¿Cuántas cuentas bancarias puede tener una persona?

En la actualidad, no existe un límite legal sobre el número de cuentas bancarias que puede tener una persona. Es posible abrir tantas cuentas bancarias como se necesite, siempre que se cumpla con los requisitos que solicite el banco. Además, disponer de diferentes cuentas tiene una serie de ventajas desde el punto de vista de la organización financiera, la seguridad y el ahorro. A continuación, explicamos los beneficios de tener dos o más cuentas bancarias. 

Ventajas de tener dos cuentas bancarias

Disponer de al menos dos cuentas bancarias diferentes proporciona una serie de ventajas para la salud financiera de una persona: 

Mejor organización

Una de las principales ventajas de contar con diferentes cuentas corrientes es la capacidad de separar los gastos del día a día de los ahorros. De esta forma, es posible visualizar de forma muy clara cuánto dinero hay disponible para gastar y se evita emplear el que está dentro de los ahorros. Y gracias a los beneficios de una cuenta online, es posible hacerlo desde la propia app del banco.

Además, en el caso de los trabajadores por cuenta propia, es útil tener una cuenta para autónomos que ayude a separar los gastos personales de los profesionales.

Mayor seguridad

Contar con más de una cuenta bancaria ofrece un plus de seguridad a su titular. Por ejemplo, en caso de que se produzca un ciberdelito, la pérdida de la tarjeta de crédito o el bloqueo de la cuenta por alguna razón, el titular podrá disponer del dinero que tenga depositado en sus otras cuentas mientras se soluciona el problema. Es decir, tener una cuenta de ahorro ofrece la garantía de disponer de un fondo de emergencia para atender imprevistos como éste o de cualquier otro tipo.

Asimismo, mantener los ahorros en una cuenta para ahorrar ayuda a que el riesgo de gastar ese dinero sea menor.

Metas de ahorro bien definidas

Abrir una cuenta para el ahorro, la entrada de una vivienda, las vacaciones de verano o para atender imprevistos facilita mantener el dinero fuera del alcance para los gastos del día a día y ayuda a conseguir los objetivos económicos fijados.

Contar con una serie de objetivos financieros ayuda a las personas a desarrollar una disciplina financiera, fomenta rutinas de ahorro y mantiene ese dinero protegido de los gastos cotidianos. 

Aprovechar los beneficios bancarios

Existen diferentes tipos de cuentas bancarias diseñadas para cubrir diferentes necesidades. Cada una de ellas dispone de diferentes características. Por ejemplo, hay cuentas bancarias sin comisiones y cuentas remuneradas que ofrecen un rendimiento financiero a sus titulares. Además, algunas cuentas remuneradas ofrecen de forma gratuita una cuenta de ahorro asociada, lo que facilita incrementar los ahorros del titular de manera sencilla y segura. 

Herramientas para ahorrar

Tal y como ya se ha explicado, disponer de al menos dos cuentas bancarias ayuda a impulsar el ahorro. Entre los consejos para ahorrar se encuentran:

Establecer rutinas de ahorro 

Contar con métodos para ahorrar en el día a día, como rutinas automáticas que se pueden fijar desde la propia app del banco, hace que ahorrar una parte de los ingresos mensuales sea más sencillo. Por ejemplo, es posible programar transferencias periódicas desde la cuenta corriente a la cuenta de ahorro, lo que ayuda a conseguir determinados objetivos financieros con un menor esfuerzo y crea el hábito de ahorrar regularmente.

Uno de los métodos más utilizados es la conocida regla 50/30/20, que consiste en dedicar el 50% de los ingresos para el pago de las necesidades básicas (la cuota de la hipoteca, las facturas de energía o la alimentación); el 30% para cubrir otros gastos que pueden variar como el ocio o el entretenimiento; y destinar el 20% al ahorro. 

Elaborar un presupuesto mensual 

Disponer de un presupuesto mensual ayuda a controlar los gastos y los ingresos de forma exhaustiva. Al tenerlos identificados, es posible dividir el dinero en diferentes cuentas destinadas a distintos fines, lo que ayuda a evitar gastar de más y tener siempre reservado el dinero para lo que realmente se necesita.

Además, de esta forma se puede identificar aquellos gastos que son prescindibles y que se pueden eliminar, pudiendo destinar así más al ahorro. Es importante revisar cuestiones como las comidas fuera de casa o las suscripciones que no se utilizan, entre otros. 

En definitiva, tener el dinero en cuentas bancarias diferentes puede ser una estrategia muy útil para mejorar la organización financiera e impulsar el ahorro. Ya sea para dividir gastos, aprovechar beneficios o automatizar metas de ahorro, disponer de dos o más cuentas permite gestionar mejor los ingresos y proteger la salud financiera a largo plazo.