La elección de los mercados en los que hacer negocios es crucial y debe hacerse a partir de un análisis detallado de la situación de los diferentes países.
Acceder a un nuevo mercado supone una oportunidad para que una empresa crezcan, gane clientes y aumente los beneficios. Pero antes de expandirse al exterior una de las cuestiones más decisivas que debe plantearse una compañía es ¿hacia dónde crecer? y ¿qué países son los más adecuados para vender mi producto?
Para valorar la idoneidad de los potenciales mercados es preciso realizar un estudio comparativo entre países. En este ejercicio, resulta fundamental contar con el asesoramiento profesional de un experto, como el de la entidad bancaria, que ayuda y orienta a las empresas en su proceso de internacionalización. Banco Sabadell cuenta con un servicio de Consultoría Internacional, con experiencia y presencia en el mercado global para ayudar a los clientes a desarrollar su actividad en todo el mundo.
Factores para decidir en qué país hacer negocios
- Accesibilidad para negociar. Si el país cuenta con normativas y legislaciones que favorezcan la implantación y el desarrollo de negocios. Valorar el tiempo que se tarda en constituir una empresa y su coste, la facilidad para obtener crédito, los impuestos que hay que pagar, los costes laborales y logísticos que aplica y la política de contratos.
- Clientes potenciales. Si existe demanda en dicho país del producto que se quiere comercializar y quiénes son los competidores locales y extranjeros. El nivel de competencia es importante para el ingreso y la posibilidad de liderazgo.
- Riesgo país. Está determinado por factores económicos como la inflación, la deuda externa, la deuda interna o la calificación crediticia, así como otros elementos como la estabilidad política, la solidez de las instituciones, el nivel burocrático, la seguridad pública o las catástrofes naturales.
- Riesgos comerciales. Tales como el riesgo de impago y la normativa de retrasos, nacionalización, confiscación, el tipo de cambio que aplica y la legislación sobre repatriación de beneficios y si existen convenios de protección de inversiones.
- Crecimiento económico y poder adquisitivo. La expectativa para los próximos años de crecimiento del producto interior bruto (PIB) del país y del poder adquisitivo per cápita, que constituye el mejor exponente de la capacidad de compra de sus habitantes.
- Volumen de importaciones. Un criterio esencial para elegir un mercado objetivo son las importaciones que realiza el país de los productos que vende la empresa. Para saber qué importa y exporta un país sobre un producto hay que identificar primero el código arancelario.
- Barreras arancelarias. Son impuestos a la importación de mercancías que se aplican en las aduanas de entrada a los países. Suponen un incremento directo sobre el precio del producto y, con ello, una menor competitividad de los artículos de importación frente a los productos locales.
- Barreras comerciales. Se trata de restricciones a la importación de productos, como contingentes, cuotas o cupos, protección a la propiedad industrial e intelectual insuficiente, normativa restrictiva, limitaciones a la inversión directa extranjera o embargos, entre otros.
- Barreras técnicas. Los certificados y las homologaciones técnicas que se exigen en el país, los controles de calidad existentes, las normativas en materia fitosanitaria, los requisitos de etiquetado, el tratamiento de los envases y su reciclado.
- Transparencia y corrupción. Es necesario tener en cuenta también aspectos éticos del país como la transparencia en la información, la normativa para concursos y licitaciones o las prácticas de contratación en administraciones y empresas.
Valorar todos los factores mencionados para decidir dónde internacionalizar una empresa puede resultar complejo si no se dominan bien todos los aspectos, no solo económicos y de gestión empresarial, sino también otros de tipo técnico y jurídico necesarios para culminar la salida al exterior con éxito. Además de asesoramiento profesional, Banco Sabadell cuenta con la ‘Guía práctica de comercio exterior: Exportar para crecer’. Se trata de un documento en el que los empresarios pueden encontrar todo lo necesario para llevar su negocio al extranjero. Funciona como un manual con información sobre todos los procesos operativos, desde la documentación comercial hasta información sobre normativa de movimientos de capitales, transporte, aduanas, etc.
También cuenta con multitud de ejemplos prácticos que sustentan el valor de toda esta información y que ayudan a tomar la mejor decisión para externalizar el negocio.
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Fotografía de Andrew Neel en Unsplash