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Principales errores al hacer un presupuesto y cómo evitarlos
El presupuesto familiar es una herramienta clave para administrar las finanzas personales. A través de él es posible gestionar de manera más eficiente los ingresos y los gastos, lo que puede ayudar a alcanzar los objetivos financieros marcados para el largo plazo. Sin embargo, cometer errores al elaborar y gestionar esta herramienta puede afectar negativamente al ahorro familiar. A continuación, explicamos algunos de los errores más comunes a la hora de hacer un presupuesto familiar y unos consejos prácticos para evitarlos.
¿Cuáles son los errores más comunes al hacer un presupuesto familiar?
Un presupuesto familiar desempeña un papel fundamental para
Entre los principales errores a la hora de hacer un presupuesto familiar, cabe destacar:
1. No dedicar el tiempo suficiente a elaborar el presupuesto
En ocasiones se piensa que un presupuesto puede prepararse deprisa y corriendo, teniendo en cuenta sólo algunos ingresos y gastos. Sin embargo, para que un presupuesto permita realmente llevar a cabo una gestión eficaz de la economía familiar es necesario dedicar el tiempo suficiente a pensar en todas aquellas magnitudes que tienen importancia en su elaboración, como los ingresos y los gastos, así como definir los objetivos financieros que se desean alcanzar a largo plazo.
Cabe recordar que los principales elementos de un presupuesto son:
- Gastos, entre los que existen:
- Gastos fijos obligatorios: se repiten de manera periódica, como el alquiler de la vivienda o el pago del colegio.
- Gastos variables esenciales: suelen variar aunque resultan indispensables, como la comida, la ropa o la gasolina.
- Gastos superfluos: suelen tener que ver con el ocio, como el consumo en bares y cafeterías o la compra de música y libros. En esta categoría están también los gastos hormiga, que son aquellos que se suelen realizar cada día y cuya cuantía no parece ser importante pero que, al sumarlos todos, sí suponen una cantidad relevante.
- Gastos sorpresa: son gastos inesperados, como una avería en casa o una multa de tráfico.
- Ingresos. Los más importantes suelen ser las nóminas, el cobro de alquileres o los ingresos financieros a través de los intereses de una
cuenta remunerada , por ejemplo. - Ahorro. En un presupuesto se suele concretar un porcentaje de ahorro que se quiere lograr. De esta forma, será posible establecer un
plan de ahorro para alcanzar los objetivos marcados a largo plazo. - Fondo de emergencia. También se suele guardar una pequeña parte del ahorro para potenciales imprevistos, lo que permitirá poder contar con la liquidez suficiente si ocurren gastos inesperados. Disponer de una
cuenta de ahorro es un buen método para mantener este fondo de emergencia.
2. No adaptarse a los cambios en los ingresos y los gastos
Otro error frecuente en la elaboración del presupuesto familiar es tomarlo como una fotografía fija y no tener en cuenta que va variando a lo largo del tiempo. Es decir, si sube el salario de uno de los progenitores aumentarán los ingresos mensuales del núcleo familiar, en tanto que crecerán los gastos si, por ejemplo, sube el precio del alquiler de la vivienda. Todos ellos afectan al presupuesto y a las metas financieras que se han marcado.
La principal recomendación para mantener un presupuesto familiar al día es planificar revisiones periódicas en las que se puedan recoger estas variaciones. De esta forma, será más sencillo implementar posibles cambios en la estrategia financiera o en el compromiso de ahorro sin comprometer los objetivos para el largo plazo.
3. No tener en cuenta el impacto de las deudas
Una buena gestión del presupuesto familiar implica no destinar más del 35% de los ingresos netos mensuales del hogar al pago de
Realizar un seguimiento periódico de las deudas es clave para no comprometer la capacidad económica del hogar. En el caso de que se prevean cambios en las cuotas, hay que hacer una revisión de los gastos reflejados en el presupuesto para verificar si hay que ajustar alguna partida.
4. No incluir el ahorro dentro del presupuesto
En un presupuesto familiar, el ahorro debe considerarse como un gasto más, es decir, como una partida fija a la que hay que destinar una determinada cantidad de dinero cada mes. De este modo, será más sencillo cumplir con el compromiso de ahorro y estar más cerca de cumplir con los objetivos que se hayan marcado.
Para conseguir ahorrar de un modo más sencillo, existen
En definitiva, evitar los errores más comunes al hacer un presupuesto es clave para lograr una gestión financiera eficiente. Revisar los ingresos y los gastos con regularidad, incluir partidas para el ahorro y ser constante en su cumplimiento puede marcar la diferencia en la salud financiera personal.
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