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Préstamos y financiación

Reunificación de deudas: qué es y cómo hacerlo

Banco Sabadell, Publicidad - 24/03/2025
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El sobreendeudamiento puede dificultar la gestión financiera y generar costes por el pago de intereses. Una solución útil es la reunificación de deudas, que permite agrupar varios préstamos en uno solo y reducir la cuota mensual. A continuación, explicamos cómo funciona y qué aspectos se deben tener en cuenta antes de hacer una reunificación de deudas.

¿Qué es la reunificación de deudas?

La reunificación de deudas es un proceso mediante el cual una persona agrupa varias deudas en un solo préstamo. Esto permite simplificar la gestión de pagos, ya que en lugar de abonar diferentes cuotas con distintos intereses y fechas de vencimiento, se unifican en un único pago mensual.

Diferencias entre reunificar y refinanciar deudas

Es común confundir la reunificación de deudas con la refinanciación, pero son conceptos diferentes:

  • Reunificar deudas: Consiste en unificar varios préstamos en uno solo con nuevas condiciones de pago. Su objetivo principal es reducir la cuota mensual y facilitar la gestión financiera.
  • Refinanciar deuda: Se refiere a modificar las condiciones de un préstamo existente, como el tipo de interés, el plazo de amortización o la cuota mensual. Es útil para obtener mejores condiciones en un préstamo ya contratado.

Elegir entre reunificar o refinanciar deudas depende de la situación financiera del cliente y de sus objetivos económicos a corto y largo plazo.

Beneficios y riesgos de la reunificación de deudas

Antes de optar por la reunificación de deudas, es importante conocer sus ventajas y desventajas:

Beneficios de la reunificación de deudas

  • Reducción de la cuota mensual. Al agrupar todas las deudas en un solo préstamo, la cuota mensual suele ser menor. 
  • Mejora del control financiero. Facilita la gestión del dinero y evita posibles olvidos en el pago de las cuotas. 
  • Reducción de los intereses. En algunos casos, si las condiciones son favorables, es posible pagar menos intereses a largo plazo. 

Riesgos de la reunificación de deudas

  • Ampliación del plazo de amortización. Aunque la cuota mensual sea menor, pagar el préstamo durante un plazo de tiempo mayor también puede suponer que el coste final se eleve. 
  • Costes adicionales. Hay que tener presente la posibilidad de que se apliquen comisiones por cancelación anticipada o por la contratación del nuevo préstamo.
  • Cambios en los intereses. La reunificación de deudas no siempre implica una reducción en los intereses, por lo que el coste del préstamo podría incrementarse. 

¿Cuándo es recomendable reunificar deudas?

La reunificación de deudas puede ser una buena opción en los siguientes supuestos: 

  • Alto nivel de endeudamiento. Es útil reunificar deudas cuando una persona tiene múltiples préstamos personales y el pago de sus cuotas supone un porcentaje importante sobre su nivel de ingresos. El Banco de España recomienda no destinar más del 40% de los ingresos netos mensuales al pago de deudas.
  • Múltiples préstamos con intereses elevados. Para ello, es importante revisar qué intereses conllevan determinados productos como los préstamos o las tarjetas de crédito. 
  • Dificultad para gestionar los pagos. Si para una persona resulta complicado gestionar diferentes deudas al mismo tiempo, reunificarlas puede facilitar su control. 

¿Cómo es el proceso de reunificación de deudas?

Para llevar a cabo el proceso de reunificación de deudas, es importante seguir estos pasos: 

  1. Evaluar la situación financiera. El primer paso es tener claro el total de deudas pendientes, los intereses y las cuotas que se pagan. 
  2. Comparar diferentes opciones. Existen diferentes alternativas de préstamos para reunificar deudas, por lo que es fundamental comparar las condiciones y los intereses.
  3. Solicitar el nuevo préstamo. Para ello habrá que presentar un justificante de ingresos y el detalle de las deudas a reunificar.
  4. Cancelar las deudas anteriores. Una vez aprobado el nuevo préstamo, el dinero se destina a pagar las deudas anteriores y se empieza a abonar una sola cuota mensual.

Alternativas a la reunificación de deudas

Además de la posibilidad de reunificar las deudas, es interesante saber que existen otras alternativas:

  • Renegociar las condiciones. Puede ser una vía útil que permita mejorar la situación financiera sin necesidad de reunificar las deudas. 
  • Rehipotecar la vivienda. En el caso de tener un préstamo hipotecario, existe la opción de rehipotecar la vivienda con la posibilidad de acceder a financiación en mejores condiciones. 
  • Gestionar los pagos mediante un plan de ahorro. En algunos casos, reorganizar el presupuesto personal y ajustar los gastos puede ayudar a controlar mejor los pagos. 

Consejos para evitar el sobreendeudamiento futuro

Con el objetivo de mantener una buena salud financiera, es fundamental evitar caer en una situación de sobreendeudamiento. Para ello, es útil seguir estos consejos: 

  • Elaborar un presupuesto mensual que ayude al control de ingresos y gastos. 
  • Evitar la financiación de compras innecesarias mediante créditos con intereses muy altos. 
  • Dar una mayor importancia al ahorro y contar con un fondo de emergencia para imprevistos. 
Fotografia de Freepik
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Ahorro, inversión y jubilación   - 25/04/2025

5 errores que hay que evitar para disfrutar de la jubilación Banco Sabadell, Publicidad

Planificar la jubilación es clave para poder disfrutar en el futuro de un retiro profesional tranquilo y sin sobresaltos. Para evitar cometer errores que tengan un impacto económico en la jubilación es fundamental realizar una adecuada planificación financiera según los objetivos marcados. A continuación, vamos a analizar algunos de los errores más habituales que se deben evitar para disfrutar de una jubilación tranquila y satisfactoria.

¿Cuáles son los errores que conviene evitar para disfrutar de la jubilación?

Realizar una adecuada planificación de la jubilación es clave para garantizar la estabilidad financiera del futuro. Algunos errores comunes son no empezar a ahorrar a tiempo o no diversificar ingresos. Aquí algunos ejemplos: 

1. No planificar financieramente la jubilación

Los expertos recomiendan empezar a ahorrar y a invertir de manera constante lo antes posible, ya que de este modo se contará con un mayor margen de tiempo para favorecer el ahorro para la jubilación. Además, se suele recomendar diversificar las fuentes de ingreso, combinando el ahorro con otros productos con los que intentar obtener rentabilidad, como por ejemplo, los planes de pensiones.

No planificar financieramente la jubilación puede ocasionar una mayor dificultad para que una persona pueda mantener su nivel de vida una vez afronte el retiro profesional. Además, es posible que esto provoque que tenga que reducir algunos de sus gastos o que, en el peor de los gastos, tenga que desprenderse de parte de su patrimonio.

2. Comenzar a ahorrar tarde

Es frecuente que se empiece a ahorrar demasiado tarde pensando que la jubilación queda muy lejos. La experiencia dice que cuanto antes se comience, mayor será el colchón y menores las preocupaciones que nos persigan o puedan surgir en un retiro que, ante todo, debería ser calmado. Existen diferentes productos de ahorro diseñados de manera específica para planificar económicamente la jubilación.

Preparar económicamente la jubilación cuanto antes permite ahorrar poco a poco y con constancia, a través de aportaciones periódicas. Además, ofrece un mayor margen de tiempo para poder utilizar el ‘poder’ del interés compuesto, es decir, de generar intereses a través de la inversión de las plusvalías que se generen. Finalmente, también aporta al ahorrador un mayor margen para diversificar en diferentes productos de inversión, como depósitos o fondos de inversión.

3. No tener en cuenta la inflación

La inflación puede erosionar el poder adquisitivo de los ahorros, sobre todo en el largo plazo, por lo que no considerar la tasa de inflación al planificar la jubilación puede hacer que, en el futuro, el dinero ahorrado haya perdido valor si no se ha hecho nada con él. Existen productos financieros que suelen replicar mejor a largo plazo el comportamiento de la inflación, como los fondos de inversión, así como la propia inversión en acciones.

Tradicionalmente, los precios en el sector inmobiliario también han sabido recoger el aumento de la inflación con el paso del tiempo, por lo que puede ser una buena decisión invertir en la compra de una vivienda y financiarla a través de una hipoteca pensando en complementar económicamente la jubilación el día de mañana.

4. No pensar en las distintas etapas de la vida para adaptar el plan de ahorro

La capacidad de ahorro de una persona cambia a lo largo de su vida en virtud de cómo evolucionan sus ingresos y, también, sus gastos. Por ello, es oportuno que las perspectivas de ahorro de cara a la jubilación se adapten a cada situación personal, sin perder de vista los objetivos económicos marcados para el largo plazo.

Por regla general, una vez se entra en el mundo laboral las personas afrontan diferentes etapas desde el punto de vista financiero:

  • Inicial hasta los 30 a 35 años. Los ingresos suelen ser bajos, aunque a medida que el salario crece estos aumentan. Por el contrario, los gastos también se estabilizan ya que la persona acaba de emanciparse y habitualmente vive sola.
  • Desde los 35 hasta los 55 años. Es una etapa clave ya que es frecuente que sea el momento de decidir la adquisición de una vivienda y formar una familia. La mayor parte de los gastos se destinarán tanto a cubrir las necesidades de la economía doméstica como a abonar las cuotas del préstamo hipotecario.
  • Desde los 55 años hasta la jubilación. Es la etapa de la consolidación profesional. Los ingresos se han estabilizado y el volumen de gastos se reduce, en ocasiones, sensiblemente, debido a que los hijos se emancipan. Es probable que se incremente el nivel de ahorro de manera relevante, teniendo presente que el retiro profesional está cercano.

5. No contar con los gastos de salud

A medida que se envejece, los gastos relacionados con la salud tienden a aumentar. Sin embargo, existen personas que los subestiman, es decir, que no tienen en cuenta el coste de los tratamientos médicos, los medicamentos o de la posible necesidad de asistencia o cuidado a largo plazo. Todos ellos pueden suponer un gasto significativo que no sea posible cubrir con el ingreso de la pensión de jubilación.

Además, es importante considerar tener un seguro de salud adecuado y, si es posible, contar con un fondo especial para gastos médicos. También puede ser una buena idea llevar un estilo de vida saludable, hacer chequeos regulares y mantenerse activo físicamente. Dejar estos aspectos al azar puede generar una gran incertidumbre y estrés durante la jubilación.

Fotografía de Vlad Sargu en Unsplash


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