Antes de conceder una hipoteca, el banco evalúa la solvencia del solicitante, que incluye factores como sus ingresos, la estabilidad laboral, su historial crediticio y su capacidad de endeudamiento. Aunque es posible pedir una hipoteca sin disponer de contrato indefinido, es necesario demostrar una adecuada solvencia económica y un determinado volumen de ingresos así como, en ciertos casos, disponer de un avalista. A continuación, explicamos cómo es posible conseguir una hipoteca si no se dispone de un contrato fijo y qué otras alternativas de financiación existen.
Los requisitos para solicitar una
La edad.
La estabilidad laboral.
El nivel de ingresos.
El historial crediticio.
La situación personal.
La tenencia de otros activos.
Además,
Ahorro previo. El banco suele conceder financiación hipotecaria de hasta el 80% del valor de tasación del inmueble o de su precio de compraventa. Por ello, quien solicita una hipoteca debe tener ahorrado en torno a un 20% antes de pedir el préstamo. Este porcentaje se eleva hasta alrededor del 30%-35% si se tiene en cuenta que el proceso de compra conlleva una serie de gastos asociados.
Nivel de endeudamiento. El Banco de España recomienda no destinar más del 35% de los ingresos netos mensuales al pago de deudas.
Disponer de un contrato fijo no es un requisito indispensable para solicitar una hipoteca, aunque puede ser más difícil que el banco acepte la operación o que, al menos, exija condiciones más estrictas si no cuentas con un contrato fijo. Esto es debido a que el banco valora la estabilidad de los ingresos del solicitante y la probabilidad de poder afrontar el pago de las cuotas de la hipoteca. Con un
Es decir, el banco evaluará en profundidad el riesgo que puede suponer conceder una hipoteca a una persona sin contrato fijo, teniendo en cuenta elementos como si el solicitante está actualmente desempleado o si dispone de un contrato temporal, o si presenta una vida laboral estable y suficientemente amplia como para considerar que sus ingresos serán sostenibles en el tiempo. También se tendrá en cuenta la situación particular de cada persona, por ejemplo, si ha cambiado recientemente de trabajo, si es un funcionario de reciente incorporación o si puede existir un cotitular con capacidad de pago suficiente para atender la hipoteca, llegado el caso.
Además de solicitar una hipoteca convencional, una persona sin contrato fijo puede optar por otras alternativas para financiar la compra de una vivienda, como son:
Hipoteca con aval. En ocasiones, para conceder una hipoteca el banco pide una garantía adicional para incrementar la solvencia del futuro titular, que se denomina aval. De este modo, es posible cumplir con todos los requisitos exigidos para la concesión del préstamo hipotecario. Otra opción que también puede plantearse para reforzar la garantía es la
Hipoteca compartida. Una hipoteca con dos titulares, también llamada hipoteca compartida, es un préstamo hipotecario en el que dos o más personas comparten la responsabilidad del pago y la propiedad de la vivienda. Ambos titulares son responsables de la deuda y el banco puede reclamar el pago a cualquiera de ellos en caso de impago.
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