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Ahorro, inversión y jubilación

5 errores que hay que evitar para disfrutar de la jubilación

Carlos S. Ponz - 28/08/2024
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Para disfrutar de la jubilación es recomendable seguir ciertas pautas, como crear nuevas rutinas y no rendirse al aburrimiento.

La jubilación, ese momento tan ansiado para todos los trabajadores, también puede convertirse en algo amargo si no se toman determinadas medidas y se tienen en cuenta algunos consejos para disfrutar plenamente del retiro laboral.

Si bien dejar de trabajar es una meta para muchos, la ausencia de una rutina y dejar de sentirse productivos dentro del mercado laboral se convierten, en ocasiones, en impedimentos o distracciones que pueden alejar del merecido descanso y la relajación.

Por eso es importante evitar cometer los errores más comunes cuando uno se jubila:

1. Pensar que jubilarse es igual a jubilarse de la vida

La vida no se acaba una vez se termina el trabajo, sino todo lo contrario. Ahora es el mejor momento para divertirse y dedicarse tiempo. Lejos de pensar que se deja de ser productivo, hay que ver la jubilación como una oportunidad para hacer lo que uno quiera, disfrutar de la etapa final de la vida sin renunciar a la vitalidad y a la calidad de vida.

2. Empezar a ahorrar tarde (o no hacerlo)

Durante la jubilación, se deja de percibir un salario y, aunque contemos con la pensión, puede que esta no sea suficiente para mantener el nivel de vida e incluso hay casos en los que no basta para cubrir gastos básicos.  Por este motivo, hay que empezar a ahorrar desde muy temprano, pensando en el futuro, para asegurarse una base sólida y que sabemos que siempre va a estar ahí. 

Muchas veces se empieza demasiado tarde a ahorrar o ni siquiera se llega a hacer porque no se piensa en la jubilación. Parece que ese momento de la vida está muy lejos, pero cuanto antes se comience, mayor será el colchón y menores las preocupaciones que nos persigan o puedan surgir en un retiro que, ante todo, debería ser calmado.

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3. Sentir que ya no se es útil

El retiro laboral puede derivar en un sentimiento de inutilidad. Dejar de trabajar y ser productivo es, lejos de un aliciente en muchos casos, un motivo por el que deprimirse y sentirse alicaído. Muchos jubilados sienten que ya no les necesitan para nada, dejan de tener una rutina y caen en el aburrimiento, la soledad y la inactividad. Para evitarlo, lo mejor es adquirir una nueva rutina, pero esta vez, planificándola con nuestros intereses, practicando hobbies, aprovechando el tiempo para hacer lo que realmente nos gusta.

Pintar, hacer manualidades, viajar, practicar deporte, ir al cine o al teatro, leer, escribir, etc. Cualquier actividad es buena si se le dedican determinadas horas del día que marquen nuestra nueva rutina de jubilado. Y, si no se tiene ninguna afición concreta, ¿por qué no ayudar a los demás? Los voluntariados son una oportunidad perfecta para prestar nuestra energía a quien la necesita, ya sea con pequeños o grandes gestos, además, ayudará a que nos sintamos útiles.

Otro punto que no debe descuidarse es el de las amistades. Jubilarse implica mayor tiempo que poder invertir en amigos y familia, con quienes también se pueden practicar actividades, apuntarse a cursos juntos, planificar viajes, etc.

4. Convertirse en cuidador

El tiempo libre que deja la jubilación no es una excusa para convertirse en el ‘chico de los recados’ ni en ‘canguro oficial’. Cuidar de los nietos es una bendición para muchos abuelos, pero sin perder de vista que hay que disfrutar de uno mismo, no convertirse en cuidador. La jubilación es de uno mismo, un retiro laboral ganado tras décadas de mucho trabajo que hay que disfrutar.

Hay que evitar descuidarse (sin caer en el egoísmo) y abandonarse a los demás y al aburrimiento no es una opción: hay que salir, disfrutar cada momento y regocijarse en el retiro, aprovechar el tiempo como queramos y ver la jubilación como unas vacaciones muy merecidas sin fecha de caducidad.

5. Olvidarse de la salud

La jubilación llega en la última etapa de la vida, esa misma en la que la salud comienza a debilitarse y se desarrollan patologías y problemas que en la juventud no se tenían. Es difícil asumirlo, pero con la edad también hay que preocuparse por la salud y cuidarse, ya sea haciendo ejercicio, cuidando la dieta, paseando, ejercitando la mente y el ingenio.  Y, por último, el error más común es no disfrutar del merecido descanso que todo trabajador se merece en la jubilación, una etapa muy dulce y divertida si uno aprende a relajarse y a vivir de forma plena.

Fotografía de Vlad Sargu en Unsplash

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Hipoteca verde: ¿cómo funciona y cómo se solicita una hipoteca “eco”? Carlos S. Ponz

Una hipoteca verde se diferencia del resto de préstamos hipotecarios en que requiere que la vivienda a la que financia cumpla con una serie de criterios de sostenibilidad y de eficiencia energética. Te contamos todo sobre las hipotecas verdes a continuación. 

¿Qué es una hipoteca verde o ecológica?

Una hipoteca verde o ecológica es un préstamo hipotecario que permite financiar la adquisición de una vivienda que cumple con unos determinados criterios de eficiencia energética y sostenibilidad ambiental. 

Entre las ventajas que aporta una vivienda así cabe destacar:

  • Menor gasto en electricidad, promoviendo el ahorro a largo plazo.

  • Mayor valor de la vivienda en el mercado.

  • Posibles beneficios fiscales, según la legislación vigente.

  • Cumplimiento con la normativa existente en materia de sostenibilidad.

  • Contribuir a la preservación del planeta.

Principales características de las hipotecas verdes

Las hipotecas verdes tienen una serie de características que las diferencian de las hipotecas tradicionales, como son:

  • Financiar viviendas que cumplen con unos estándares de eficiencia energética, como mejores aislamientos en la vivienda, un sistema de calefacción más eficiente o el uso de paneles solares para el autoconsumo.

  • Promover una serie de certificaciones oficiales que acrediten que el inmueble cumple con unos determinados estándares medioambientales.

  • Poder optar, según el caso, a unas condiciones más favorables, como contar con una tasación elevada asociada a un buen porcentaje de financiación.

¿Cómo funciona una hipoteca verde?

Desde el punto de vista de su titular, una hipoteca verde funciona igual que una hipoteca tradicional, ya que hay que abonar unas cuotas periódicas a través de las que se va devolviendo parte del capital prestado y de los intereses. Normalmente, una hipoteca cubre hasta un máximo del 80% del precio de la compraventa o del valor de la tasación del inmueble (el menor de los dos). La cuota mensual que abona el titular no debe superar el 35% de sus ingresos totales para no sobrepasar su capacidad de endeudamiento.

¿Cómo tramitar una hipoteca “eco”?

Tramitar una hipoteca verde es un proceso que no difiere en gran medida de solicitar una hipoteca tradicional, por lo que es importante prestar atención a las cosas que tienes que saber antes de pedir una hipoteca. Con todo, hay que tener presente que sí que se exigen unos requisitos diferentes.  

Requisitos que debe cumplir el solicitante

Para solicitar una hipoteca verde hay que cumplir con una serie de requisitos específicos, como pueden ser:

  • Aislamiento térmico de alta calidad en paredes, techos y ventanas.

  • Sistemas de iluminación LED.

  • Sistemas de calefacción y agua caliente eficientes.

  • Electrodomésticos con etiquetado A ó B.

  • Uso de energías renovables, por ejemplo, a través de paneles solares o de aerogeneradores.

Aunque independientemente de si se cumplen estos requisitos o no, lo recomendable es ponerse en contacto con el banco para solicitar asesoramiento sobre el tipo de hipoteca más recomendable según cada caso. El banco realizará entonces un estudio para analizar la solvencia del solicitante, teniendo en cuenta, entre otros factores, que:

  • No hay que destinar más del 35% de los ingresos mensuales al pago de la cuota hipotecaria.

  • Contar con una cantidad ahorrada de, como mínimo, el 20% del precio total de la vivienda.

  • Disponer de entre el 10% y el 15% del valor total para los gastos asociados a la compra de la vivienda (la notaría, los impuestos y los gastos de la hipoteca, entre los que están la tasación de la vivienda y la comisión de apertura. Banco Sabadell no aplica en la actualidad esta comisión a sus hipotecas).

Proceso de tramitación

Junto a la petición al banco, el solicitante debe entregar: 

  • Documento Nacional de Identidad (DNI) o Número de Identificación Fiscal (NIF).

  • Histórico de la vida laboral.

  • Justificante del precio de compraventa de la vivienda.

  • Las dos últimas nóminas.

  • La declaración de la Renta (si es trabajador por cuenta ajena) o, si es profesional autónomo, la declaración de la renta de los dos últimos ejercicios, los pagos trimestrales del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) del año en curso y los recibos de pago a la Seguridad Social más recientes.

Si el banco, una vez analizada la solicitud, decide ir hacia adelante enviará al solicitante la Ficha de Información Precontractual (FIPRE) que, aunque tiene carácter meramente informativo, incluye las características básicas de la hipoteca y del tipo de interés, ya sea fijo, mixto o variable

Si la persona interesada en suscribir la hipoteca quiere continuar con el proceso de solicitud de la hipoteca tras analizar la FIPRE, el banco preparará la Ficha Europea de Información Normalizada (FEIN), que sí que tiene carácter vinculante. También recibirá la Ficha de Advertencias Estandarizadas (FiAE), en la que, entre otra información, se reflejan las consecuencias legales si se produce un incumplimiento del contrato.

Alternativas a una hipoteca verde

Además de las hipotecas verdes también existen los préstamos verdes, que son préstamos que se destinan a financiar iniciativas sostenibles que tengan un impacto positivo en el medio ambiente. 

Hay que tener en cuenta que, al igual que los préstamos convencionales, los préstamos verdes suelen ser de una cuantía menor que las hipotecas, pero si lo que quieres es, por ejemplo, hacer una reforma para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad de tu vivienda, puedes optar por este tipo de préstamos. 

Fotografía de Freepik


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Inscribir una vivienda en el Registro de la Propiedad: ¿cómo hacerlo? Carlos S. Ponz

Entre los trámites que conviene realizar al comprar una casa está el de su inscripción en el Registro de la Propiedad de la vivienda. Algo que, aunque en principio no es obligatorio, es clave para, entre otras cosas, dejar constancia sobre si el inmueble soporta alguna carga. A continuación, te explicamos por qué es importante inscribir una vivienda en el Registro de la Propiedad y los pasos que hay que seguir para hacerlo.

¿Qué es el Registro de la Propiedad? 

El Registro de la Propiedad es una institución del Estado que tiene entre sus cometidos el de recoger oficialmente cualquier inscripción, contrato o resolución judicial o administrativa que afecte a una propiedad inmobiliaria. Por ejemplo, cuando se produce una compraventa de una vivienda, permite inscribir información relativa a quién es el propietario y los derechos y cargas que recaen sobre ella. 

Una de las finalidades más importantes del Registro de la Propiedad es dar seguridad a las operaciones que se realizan en el mercado inmobiliario, ya que al estar registradas se da como cierto lo que dice el Registro. Es decir, que no otorga la titularidad sobre un inmueble, pero sí la hace pública.

¿Cómo se registra una vivienda en el Registro de la Propiedad? 

Documentación necesaria para inscribir una vivienda en el Registro de la Propiedad

Antes de realizar la inscripción de una vivienda en el Registro de la Propiedad, es importante que el propietario reúna la siguiente documentación:

  • Copia autorizada de la escritura pública de la compraventa firmada por el notario.
  • Liquidación de los impuestos correspondientes a la compraventa del inmueble, para demostrar que está libre de cargas.
  • Acreditación de la comunicación de la transmisión al Ayuntamiento.
  • Recibo más reciente del impuesto sobre bienes inmuebles (IBI).

Con esta documentación, ya es posible acudir a la oficina del Registro de la Propiedad para inscribir la vivienda. Este trámite conlleva un coste económico y se puede realizar personalmente o delegarlo en una gestoría.

Los expertos del Registro de la Propiedad analizarán toda la documentación que ha presentado el propietario y, en un plazo máximo de 15 días hábiles, confirmará el cambio en el derecho de propiedad del inmueble.

¿Es obligatorio inscribir una vivienda en el Registro de la Propiedad?

La inscripción de los inmuebles en el Registro es voluntaria, pero al hacerlo se obtiene una mayor seguridad jurídica en las operaciones. Sólo es de obligatorio cumplimiento en el caso de querer solicitar una hipoteca, ya que el banco requiere el registro del inmueble dado que es la única garantía del préstamo hipotecario.

¿Cuánto tiempo tengo para inscribir una vivienda en el Registro de la Propiedad? 

Al ser un trámite opcional, el propietario puede inscribir su vivienda en el Registro de la Propiedad cuando desee o, directamente, no hacerlo. Eso sí, a la hora de solicitar una hipoteca para financiar la compra del inmueble, es obligatorio realizar la inscripción en el Registro para formalizar la hipoteca. Este gasto es uno de los que corresponde al banco, de acuerdo a la Ley Hipotecaria de 2019.

¿Cuánto cuesta inscribir una vivienda?

El coste de inscribir una vivienda en el Registro de la Propiedad suele rondar entre los 50 y los 300 euros, ya que se calcula en función de un porcentaje del valor del inmueble (entre el 0,05% y el 0,20% del precio de compraventa). 

Fotografía de Freepik

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Ahorro, inversión y jubilación   - 22/11/2024

Así puedes calcular cómo será tu pensión de jubilación Carlos S. Ponz

Calcular la pensión de jubilación que una persona recibirá al retirarse es clave para conocer si podrá mantener su nivel de vida o si será necesario complementarla con algunos productos destinados al ahorro como, por ejemplo, un plan de pensiones. Para ello existen dos elementos clave: su salario y el número de años que haya cotizado a la Seguridad Social. A continuación, te explicamos cómo utilizarlos para saber la cuantía de tu pensión de jubilación.

¿Cómo calcular la pensión de jubilación?

A través del salario es posible determinar la base reguladora de una pensión de jubilación. La base reguladora de la pensión es el mecanismo que se utiliza legalmente para estimar la cuantía económica que tendrá una pensión de jubilación en el futuro. ¿Cómo calcular la base reguladora?  Hay que sumar las últimas 300 cotizaciones a la Seguridad Social de una persona (que son las cotizaciones de los últimos 25 años) y dividir el resultado entre 350.

A continuación, hay que aplicar un porcentaje de ajuste a la pensión de jubilación que se corresponde con los años cotizados. Hasta el año 2026, es necesario haber cotizado 36 años y 6 meses como mínimo para tener derecho a percibir el 100% de la base reguladora de la pensión. Si no se alcanza ese mínimo, los derechos de acceso quedan así:

  • Los primeros 15 años de cotización dan derecho al 50 % de la base reguladora.
  • Desde ese momento, por cada mes adicional cotizado durante los primeros 49 meses, al 50% anterior se añadirá un 0,21%.
  • A partir del mes 50, para cada uno de los meses siguientes, se le añadirá un 0,19%.

Tabla para calcular la pensión según los años cotizados

En 2024, esta es la tabla para calcular la pensión de jubilación según los años cotizados:

  • 15 años cotizados: 50% de la base reguladora.
  • 16 años cotizados: 52,52% de la base reguladora.
  • 17 años cotizados: 55,04% de la base reguladora.
  • 18 años cotizados: 57,56% de la base reguladora.
  • 19 años cotizados: 60,08% de la base reguladora.
  • 20 años cotizados: 62,38% de la base reguladora.
  • 21 años cotizados: 64,66% de la base reguladora.
  • 22 años cotizados: 66,94% de la base reguladora.
  • 23 años cotizados: 69,22% de la base reguladora.
  • 24 años cotizados: 71,50% de la base reguladora.
  • 25 años cotizados: 73,78% de la base reguladora.
  • 26 años cotizados: 76,06% de la base reguladora.
  • 27 años cotizados: 78,34% de la base reguladora.
  • 28 años cotizados: 80,62% de la base reguladora.
  • 29 años cotizados: 82,90% de la base reguladora.
  • 30 años cotizados: 85,18% de la base reguladora.
  • 31 años cotizados: 87,46% de la base reguladora.
  • 32 años cotizados: 89,74% de la base reguladora.
  • 33 años cotizados: 92,02% de la base reguladora.
  • 34 años cotizados: 94,30% de la base reguladora.
  • 35 años cotizados: 96,58% de la base reguladora.
  • 36 años y 6 meses o más cotizados: 100% de la base reguladora

Ejemplo para calcular la pensión

José ha trabajado durante 35 años. Su salario promedio durante los últimos 25 años ha sido de 2.000 euros, por lo que el cálculo de su base reguladora es:

(2.000 x 300) / 350 = 1.714,28 euros.

Sobre esta cifra hay que realizar la correspondiente reducción teniendo en cuenta que le quedaría un año y seis meses para alcanzar los 36 años y seis meses que le permitirían recibir el 100% de su base reguladora. A José habría que aplicarle entonces un coeficiente del 96,58%. De este modo, su pensión de jubilación final sería:

(1,714,28 x 96,58) / 100 = 1.655,65 euros.

Aunque en 2024 la edad legal para la jubilación ordinaria es de 66 años y seis meses, en 2025 se situará en 66 años y ocho meses, y en 2027 llegará hasta los 67 años. Para todos estos años, es necesario haber cotizado, al menos, 15 años para optar a una pensión pública de jubilación, dos de ellos comprendidos dentro de los 15 años previos a la jubilación.

Opciones para complementar la pensión de jubilación

Aunque para intentar favorecer el ahorro para la jubilación, el producto más conocido suele ser el plan de pensiones individual, existen otros que también están destinados a ese fin, como por ejemplo:

Cada uno de ellos tiene sus peculiaridades y ofrece una deducción fiscal diferente, por lo que antes de contratarlos lo más oportuno es solicitar asesoramiento profesional.

Fotografía de Antoine Dautry en Unsplash

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