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Evita estos errores al pedir una hipoteca

Banco Sabadell, Publicidad - Fri Mar 14 14:31:43 CET 2025
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Pedir una hipoteca es uno de los pasos más importantes a la hora de comprar una casa y evitar errores puede facilitar el proceso. Por ello, es clave analizar toda la información disponible para procurar tomar la decisión correcta. A continuación, analizamos los fallos más comunes al solicitar una hipoteca y las mejores estrategias para evitarlos.

Conoce tu situación financiera antes de solicitar la hipoteca

Una de las principales herramientas que tiene en cuenta el banco para decidir si es adecuado conceder o no una hipoteca es el scoring financiero. Este sistema evalúa factores como la solvencia, el historial crediticio y el nivel de endeudamiento del solicitante. Gracias a esta evaluación, las entidades bancarias pueden medir el riesgo de la operación y decidir si dan luz verde al préstamo hipotecario.

Para conocer el nivel de riesgo para pedir una hipoteca, es importante analizar:

  • Capacidad de ingresos. Los expertos recomiendan que la cuota hipotecaria no supere el 30% de los ingresos mensuales.
  • Situación financiera. Hay que considerar la situación financiera y la existencia de préstamos activos.
  • Historial de crédito. Se analiza la información de la Central de Información de Riesgos del Banco de España (CIRBE), para detectar posibles impagos.
  • Situación personal. Factores como la edad, el estado civil y las personas a cargo pueden influir en la aprobación del préstamo hipotecario. 

Para mejorar el scoring bancario y aumentar las posibilidades de obtener una hipoteca, es clave mantener un nivel de endeudamiento por debajo del 30-35% de los ingresos, evitar el sobreendeudamiento y contar con un historial crediticio sólido.

Errores comunes al solicitar una hipoteca

A la hora de solicitar una hipoteca, además de la situación financiera personal, es importante tener presente los posibles errores que se pueden cometer de cara a poder evitarlos y conseguir una hipoteca en mejores condiciones. Entre los errores comunes al solicitar una hipoteca cabe destacar:

1: No comparar diferentes ofertas hipotecarias

Antes de contratar una hipoteca, es fundamental comparar los diferentes tipos de préstamos hipotecarios (a tipo fijo, a tipo variable o mixto) para encontrar el más adecuado. Un simulador hipotecario facilita esta tarea al calcular la cuota mensual, los intereses y los gastos asociados según los datos de cada caso particular. 

Para obtener un cálculo de la hipoteca lo más preciso posible es importante introducir información en el simulador como:

  • Datos de la vivienda: Precio, uso como vivienda habitual o segunda residencia, ubicación y si se contrata la hipoteca solo o en pareja.
  • Datos personales: Edad, ingresos mensuales, pagos mensuales fijos (como préstamos).

2: No considerar todos los gastos asociados

El principal gasto inicial que debe asumir un nuevo propietario al comprar una casa es la entrada, para lo que es necesario tener un ahorro en torno a un 20% del precio de compraventa. Además existen otros gastos asociados a la compra de una vivienda, como el pago de impuestos, el notario, la inscripción en el Registro de la Propiedad o la gestoría. Una vez que se tienen en cuenta todos estos costes, es importante no cometer el error de olvidar los gastos de contratar una hipoteca

Entre los principales gastos de una hipoteca que corresponden al nuevo propietario se encuentran:

  • Tasación de la vivienda. Su coste ronda entre los 300 y los 600 euros, en función de quien la realice y del valor del inmueble.
  • Comisión de apertura. Algunas entidades bancarias cobran una comisión al formalizar la hipoteca. Sin embargo, actualmente, las hipotecas de Banco Sabadell no tienen comisión de apertura.
  • Productos vinculados. Contratar productos vinculados a la hipoteca puede reducir el tipo de interés que se paga por el préstamo. La contratación de estos productos no es obligatoria, salvo en el caso del seguro de hogar. Según las coberturas y la compañía aseguradora, su coste suele rondar entre los 200 y los 600 euros anuales.
  • Copia de la escritura de la hipoteca. Si el titular de la hipoteca desea una copia de la escritura, debe asumir su coste, que se sitúa entre 20 y 50 euros.

El resto de gastos asociados a la contratación de una hipoteca, como los de notaría, el registro, la gestoría y el Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados (AJD) relativo a la firma de la hipoteca, los asume el banco desde la aprobación de la Ley Hipotecaria de 2019.

3: Pedir más dinero del que realmente se puede pagar

Otro de los errores más comunes al pedir una hipoteca es solicitar un importe mayor del que realmente se puede devolver según los ingresos del solicitante. Para evitarlo, es fundamental utilizar un simulador de hipotecas y contar con la ayuda de un gestor especialista del banco. 

Como regla general, se recomienda que el pago total de deuda, incluidas las cuotas hipotecarias, no supere el 30% de los ingresos netos mensuales. Un ejemplo práctico basado esta regla sería: 

  • Un solicitante de hipoteca tiene unos ingresos mensuales netos de 2.500 euros.
  • Siguiendo la recomendación, el máximo que debería destinar al pago de sus deudas (incluyendo la hipoteca), es el 30% de 2.500 euros, es decir, 750 euros al mes.
  • Si esta persona paga, por ejemplo, 200 euros en un préstamo personal, solo podría destinar 550 euros como máximo a la cuota de la hipoteca. 

Como conclusión, si la cuota de hipoteca supera los 550 euros, podría suponer un riesgo financiero y dificultar el pago de otros gastos esenciales.

4: No revisar a fondo las condiciones del contrato

No revisar detenidamente el contrato hipotecario antes de firmarlo, puede suponer un error importante. Este documento incluye todos los términos y condiciones del préstamo hipotecario, como el tipo de interés, el cuadro de amortización y las posibles comisiones. Comprender cada cláusula es fundamental para gestionar correctamente el pago de las cuotas y afrontar posibles cambios, como, por ejemplo, si se desea realizar una amortización parcial o total del préstamo en el futuro. 

5: No prever cambios en la situación económica

Prever la evolución de los ingresos personales a futuro puede ser complicado, pero es clave al solicitar una hipoteca, ya que supone un compromiso financiero a 20 o 30 años. Factores como la jubilación (con la posible reducción de ingresos) o la emancipación de los hijos pueden afectar a la economía familiar y, en consecuencia, a la capacidad de pago de las cuotas hipotecarias. Además, hay que prestar atención a los cambios externos que pueden influir en el precio de la hipoteca, como la evolución del euríbor que afecta a las hipotecas variables y mixtas. 

Para garantizar la estabilidad financiera a largo plazo, es recomendable: 

  • Crear y mantener un fondo de emergencia. 
  • Invertir en productos de ahorro.
  • Evitar aumentar la capacidad de endeudamiento con otros préstamos innecesarios.

Fotografía de Freepik

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Ahorro, inversión y jubilación   - 25/04/2025

5 errores que hay que evitar para disfrutar de la jubilación Banco Sabadell, Publicidad

Planificar la jubilación es clave para poder disfrutar en el futuro de un retiro profesional tranquilo y sin sobresaltos. Para evitar cometer errores que tengan un impacto económico en la jubilación es fundamental realizar una adecuada planificación financiera según los objetivos marcados. A continuación, vamos a analizar algunos de los errores más habituales que se deben evitar para disfrutar de una jubilación tranquila y satisfactoria.

¿Cuáles son los errores que conviene evitar para disfrutar de la jubilación?

Realizar una adecuada planificación de la jubilación es clave para garantizar la estabilidad financiera del futuro. Algunos errores comunes son no empezar a ahorrar a tiempo o no diversificar ingresos. Aquí algunos ejemplos: 

1. No planificar financieramente la jubilación

Los expertos recomiendan empezar a ahorrar y a invertir de manera constante lo antes posible, ya que de este modo se contará con un mayor margen de tiempo para favorecer el ahorro para la jubilación. Además, se suele recomendar diversificar las fuentes de ingreso, combinando el ahorro con otros productos con los que intentar obtener rentabilidad, como por ejemplo, los planes de pensiones.

No planificar financieramente la jubilación puede ocasionar una mayor dificultad para que una persona pueda mantener su nivel de vida una vez afronte el retiro profesional. Además, es posible que esto provoque que tenga que reducir algunos de sus gastos o que, en el peor de los gastos, tenga que desprenderse de parte de su patrimonio.

2. Comenzar a ahorrar tarde

Es frecuente que se empiece a ahorrar demasiado tarde pensando que la jubilación queda muy lejos. La experiencia dice que cuanto antes se comience, mayor será el colchón y menores las preocupaciones que nos persigan o puedan surgir en un retiro que, ante todo, debería ser calmado. Existen diferentes productos de ahorro diseñados de manera específica para planificar económicamente la jubilación.

Preparar económicamente la jubilación cuanto antes permite ahorrar poco a poco y con constancia, a través de aportaciones periódicas. Además, ofrece un mayor margen de tiempo para poder utilizar el ‘poder’ del interés compuesto, es decir, de generar intereses a través de la inversión de las plusvalías que se generen. Finalmente, también aporta al ahorrador un mayor margen para diversificar en diferentes productos de inversión, como depósitos o fondos de inversión.

3. No tener en cuenta la inflación

La inflación puede erosionar el poder adquisitivo de los ahorros, sobre todo en el largo plazo, por lo que no considerar la tasa de inflación al planificar la jubilación puede hacer que, en el futuro, el dinero ahorrado haya perdido valor si no se ha hecho nada con él. Existen productos financieros que suelen replicar mejor a largo plazo el comportamiento de la inflación, como los fondos de inversión, así como la propia inversión en acciones.

Tradicionalmente, los precios en el sector inmobiliario también han sabido recoger el aumento de la inflación con el paso del tiempo, por lo que puede ser una buena decisión invertir en la compra de una vivienda y financiarla a través de una hipoteca pensando en complementar económicamente la jubilación el día de mañana.

4. No pensar en las distintas etapas de la vida para adaptar el plan de ahorro

La capacidad de ahorro de una persona cambia a lo largo de su vida en virtud de cómo evolucionan sus ingresos y, también, sus gastos. Por ello, es oportuno que las perspectivas de ahorro de cara a la jubilación se adapten a cada situación personal, sin perder de vista los objetivos económicos marcados para el largo plazo.

Por regla general, una vez se entra en el mundo laboral las personas afrontan diferentes etapas desde el punto de vista financiero:

  • Inicial hasta los 30 a 35 años. Los ingresos suelen ser bajos, aunque a medida que el salario crece estos aumentan. Por el contrario, los gastos también se estabilizan ya que la persona acaba de emanciparse y habitualmente vive sola.
  • Desde los 35 hasta los 55 años. Es una etapa clave ya que es frecuente que sea el momento de decidir la adquisición de una vivienda y formar una familia. La mayor parte de los gastos se destinarán tanto a cubrir las necesidades de la economía doméstica como a abonar las cuotas del préstamo hipotecario.
  • Desde los 55 años hasta la jubilación. Es la etapa de la consolidación profesional. Los ingresos se han estabilizado y el volumen de gastos se reduce, en ocasiones, sensiblemente, debido a que los hijos se emancipan. Es probable que se incremente el nivel de ahorro de manera relevante, teniendo presente que el retiro profesional está cercano.

5. No contar con los gastos de salud

A medida que se envejece, los gastos relacionados con la salud tienden a aumentar. Sin embargo, existen personas que los subestiman, es decir, que no tienen en cuenta el coste de los tratamientos médicos, los medicamentos o de la posible necesidad de asistencia o cuidado a largo plazo. Todos ellos pueden suponer un gasto significativo que no sea posible cubrir con el ingreso de la pensión de jubilación.

Además, es importante considerar tener un seguro de salud adecuado y, si es posible, contar con un fondo especial para gastos médicos. También puede ser una buena idea llevar un estilo de vida saludable, hacer chequeos regulares y mantenerse activo físicamente. Dejar estos aspectos al azar puede generar una gran incertidumbre y estrés durante la jubilación.

Fotografía de Vlad Sargu en Unsplash


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