe a su superior o al departamento de Recursos Humanos para ver si se puede alcanzar una solución amistosa.
  • Notificación formal. En el caso de no fructificar el paso anterior, es necesario remitir a la empresa una notificación por escrito detallando la reclamación y los errores detectados en la nómina.
  • Ayuda sindical. Si el empleado forma parte de un sindicato, puede ponerse en contacto con un representante para exponer su reclamación y recibir asesoramiento.

Una vez se han efectuado estos pasos, si no se ha alcanzado un acuerdo con la empresa, hay que llevar a cabo las siguientes medidas:

  • Procedimiento ordinario. Es posible acudir al Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación de la comunidad autónoma donde trabaje el empleado y presentar una papeleta de conciliación para intentar llegar a un acuerdo amistoso con la compañía.
  • Proceso monitorio. Se trata de un procedimiento judicial para intentar resolver la disputa salarial que existe. Suele demorarse mucho más tiempo que un procedimiento ordinario y, por regla general, se limita a casos muy específicos, como reclamaciones a empresas en situación de concurso de acreedores, reclamaciones individuales de un trabajador con exclusión de cualquier reclamación colectiva y reclamaciones que no superen los 6.000 euros. Si se cumplen los requisitos, el trabajador debe cumplimentar un formulario exponiendo su caso y, si la justicia acepta la petición, se abre un plazo de 10 días para que la empresa abone la deuda. Si lo hace, el procedimiento queda archivado. Pero si no lo hace, el trabajador podrá presentar una demanda en el juzgado de lo social, en donde un juez decidirá.

Una cuenta bancaria para la nómina 

Domiciliar tu nómina en tu nueva cuenta bancaria online es un proceso muy sencillo y puede ayudar a mejorar la gestión financiera. Para llevarlo a cabo solo hay que informar del número de la cuenta (el código IBAN) al departamento de Recursos Humanos de la empresa.

Domiciliar la nómina puede aportar una serie de ventajas a su titular, como, por ejemplo:

  • Optar a tipos de interés competitivos o bonificaciones.
  • Acceso a determinados productos como cuentas de ahorro con condiciones especiales.
  • Domiciliar otros recibos como los gastos del hogar y poder optar a promociones especiales que pueda ofrecer el banco.
  • Simplificar la gestión financiera y planificar mejor el gasto y el ahorro.
Fotografía de Dan Dimmock de Unplash

Leer artículo

Ver más resultados
matricula-

¿Todavía no eres de Banco Sabadell?

Hazte cliente con la nueva Cuenta Online Sabadell. Abre tu cuentaAbre tu cuenta
matricula-

Descubre los próximos webinars de HUB Empresa

matricula-

Continuamos: apoyo y soluciones para autónomos y empresas afectadas por la DANA

Online 26 de noviembre 09:30 h Conoce másConoce más

Presupuesto 2025: estrategias clave

Valencia + online 3 de diciembre 09:30 h
 
Conoce másConoce más

Elegir es tu poder

Online 10 de diciembre 17:00 h Conoce másConoce más