Dar los primeros pasos en el mundo del trabajo por cuenta propia suele crear bastantes dudas. Entre las más rápidas en aparecer está la de cómo hacer tu primera factura como autónomo. A fin de cuentas, si quieres cobrar vas a tener que empezar a facturar.
Hay más de un tipo de factura según su objetivo, desde rectificativas hasta recapitulativas. Sin embargo, la que más se usa es la factura ordinaria. Esta es la que más veces emitirás y la primera que debes aprender a hacer. Te enseñamos cómo hacerlo.
Contenido de una factura
Para que una factura sea válida, debe tener un formato concreto y, sobre todo, una serie de datos tuyos y de tu cliente. Sin estos, podemos hablar de un tiquet o de una factura simplificada, pero no de una factura al uso.
Esta es la información que debes incluir en tu primera factura como trabajador por cuenta propia:
- Tus datos. Toda factura debe tener los datos del emisor. En concreto, hay que poner el nombre y apellidos, el NIF o DNI y la dirección fiscal, que es la que usaste para darte de alta como autónomo y en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE)
- Datos del cliente. La factura también debe incluir información del cliente que va a pagar. Estos datos son los mismos que los del emisor. Es decir, CIF o NIF, dependiendo de si es una empresa u otro autónomo, nombre y dirección fiscal. Solo si emites una factura simplificada a un particular puedes obviar este apartado.
- Número de factura y serie si es necesario. Es obligatorio numerar tus facturas dentro del año fiscal. Si lo necesitas, también puedes crear diferentes series por modelo de factura o tipo de operación, aunque lo más habitual es contar con una sola serie. Además de obligatorio, numerar las facturas es muy útil porque te ayudará a seguir un orden y a encontrar cada factura si necesitas rectificarla, por ejemplo.
- Fecha de facturación. Es igual de útil que el número porque facilitará la búsqueda de facturas cuando lo necesites y te permitirá reclamar si no te han pagado en plazo. La fecha de facturación será normalmente la fecha en la que termines el trabajo o servicio.
- Concepto e importe de la operación. En este apartado, hay que describir el trabajo realizado o el producto que has vendido con el número de unidades. Un ejemplo sería “Servicios periodísticos en octubre” para un freelancer enfocado a contenidos y otro “Colocación de 2 routers”. Junto con el concepto hay que incluir el importe unitario de la operación. En el caso de los routers, la instalación de cada uno de ellos. Esto es lo que se denomina la base imponible, que es sobre la que después calcularás el IVA y la retención de IRPF.
- El tipo de IVA. La mayoría de productos y servicios incluyen IVA. El tipo de IVA dependerá de la operación. Es necesario indicar ese tipo de IVA y su cuantía de forma explícita en la factura. Para calcular el IVA solo tienes que sumar el porcentaje correspondiente al importe del apartado anterior. Para que lo entiendas mejor, si vas a cobrar 200 euros por tus servicios y el IVA es del 21%, deberás indicar ese porcentaje y la cuantía de 42 euros en tu factura.
- La retención de IRPF. Las retenciones son un adelanto a Hacienda como previsión de lo que después deberás pagar en la declaración de la renta. La retención de IRPF para nuevos autónomos es del 7% durante los primeros 18 meses y del 15% a partir de ese momento. El cálculo de la retención se realiza sobre el importe de la operación sin sumar el IVA. Es decir, si por la colocación de los dos routers se cobraron 200 euros y se aplica un 7% de retención, ese concepto será de 14 euros.
- Importe total. El importe total es la cantidad neta que recibirás. En otras palabras, el dinero que llegará a tu cuenta corriente. Se calcula sobre la base imponible restando la retención por un lado y sumando el IVA por otro.
- Forma de pago. Por último, debes indicar la forma de pago. Lo más normal es que esta sea por transferencia, para lo que tendrás que indicar tu número de cuenta como autónomo. En este sentido, es recomendable que tengas una cuenta específica para tu labor como autónomo y otra para tus gastos del día a día como persona. Así podrás separar ambos mundos.
¿Qué formato debe tener una factura?
A continuación suele ponerse el concepto de la operación junto con la base imponible, el IVA y la retención de IRPF. Finalmente se indica el importe total de la operación y el modo de pago.
Cada plataforma de facturación y cada autónomo suelen tener su propia plantilla para hacer facturas. Los datos a incluir nunca cambian, pero sí puede hacerlo ligeramente el formato. Lo más habitual es que los datos del emisor (tus datos) aparezcan en primer lugar, seguidos de los del cliente en un apartado separado.