Hablar de dinero en una pareja es fundamental para conseguir una mejor gestión de las finanzas en común y evitar posibles problemas en el futuro. Pero, ¿cómo hablar de dinero en pareja sin generar conflictos? ¿Es mejor tener una cuenta conjunta o cada uno la suya? A continuación, explicamos estas y otras posibles dudas para organizar de manera más eficiente las finanzas en pareja y qué recomendaciones existen para lograrlo.
Cómo empezar a organizar las finanzas en pareja
La gestión de las finanzas en común debe basarse en la transparencia. Por ello, es adecuado mantener una conversación abierta y sincera acerca de los objetivos y la situación económica de cada uno antes de decidir cómo manejar el dinero juntos, para establecer un presupuesto y abrir una cuenta conjunta.
Poner en común ingresos, gastos y deudas
Cada miembro de la pareja debe poner en común cuáles son sus ingresos, sus gastos y si tiene alguna deuda. Hacer un listado conjunto de los egresos e ingresos ayuda a tener una visión global de la economía familiar.
Establecer objetivos comunes
La gestión de las finanzas en pareja no trata sólo de evaluar el presente sino, también, de planificar el futuro. ¿Quieren ahorrar para un viaje, comprar una casa o formar una familia? Responder a estas preguntas permitirá definir unos objetivos financieros y una estrategia para alcanzarlos.
Elegir cómo gestionar las finanzas conjuntas
¿Qué es mejor: cuenta conjunta o cada uno la suya? No existe una única forma para gestionar la economía de una pareja, por lo que es importante conocer las opciones para elegir la que más se ajuste a las necesidades de cada caso. Algunas parejas prefieren tener todo su dinero en una sola cuenta, otras gestionar sus finanzas por separado y otras combinar ambas fórmulas, es decir, cuentas bancarias individuales más una cuenta conjunta.
Herramientas para gestionar el dinero en pareja
Las herramientas de contabilidad, como las hojas de cálculo o la app del banco permiten registrar de manera inmediata cualquier ingreso o gasto y gestionar la economía familiar. Entre las herramientas bancarias, destacan:
Cuentas bancarias compartidas
Las cuentas conjuntas permiten a ambos titulares ingresar y retirar dinero, pagar gastos comunes y hacer un seguimiento de los movimientos. Son ideales para parejas que comparten muchos gastos y también para aquellas que tienen hijos en común.
Algunas recomendaciones útiles para la gestión de una cuenta conjunta son el establecimiento de límites de gasto y la revisión de los movimientos.
Ahorro en pareja
Es importante saber cuánto se pretende destinar al ahorro y para qué. En esta línea, también hay que hablar sobre si el ahorro se va a guardar en una cuenta de ahorro o se va a invertir en otros productos financieros.
Consejos para planificar la economía familiar
Organizar la economía familiar implica tener en cuenta tanto las necesidades del día a día como los planes de futuro. Por ejemplo, si se piensa en tener hijos o cambiar de vivienda y solicitar una hipoteca, son temas importantes que probablemente tendrán un impacto en el futuro financiero de la pareja.
Una adecuada gestión financiera en pareja puede mejorar la estabilidad económica y aumentar la confianza en la relación, ya que se favorece el trabajo en equipo para la consecución de metas comunes. Sin embargo, no existe una receta mágica para conseguirlo, aunque sí una serie de claves para organizarse juntos:
- Presupuesto mensual. ¿Cómo hacer un presupuesto en pareja? Para hacer un presupuesto conjunto eficiente, es necesario identificar los gastos compartidos, clasificarlos en categorías y definir los objetivos de ahorro y metas a largo plazo. La flexibilidad y la revisión periódica del presupuesto son clave para adaptarlo a los cambios que se puedan ir produciendo.
- Colchón financiero. Contar con un fondo de emergencia es fundamental. Aporta tranquilidad ante imprevistos como, por ejemplo, una avería del coche o la rotura de un electrodoméstico. Lo ideal es que este fondo cubra entre tres y seis meses de gastos comunes.
- Responsabilidades. Es fundamental definir quién se encargará de cada gasto para evitar confusiones. Por ejemplo, los suministros habituales, como la luz, el agua o la comunidad de propietarios, suelen estar domiciliados, por lo que se deberá decidir si se pagan desde una cuenta conjunta o por separado. También es importante acordar cómo se gestionarán los gastos cotidianos, como la compra de comida, y prever cómo se afrontarán los gastos eventuales o estacionales, como la Navidad o las vacaciones.
En definitiva, una buena planificación financiera en pareja puede ayudar a:
- Reforzar la confianza en la pareja.
- Mejorar la toma de decisiones en común.
- Alcanzar los objetivos conjuntos a corto, medio y largo plazo.
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