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Préstamos y financiación

El préstamo con garantía hipotecaria: la mejor solución para aceptar una herencia

Carlos S.Ponz, Publicidad - 28/01/2021
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Aceptar una herencia puede ser un proceso más complicado y, sobre todo, más costoso de lo que parece. Para evitar disgustos, contar con instrumentos que aporten liquidez, como los préstamos con garantía hipotecaria, puede suponer una gran ayuda.

Gestionar o recibir una herencia lleva aparejado una serie de trámites que presentan algunas complejidades, sobre todo, desde el punto de vista económico y fiscal, para cualquier persona que deba acometer alguno de estos procesos por primera vez. En este contexto, existen muchos factores que hay que considerar, ya que tienen relevancia y que hacen prácticamente obligatoria la presencia tanto de un notario como de abogados -con el coste económico que ello conlleva- como, por ejemplo, el número de herederos, la localización de los bienes, el número y la tipología de los mismos o si existe alguna clase de conflicto entre las personas que van a heredar. 

El apoyo de los préstamos con garantía hipotecaria

Aunque pueda sonar raro, tras hacer los oportunos cálculos económicos con carácter previo a aceptar una herencia, muchas personas deciden finalmente renunciar a ella para no comprometer sus economías familiares. Una de las alternativas que a veces se plantea es la de pedir un préstamo personal o un crédito, pero suelen tener plazos de amortización más cortos.

Sin embargo, la mayoría de ellos desconoce que existe una vía con la que poder financiarla, logrando el capital necesario para poder afrontar todos los gastos, gracias a los préstamos con garantía hipotecaria. Estos productos son, a grandes rasgos, préstamos en los que los clientes aportan como garantía de la operación un inmueble en propiedad, de modo que la entidad financiera, llegado el caso, podría ejecutar sus derechos sobre el mismo si el cliente no pudiera cumplir con los compromisos de pago. 

En general, están diseñados para personas que precisan de un capital elevado y a las que no les es posible obtener financiación por otras vías. Por eso, si se trata de un importe considerable, una opción más interesante puede ser una hipoteca fija. Además, cuentan con la ventaja tanto de ofrecer, por regla general, condiciones menos exigentes que las de los préstamos convencionales, como de que no es necesario justificar el motivo por el que se necesita dicho importe económico. Es decir, que es una manera rápida de lograr liquidez a través de los bienes inmuebles que se poseen (por definición, son los activos menos líquidos que existen), sin tener en cuenta el historial crediticio del cliente (estos préstamos no evalúan los ficheros de morosidad). En el caso de las herencias, son muy útiles para, por ejemplo, reagrupar las deudas que se han recibido del fallecido. 

Puedes informarte y conocer más sobre las diferencias entre un préstamo al consumo y una hipoteca.

El coste económico real de una herencia 

Según los datos del Consejo General del Notariado, de enero a junio de 2020, se tramitaron alrededor de 142.000 herencias en España, de las que casi 16.000 (el 11,3%) se rechazaron, su cifra más elevada en 15 años. El principal motivo fue la existencia de deudas, en especial, en activos relacionados con el sector inmobiliario. La otra gran causa fueron las obligaciones fiscales, principalmente, el pago del impuesto de sucesiones, de competencia autonómica, cuya cuantía hace que, en ocasiones, al heredero no le compense aceptar la herencia haciendo el cálculo de lo que, finalmente, percibirá. 

De hecho, este no es el único coste que hay que asumir, sino que se añade a una lista en la que contabilizar las minutas de los abogados que gestionan las posibles incidencias legales que se produzcan, los servicios de gestión del notario, los gastos para poder modificar los datos del Registro de Propiedades (en el caso de que existan bienes inmuebles), así como la tramitación de distintos documentos, como el certificado de defunción, el de Actos de Última Voluntad o la copia autorizada del testamento.

Riesgos y ventajas de los préstamos con garantía hipotecaria 

A pesar de su importante papel para aportar la liquidez suficiente con la que llevar a cabo con éxito los trámites de una herencia, los préstamos con garantía hipotecaria también conllevan una serie de riesgos. Entre otros, destaca el hecho de que, al poner la vivienda como aval, en el peor de los casos, se puede llegar a perder por impago, que es requisito imprescindible que la casa esté pagada al 100% y que no soporte ninguna carga económica; que cuenta, habitualmente, con unos intereses más elevados que los de un préstamo personal; y que los plazos de espera para lograr la aceptación por parte de la entidad financiera suelen ser más largos que en el caso de otro tipo de productos. Advertidos de estos riesgos, sus ventajas, en teoría, son muchas para la persona que lo solicita, ya que le permite conseguir, en principio, cantidades superiores a las que obtendría con un préstamo personal, le es posible seguir viviendo en la casa que se pone como aval (incluso, está permitido venderla mientras se sigue pagando el préstamo) y le ofrece plazos de devolución largos, de hasta 30 años, es decir, equiparables a los de una hipoteca. 

Los errores más comunes al recibir una herencia 

No tener en cuenta de modo adecuado los costes económicos es el error más importante en el que, con frecuencia, se cae durante la aceptación de una herencia. La gestión de una herencia puede convertirse en algo tedioso y nada sencillo, donde pueden producirse una serie de incidencias, por lo que hace que contar con asesoramiento profesional sea la mejor decisión que se tome. 

Por ejemplo, el plazo para liquidar el impuesto de sucesiones es de seis meses desde el momento del fallecimiento, si bien es posible solicitar una prórroga por la misma extensión de tiempo, pero hay que pedirla formalmente durante los cinco primeros meses. Si, además, hay una vivienda dentro de la herencia, es necesario liquidar el impuesto de plusvalía municipal. La única solución para evitar tener que pagar ambas tasas es que se renuncie a la herencia.  

Otra situación que se produce con frecuencia es desconocer que, al aceptar una herencia, no solo se están asumiendo los bienes de la persona fallecida, sino, también, sus deudas. Aunque de ello informa el notario, es posible que el heredero no termine de comprender las repercusiones legales y financieras que eso conlleva, lo que, de nuevo, subraya la necesidad de contar con ayuda especializada.

Si tienes cualquier duda o necesitas más información, cuenta con la ayuda de un gestor especializado. Solicita aquí una cita previa con un gestor de Banco Sabadell sin ningún compromiso.

Fotografía de Andrew Medhat en Unsplash
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Ahorro, inversión y jubilación   - Fri Apr 25 13:02:27 CEST 2025

5 errores que hay que evitar para disfrutar de la jubilación Banco Sabadell, Publicidad

Planificar la jubilación es clave para poder disfrutar en el futuro de un retiro profesional tranquilo y sin sobresaltos. Para evitar cometer errores que tengan un impacto económico en la jubilación es fundamental realizar una adecuada planificación financiera según los objetivos marcados. A continuación, vamos a analizar algunos de los errores más habituales que se deben evitar para disfrutar de una jubilación tranquila y satisfactoria.

¿Cuáles son los errores que conviene evitar para disfrutar de la jubilación?

Realizar una adecuada planificación de la jubilación es clave para garantizar la estabilidad financiera del futuro. Algunos errores comunes son no empezar a ahorrar a tiempo o no diversificar ingresos. Aquí algunos ejemplos: 

1. No planificar financieramente la jubilación

Los expertos recomiendan empezar a ahorrar y a invertir de manera constante lo antes posible, ya que de este modo se contará con un mayor margen de tiempo para favorecer el ahorro para la jubilación. Además, se suele recomendar diversificar las fuentes de ingreso, combinando el ahorro con otros productos con los que intentar obtener rentabilidad, como por ejemplo, los planes de pensiones.

No planificar financieramente la jubilación puede ocasionar una mayor dificultad para que una persona pueda mantener su nivel de vida una vez afronte el retiro profesional. Además, es posible que esto provoque que tenga que reducir algunos de sus gastos o que, en el peor de los gastos, tenga que desprenderse de parte de su patrimonio.

2. Comenzar a ahorrar tarde

Es frecuente que se empiece a ahorrar demasiado tarde pensando que la jubilación queda muy lejos. La experiencia dice que cuanto antes se comience, mayor será el colchón y menores las preocupaciones que nos persigan o puedan surgir en un retiro que, ante todo, debería ser calmado. Existen diferentes productos de ahorro diseñados de manera específica para planificar económicamente la jubilación.

Preparar económicamente la jubilación cuanto antes permite ahorrar poco a poco y con constancia, a través de aportaciones periódicas. Además, ofrece un mayor margen de tiempo para poder utilizar el ‘poder’ del interés compuesto, es decir, de generar intereses a través de la inversión de las plusvalías que se generen. Finalmente, también aporta al ahorrador un mayor margen para diversificar en diferentes productos de inversión, como depósitos o fondos de inversión.

3. No tener en cuenta la inflación

La inflación puede erosionar el poder adquisitivo de los ahorros, sobre todo en el largo plazo, por lo que no considerar la tasa de inflación al planificar la jubilación puede hacer que, en el futuro, el dinero ahorrado haya perdido valor si no se ha hecho nada con él. Existen productos financieros que suelen replicar mejor a largo plazo el comportamiento de la inflación, como los fondos de inversión, así como la propia inversión en acciones.

Tradicionalmente, los precios en el sector inmobiliario también han sabido recoger el aumento de la inflación con el paso del tiempo, por lo que puede ser una buena decisión invertir en la compra de una vivienda y financiarla a través de una hipoteca pensando en complementar económicamente la jubilación el día de mañana.

4. No pensar en las distintas etapas de la vida para adaptar el plan de ahorro

La capacidad de ahorro de una persona cambia a lo largo de su vida en virtud de cómo evolucionan sus ingresos y, también, sus gastos. Por ello, es oportuno que las perspectivas de ahorro de cara a la jubilación se adapten a cada situación personal, sin perder de vista los objetivos económicos marcados para el largo plazo.

Por regla general, una vez se entra en el mundo laboral las personas afrontan diferentes etapas desde el punto de vista financiero:

  • Inicial hasta los 30 a 35 años. Los ingresos suelen ser bajos, aunque a medida que el salario crece estos aumentan. Por el contrario, los gastos también se estabilizan ya que la persona acaba de emanciparse y habitualmente vive sola.
  • Desde los 35 hasta los 55 años. Es una etapa clave ya que es frecuente que sea el momento de decidir la adquisición de una vivienda y formar una familia. La mayor parte de los gastos se destinarán tanto a cubrir las necesidades de la economía doméstica como a abonar las cuotas del préstamo hipotecario.
  • Desde los 55 años hasta la jubilación. Es la etapa de la consolidación profesional. Los ingresos se han estabilizado y el volumen de gastos se reduce, en ocasiones, sensiblemente, debido a que los hijos se emancipan. Es probable que se incremente el nivel de ahorro de manera relevante, teniendo presente que el retiro profesional está cercano.

5. No contar con los gastos de salud

A medida que se envejece, los gastos relacionados con la salud tienden a aumentar. Sin embargo, existen personas que los subestiman, es decir, que no tienen en cuenta el coste de los tratamientos médicos, los medicamentos o de la posible necesidad de asistencia o cuidado a largo plazo. Todos ellos pueden suponer un gasto significativo que no sea posible cubrir con el ingreso de la pensión de jubilación.

Además, es importante considerar tener un seguro de salud adecuado y, si es posible, contar con un fondo especial para gastos médicos. También puede ser una buena idea llevar un estilo de vida saludable, hacer chequeos regulares y mantenerse activo físicamente. Dejar estos aspectos al azar puede generar una gran incertidumbre y estrés durante la jubilación.

Fotografía de Vlad Sargu en Unsplash


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