Una hipoteca puente facilita a su titular la compra de una nueva vivienda a la vez que intenta vender su antigua casa y que, habitualmente, cuenta con un préstamo hipotecario que todavía no se ha terminado de pagar en su totalidad. A continuación, vamos a explicar las claves de una hipoteca puente y qué requisitos pide el banco para concederla.
¿Qué es una hipoteca puente?
Una hipoteca puente es un préstamo en el que se parte de la hipoteca inicial que ya tenía suscrita un propietario, y que se amplía con el importe necesario para poder adquirir la vivienda nueva, gracias a que se añade una segunda garantía como es dicho inmueble.
¿Cómo funciona una hipoteca puente?
¿Qué coste tiene una hipoteca puente?
Una hipoteca puente es un producto complejo que hay que entender muy bien antes de proceder a su contratación. Los costes asociados a la apertura de una hipoteca puente son los propios de cualquier otra hipoteca, como los gastos de tasación, de notaría y la posible comisión de apertura.
Hipoteca puente paso a paso
Una hipoteca puente tiene tres etapas principales:
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Comprar una casa nueva. Se da por finalizado el préstamo hipotecario con el importe que estaba pendiente en la primera hipoteca y se formaliza uno nuevo que unifica ambas hipotecas. Es decir, que se suma al préstamo correspondiente a la vivienda nueva el saldo vivo pendiente de la hipoteca del inmueble que se va a vender. Lo más habitual es que el titular se comprometa a realizar la venta en un plazo determinado, que suele ser de hasta un máximo de cinco años.
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Vender la vivienda antigua. En esta etapa, es frecuente que se pueda escoger entre distintos tipos de cuotas durante el tiempo que una persona tarda en vender su casa: cuota con un periodo de carencia de capital (solo se amortizan intereses y no capital prestado), cuota especial reducida (es algo inferior a la que se abonará cuando se venda casa, aunque la mayor parte corresponde a la amortización de intereses) o cuota normal (se amortiza el préstamo con normalidad).
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Después de concretarse la venta del inmueble antiguo. En este momento, el propietario se ocupa de amortizar cualquier deuda existente sobre la vivienda que ha vendido, lo que sirve para que se formalice una única hipoteca.
En Banco Sabadell, pese a que no comercializamos este tipo de hipotecas como tal, contamos con un equipo de gestores especialistas que ponemos a disposición del cliente para estudiar cada caso y ofrecer la mejor solución según sus necesidades.
¿Cuáles son los requisitos para solicitar una hipoteca puente?
El principal requisito que tiene que cumplir una persona a la hora de pedir cualquier hipoteca es disponer de una solvencia económica suficiente para poder afrontar las cuotas del préstamo hipotecario (por regla general, la cuota de una hipoteca no debe superar el 30% de los ingresos del solicitante). Por ello, el banco lleva a cabo un análisis de la capacidad de endeudamiento del propietario, en la que influyen sus ingresos, pero también sus gastos.
Además, para conceder una hipoteca puente el banco también analiza:
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La probabilidad de venta de la vivienda habitual del solicitante, de acuerdo con diferentes elementos como su ubicación, sus características o la demanda que existe.
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La cantidad amortizada de la hipoteca original que se haya satisfecho, y que debe ser de, al menos, un 20% sobre el total.
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El ahorro previo del que se disponga que significa que el titular debe tener por lo menos un 20% de ahorros previos junto a alrededor de un 15% añadido para cubrir con los gastos asociados a la compraventa del inmueble.
¿Existen alternativas a una hipoteca puente?
Hay muchas alternativas a una hipoteca puente. Las principales son:
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Ampliar el préstamo actual a través de una novación de hipoteca. En una novación hipotecaria, recuerda que el cliente tiene que pagar la tasación de la vivienda y la comisión por novación.
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Contratar una segunda hipoteca. En este supuesto, el cliente debe pagar los gastos de tasación de la vivienda, los aranceles notariales que correspondan, por ejemplo, si se quiere una copia de la escritura de la hipoteca y la comisión de apertura del préstamo hipotecario. Recuerda que Banco Sabadell no cobra comisión de apertura.
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Esperar hasta que se venda la vivienda. Esta posibilidad conlleva dos riesgos: que pueda expirar el contrato de arras que se ha firmado con el vendedor de la nueva casa que se quiere adquirir, lo que puede acarrear un coste importante; y que el mercado inmobiliario caiga, depreciando el valor de venta de la casa.
En Banco Sabadell estudiaremos las necesidades particulares del cliente para ofrecer la solución óptima.
Fotografía de Alex Azabache en Unplash