Las tarjetas de débito permiten sacar efectivo en un cajero automático, pagar en comercios sin necesidad de dinero en metálico y hacer compras por Internet.
Una tarjeta de débito es una pequeña ficha de plástico emitida por una entidad bancaria que cuenta con una banda magnética y un chip electrónico que permite realizar operaciones bancarias. Este tipo de tarjeta facilita tener un mayor control de los gastos, ya que los cargos se realizan al instante.
En el chip electrónico se registran los datos de acceso a la tarjeta, el código PIN, el nombre completo del titular y el número de la tarjeta. Además, en la propia tarjeta de débito aparece impreso el número de la misma, su fecha de caducidad (mes/año), su CVV (card verification value) y, en ocasiones, el nombre completo del titular. Todas las tarjetas de débito son únicas, personales e intransferibles.
¿Cómo funciona una tarjeta de débito?
Una tarjeta de débito se puede utilizar para sacar dinero en cajeros automáticos y para pagar tanto en comercios físicos como en tiendas online. Una vez hecha la compra, el importe de la misma se descontará del saldo de la cuenta bancaria.
Este tipo de tarjetas tienen las operaciones limitadas en función del saldo disponible en la cuenta bancaria asociada a la tarjeta. Es decir, si el importe de la compra es superior al dinero disponible en la cuenta la operación no podrá completarse.
Una tarjeta de débito es, al fin y al cabo, una forma de sustituir el dinero en efectivo para hacer pagos de manera más rápida, cómoda y sencilla. Es el tipo de tarjeta bancaria más utilizada por los clientes de una entidad.
Si todavía no tienes una, al abrir una Cuenta Online Sabadell el titular de la misma recibe una tarjeta de débito gratuita, sin comisión de emisión ni de mantenimiento y con la que es posible retirar efectivo en los más de 2.500 cajeros que tiene la entidad por toda España sin ningún coste.
¿Qué ventajas tiene usar una tarjeta de débito?
Control de los gastos
Todas las compras que se realizan tanto en tiendas físicas como online se cargan al momento en la cuenta bancaria asociada a la tarjeta, lo que permite tener un mayor control de los gastos y conocer en todo momento el saldo de la cuenta a través de la app del banco. Asimismo, es posible establecer un límite de gasto tanto para realizar compras como para retirar efectivo.
Todo en el móvil
Vincular la tarjeta de débito al teléfono móvil permite al usuario operar con ella de una forma más cómoda e incluso hacerlo en aquellas situaciones en las que se ha dejado la tarjeta en casa o si se ha producido su pérdida:
- Retirar efectivo sin tarjeta. En el caso de Banco Sabadell, es posible sacar dinero sin tarjeta a través de su servicio Instant Money en los más de 2.500 cajeros que tiene la entidad en toda España utilizando una clave. Gracias a esta herramienta, el titular puede retirar dinero él mismo o permitir que lo haga otra persona.
- Pagar compras con el móvil. Es posible realizar compras en establecimientos físicos que cuenten con datáfono solo utilizando el móvil, a través de apps como Google Pay, Apple Pay o Samsung Pay.
- Enviar dinero. El usuario también puede enviar dinero a través de Bizum, por ejemplo, y pagar sus compras sin tarjeta.
Seguridad
Operar con una tarjeta de débito es un trámite completamente seguro. La tarjeta de débito asociada a la Cuenta Online Sabadell dispone de un método de autenticación que hace que solo el titular pueda utilizarla. Asimismo, cuenta con un sistema de protección contra robo o pérdida, lo que permite a los usuarios operar con tranquilidad. En estas situaciones, es posible apagar temporalmente o bloquear definitivamente la tarjeta desde la propia app del banco. Además, la entidad dispone de un teléfono de atención permanente (900 712 356) para recibir ayuda, anular las tarjetas o comunicar cualquier problema.
La tarjeta de débito de Banco Sabadell también incluye dos seguros sin coste, uno de accidentes de viaje y otro de accidentes cotidianos.
¿En qué se diferencia una tarjeta de débito de una de crédito?
Lo que distingue a una tarjeta de débito de una tarjeta de crédito es que esta última no tiene sus operaciones limitadas por el saldo disponible en la cuenta bancaria. Es decir, el titular de una tarjeta de crédito podrá pagar una compra de un importe superior al dinero que tenga depositado en su cuenta bancaria.
En estos casos, el banco adelanta al cliente el dinero necesario para abonar esa compra. Se trata, en definitiva, de una forma de obtener financiación a corto plazo. Por lo general, las entidades bancarias exigen la devolución del dinero adelantado en los 30 días posteriores al préstamo.